Donde el Nico podría ser tu pololo, padre, hijo, hermano, amigo, vecino, primo, incluso tu profe.
Imagínate que el Nico fuera algo tuyo, sería la raja.
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Si el Nico fuera tu vecino se putearian por la ventana por los ruidos molestos que hace este aweonao cuando graba.
—¡JOLAPERRAA!—Gritó Nicolás haciendo que sus amigos se rieran.
Tú estabas tratando de dormir una siesta piola, pero fue imposible, el colon tuyo ya estaba por explotar, y no hiciste mejor que gritar a la cagá de vecino que tení.
—¡Oe cochino culiao, para de gritar, estoy tratando de dormir, pedazo de mierda!.
El Nico se alertó de una, pidió un momento a sus amigos con quienes grababa, y fue a contestar.
—¡Yo estoy tratando de grabar y vo' no me dejai' po, pedazo de maraca!.
—¡No te voy a dejar de putear hasta que parí' de gritar!.
—¡¿Y que tanta wea?, ¿Me vai' a pegar acaso?!.
—¡Voy po', ¿Y qué?, maricón culiao, tus mariconerias se escuchan a la cresta!.
—¡¿Algún problema? Igual bailaste conmigo la otra vez, y nadie te obligó!.
—¡Seguro po, y ahora cállate, me voy a dormir!.
—¡Ven pa' acá y pelea!.
Te enojaste y partiste a la casa de Nicolás, ahí te estaba esperando él.
—¡Ya po', pegame y te saco la chucha!.
El Nico se acercó y te tomó de la cintura apegando sus labios a los tuyos, al principio lo empujabas pero después te dejaste y casi terminaron culiando.
Del odio al amor hay un sólo paso, nah mentira aquí sólo hay amor, y amor del bueno, del rico...
