Mientras todo esto pasaba con Wilfred, Helena ya estaba en el primer piso. Era de noche y todo estaba silencioso, lo que le asustaba un poco.
Continuó caminando con dificultada gracias a su pie de metal. Siguió explorando el lugar, en busca de aquella bolsa de un kilogramo de carbón.
Vio algo a la distancia, fue corriendo lo más rápido que pudo hacia él, para su mala suerte, era una bolsa de hierro de un kilogramo, esto la frustró bastante, lo pude ver por la expresión que puso en su adorable carita.
Siguió buscando por todo el restaurante, excepto la cocina que, obviamente, estaba cerrada. Después de dar vueltas y vueltas, ir de aquí para allá y explorar todos los rincones del lugar, encontró otra bolsa, para su pésima mala suerte, la bolsa era de carbón, sí, pero en ella solo había medio kilogramo de este mineral. Siguió buscando y rebuscando.
La probre Helena se cansó tanto que se sentó y luego miró al techo donde estaba el ventilador para que le llegue un poco de aire a la cara, arriba de este estaba la bolsa de un kilo exacto de carbón, ahora la custión era sacarla.
Sacó una silla de una mesa del comedor, la llevó por todo el camino de vuelta a la habitación donde estaba la bolsa del mineral tan preciado. Se subió con todas sus fuerzas a la silla, pero todavía no podía alcanzarla, así que tuvo que saltar para conseguirla. Sin querer ella aterrizó en su pie de metal, lo que casi le destruyó toda su pierna.
Cayó al suelo, llena de dolor y trató de soportarlo. De repente sintió a alguien detrás suyo, se dio vuelta y pudo ver a un hombre. Él era alto, de piel morena, ojos negros y su pelo era de un pigmento marrón a negro.
"Hola" dijo el chico. Helena respondió lo mismo. "Te voy a hacer una oferta, dame esa bolsa de carbón y podrás salir de aquí, ir a un hospital y curarte y lo que sea que quieras hacer allí afuera, aquí tengo las llaves" le dijo a la chica mostrandole las llaves. La joven le preguntó su nombre, el hombre no le respondió nada, lo que creó sospechas en la mujer. Luego pensó que era muy raro que la voz metálica no dijiera nada. Estaba muy segura que él o ella, lo que sea que sea, podía ver todo y escuchar cada simple palabra que se podía escuchar, por esto Helena negó con la cabeza al trato.
El hombre se enojó y le puso un cuchillo en la garganta a la chica. Ésta no reaccionó y lo dejó hacerlo, ella se había rendido, solo quería desaparecer, parar de luchar, dejar de sentir, escuchar el silencio, vivir en paz, deseaba felicidad, relajarse después de todo lo que había pasado, quería tranquilidad, quería, con todo su corazón, rendirse. Ella anhelaba todas estas cosas y la única forma de hacerlo era muriendo. Por esto, ella asintió con la cabeza.
Espero que les haya gustado el capítulo.
Abrazos. Ciao S2.
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El Restaurante En El Medio De La Nada
Mystery / ThrillerHelena Wood recibe una invitación para ir a un restaurante ubicado en el medio de la nada. Cosas extrañas pasan en este. La otro, es que la historia es contada por otra persona, no Helena ¿Quién es? Nadie lo sabe...