Sangre salía de sus ojos... perdía sangre y más sangre cada vez que lloraba. Helena Wood no sabía que hacer, no tenía magia, no podía pararlo.
La maldita Voz, como ella la llamaba, la había encantado o algo por el estilo. Estaba muriendo... o eso creía.
Porque no se sentía más débil ni tampoco se comenzaba a marear, estaba perfecta en todos los sentidos, excepto en el que se incluye que estaba llorando sangre... pero no era su sangre.
Estaba confundida, no podía ver muy bien debido a las lágrimas, esto la confundía más. No entendía lo que sucedía... ¿Por qué la Voz había hecho que llorara sangre si no era la suya? ¿No quería la Voz que ella muriera y sufriera? No lo entendía, no lograba comprenderlo.
Lo único que podía hacer, en ese entonces, era pensar y sacarle la lógica (si había alguna en aquel restaurante) al asunto. ¿De quién podía ser la sangre? ¿Habría alguien más en el restaurante?
Todos los que habían entrado habían muerto, vuelto a resucitar y muerto otra vez. Daniel... no, se había convertido en rana y muerto por la bruja que le había brindado tantos problemas a Helena... después la Voz, de alguna extraña forma, lo había resucitado en forma de hombre lobo, no había podido reconocer a la joven, la había atacado y violado, dejándola con un hijo (claro que eso no lo sabía Helena) y ella tuvo que matarlo para liberarse de él. Después estaba Elfías, el elfo, quien la Voz lo había llevado hasta allí y convertido en elfo sacándole toda memoria que poseía, lo había traicionado un hombre lobo en un laberinto que liberaba serpientes que mataban sacando la cabeza, Elfías lo había empujado hasta estas y después se escondió en el bosque donde encontró a la chica que le robó el corazón, como ya lo había hecho en otra ocasión. Después fueron al laberinto tratando de escapar, pero a Elfías le había picado una abeja mortal y de repente su cabeza se había desprendido de su cuerpo y había salido volando.
Así que... ¿De quién podría ser la sangre? ¿De quién? Helena se encontraba muy ensimismada en sus pensamientos para ver más lejos que su nariz. Demostraba a la perfección la ceguera humana en este tipo de situaciones.
¿De quién podría estar robando sangre la Voz, quien quiera que fuera (n) ésta? Porque Helena suponía que no se trataba de la Voz, él (ella, ellos o ellas) preferían una vida más cómoda y seguramente estuvieran torturando a otra persona, como ya lo habían hecho con ella.
¿Pero quien? ¿Quién podría ser el con mala suerte? Helena no escuchaba nada, estaba muy entretenida con sus pensamientos.
Tenía que llegar al fondo de esto, para poder ayudar a aquella pobre y desgraciada persona. Ella ya sabía lo que se sentía ser torturado y que jueguen contigo... era horrible. ¡Tenía que ayudarlo, tenía que ayudarlo! Era lo único que le cruzaba por la cabeza.
De repente fue como si hubieran prendido la luz y como si le hubieran sacado tampones de los oídos. Escuchó los gritos de ayuda de su amado... la sangre provenía de él.
Abrazos. Ciao S2.
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El Restaurante En El Medio De La Nada
Mystère / ThrillerHelena Wood recibe una invitación para ir a un restaurante ubicado en el medio de la nada. Cosas extrañas pasan en este. La otro, es que la historia es contada por otra persona, no Helena ¿Quién es? Nadie lo sabe...