Capítulo 25 - "Un nuevo juego"

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Capítulo 25 - "Un nuevo juego".

Mi cuerpo yacía balanceándose suavemente en los columpios de un pequeño parque, observando la estrellada noche junto a Alex, quien se balanceaba a mi derecha chirriando cada vez que lo hacía, regalando una enorme tensión a nuestro pequeño encuentro.

El aire nocturno resultaba ser más frio que el silencio que emanábamos en el pequeño parque solitario, con dos bicicletas tiradas a nuestros costados, el grillar sonar y la luna de la madrugada invadir. Ambos seguíamos con nuestros constantes movimientos, sin soltar una sola palabra desde nuestro encuentro, donde solo nos saludamos por respeto.

Han transcurrido nueve días desde nuestro íntimo beso, donde la lujuria pudo más que la amistad, oscureciendo los días y adentrarnos en la depresión, alejándonos un poco, sin contestar nuestros mensajes o ser secos entre nosotros.

Luego de aquellos besos bajo el brillo de las cambiantes luces de navidad la incomodidad se formó, revelando ante mí un Alex cortante, pidiendo soledad. Trataba de escribirle, pero no me respondía, sintiéndome culpable de arruinar nuestro vínculo, todo por un impulso, por una sospecha y unos minutos de amor.

Esta noche me sentía asfixiado por la culpa, por el miedo, el dolor, todo por no saber nada sobre de Alex, recordando el rozar de sus labios contra los míos, saboreando su delicioso sabor a uva; áspero, dulce, pegajoso, adictivo, pero con una semilla dentro que no podía dejar pasar, que es su noviazgo. Deseaba tenerlo de nuevo, pero él es mi fruto prohibido.

Todo mi mundo seguía oscuro, pero el miedo me invadió al recibir una llamada de su parte hace unos minutos atrás, relatándome que se sentía igual de confundido que yo, sin dormir bien durante una semana, deseando llegar a la paz, junto a mí. Razón por la que ambos nos escapamos de nuestras casas a oscuras horas, recorriendo kilómetros en bicicleta para estar juntos y hablar, pero nada ocurre, la vergüenza no se detiene.

El encuentro fue muy imprevisto, sin razón alguna, con los mismos sentimientos de pánico, pero juntos, adentrados en nuestros pensamientos.

Esta noche me recuerda a una ocurrida hace tres meses atrás, mucho más dolorosa, trágica y que en este momento juega un papel muy importante. Yo tenía señales mucho más claras de las intenciones y sentimientos de mi amigo, pero no los aceptaba.

Entonces, la escena de aquella caminata donde una mentira resultó ser certera se adentró nuevamente entre mis recuerdos, abriendo mis ojos como platos, uniendo todas las piezas del rompecabezas que este chico formaba en mi vida...

Flashback

Una iluminada caminata a la luz de la luna resulta ser fresco, frío, pero más que todo hermoso, ver al cielo iluminado de estrellas formando un patrón casi indefinido.

Junto a Alex cada brillo tenue de la noche me regala paz, con ganas de correr a su lado bajo el manto estrellado, donde el brillo y la opacidad corresponden al ambiente, como también nuestras distintas personalidades.

Luego de ver una grandiosa obra teatral la noche nos atrapó, caminando por las transitadas calles de la ciudad con dirección a la estación del metro, deteniéndonos a comprar un par de hot dogs.

—A Emma le hubiera encantado ver esta obra —Agregó el de lentes, con ambos frente al carrito de perro calientes, observando cómo preparaban nuestros aperitivos— Quizá la vuelva a ver junto a ella.

—¡Estoy seguro que le gustará! —Exclamé, regalándole una sonrisa, tratando de no demostrar debilidad, solo apoyo, por más que me duela— Luego me dices que le parece ¿bien? Por cierto, ¿Por qué no la invitaste? ¡Quiero conocerla!

Sin amigos por Gay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora