Capítulo 1

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Voy a contarles una historia, pero no es la mía, es la de Helena Wood.

Todo empezó cuando ella recibió una carta, que la invitaba a un restaurante.

Querida Señorita Wood:

Esta carta es una invitación a un restaurante ubicado en las afueras de la ciudad, las direcciones están al final de la carta.

La invitamos a comer gratuitamente toda la comida que desee

La esperamos,

Anónimo.

Después venían las direcciones, las cuales no son necesarias dar.

En fin, la chica de piel morena, pelo negro y ojos plateados, se dirigió al local de comida en la fecha indicada (cual también salía en el fin de la nota).

El lugar era aislado, habían mesas exteriores e interiores. En una mesa exterior había una persona, nadie sabe quien es, tampoco nadie la vio, este individuo era el único cliente de todo el restaurante.

Helena entró y se sentó en una mesa en la esquina de la habitación, y luego esperó, esperó... esperó y esperó hasta que alguien la atendio, era el único mesero, cajero y señor del aseo e todo el local, por esto se demoró tanto en atender a la chica. El hombre era rubio, tenía los ojos azules y usaba lentes, al ver su cuerpo, uno podía adivinar que practicaba boxeo.

El joven empezó presentándose, lo que le pareció muy extraño a Helena, ya que ningún mesero, limpiador o cajero lo hacía. Su nombre era Wilfred Walker. Luego se disculpó por la demora, la mujer las aceptó.

Pidió un plato de arroz con carne, no quería algo muy extraño. Para tomar pidió un simple jugo natural de naranja, ya que debía manejar.

Mientras esperaba su comida, escuchó unos fuerte sonidos provenientes de las ventanas del lugar, pero al ver los objetos, no se podía divisar nada extraño en estos.

Después de unos minutos, Wilfred llegó con el plato de Helena. La presentación estaba muy refinada y, si con solo la presentación la boca se quedaba hecha agua, ni halar del sabor, exquisito. Por esto, la chica llamó al mesero para pedirle ver a el chef. El chico respondió que aquello no era posible, debido a que él mismo no lo conocía, ni siquiera sabía el nombre de aquella persona misteriosa.

Esto extrañó un poco a Helena, pero luego se le olvidó y pidió otro plato, fideos fetuccini con salsa alfredo, también solicitó otro jugo natural, pero este no era de naranja, sino de durazno.

Nuevamente el plato estaba exquisito y el jugo tenía un sabor único. Y así fue pidiendo más comida y jugos. Por estos líquidos tuvo que ir al baño.

Al entrar vio que alguien estaba cerrando una puerta de un tocador, al principio le pareció raro, pero después lo dejo, pues estaba en un restaurante donde las comidas eran deliciosas y los jugos eran de los dioses, así que no debería ser extraño ver a otra persona en un local de comida de cinco estrellas, pero... estaba en el medio de la nada. A Helena no le importó y se dirigió a un baño.

A todo esto ¿Quién soy yo? ¿El cliente de afuera? ¿El mesero? ¿El chef? ¿La chica del baño? ¿Una persona que usa cámaras para espiar? La verdad, yo no importo.

Ésta es la primera parte de la historia (cuando escribí esto no le había puesto título).

Espero que halla sido de su agrado.

¡Una cosa más! Los capítulos son de 500 palabras a 1000.

Abrazos. Ciao S2.

El Restaurante En El Medio De La NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora