Capítulo 18 — "Frialdad a la vista".
—¿Cómo te ha ido en estos últimos días? —Pregunté desde el otro lado de la línea telefónica, sosteniendo mi teléfono en mi oreja derecha, la cual está ardiendo, mientras, acostado en mi cama hablo con mi amigo, sí, con Alex— Si no me equivoco también comenzaste las clases ¿No es así?
—Eh...Sí, comencé mi penúltimo año escolar, es toda una tortura tener tan cerca la libertad de seguir sobreviviendo a los pestilentes de mis compañeros —Mencionó un apagado Alex, el cual a mi parecer es muy extraño, porque su voz no parece tener fuerza alguna al hablar, como si lo hiciera por pura obligación.
Es miércoles, un día en el que aburrimiento me ganó por el hecho de estar solo en casa luego de regresar de una ardua rutina escolar, llevo apenas una semana desde que ingresé nuevamente, con sinceridad no lo soporto, pero el lado bueno de este día es que a pesar del aburrimiento no tengo tarea, así que para entretenerme un rato me masturbé viendo uno de mis videos favoritos, para luego llamar a Alex, con quien no hablo desde la semana anterior.
En la oportunidad pasada nuestra conversación estuvo llena de risas por recordar algunas cosas que nos ocurrieron en la academia, como también desviarnos del tema y hablar sobre nuestros regalos favoritos de cumpleaños, dando por concluida la conversación de una hora y media en llamada. En ese día hubo risas, pero en este...hay algo diferente, algo que no me huele bien.
Intuyo un sentimiento de sequedad en Alex, uno más frío de lo normal, pero creo que seguiré hablando hasta comprobar si esa teoría es cierta, o, es simple paranoia.
—Cierto que solo te faltan dos años para que te gradúes... —Comenté, tratando de sonar alegre, aunque tuviera un hoyo negro en el pecho, recordando que el chico es dos años mayor que yo, lo que me hace sentir vacio por no ser tan contemporáneo a él como quisiera— Yo apenas y estoy en mi segundo año.
—Genial...—Respondió indiferente y con una voz socarrona.
Te llamé para entretenerme junto a ti, pero te veo algo diferente, Alex ¡¿Sucederá algo?! ¿Quieres que te lo pregunte? ¿Hago algo para entretenerte también y hacer cambiar tu humor?
—¿Qué te parece si...?
—¿Cómo has estado con Raúl? ¿Lo has vuelto a ver luego de mucho tiempo? ¿Sigues sintiendo amor por ese idiota?
Y mi corazón dio completamente un vuelco de la emoción, dándose cuenta que posiblemente se está preocupando por mi y el tema de mi enamoramiento por un chico. Suspiré...
—Es raro volverlo a ver por los pasillos, pero no saludarlo, sentir su mirada seria llena de supuesta decepción, no mirarlo directo a sus ojos cuando un profesor dice que se hará una actividad en parejas o cuando lo necesito. Experimenté todo esto meses después de aquel 7 de mayo, en que le revelé toda la verdad, pero ahora, al volverlo a sentir...me hace poner mal.
—Solo sigue ignorándolo.
—Eso hago, a pesar de querer hablarle de nuevo —Musité, cambiando de oreja mi móvil— ¿Aunque sabes la razón por la que no lo hago?
—¿Cual?
¿Será que se lo digo?
Sí, simplemente lo hare.
— Porque te tengo a ti como amigo y eso simplemente me hace feliz...Eres realmente único.
Entonces...en silencio invadió la línea telefónica, uno en que después de varios segundos, nadie hablaba y la incomodidad aumentaba.
¡¿Por qué coño dije eso?! Ahora debe de pensar que lo estoy tomando como un reemplazo, algo que en realidad no es así, sino que en serio es lindo tener un amigo hombre que se preocupe por ti y le dé igual tu orientación sexual.
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Sin amigos por Gay.
Novela Juvenil¿Los amigos son importantes para la vida o solo son un capricho para evitar la soledad? Esa es la pregunta que a diario inunda en la mente de Xavier Martínez, un adolescente que lidia con la culpa de vivir en un mundo en donde su homosexualidad y se...