Capítulo 21

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No sé que me pasa. Dos semanas sin ir al colegio. Cero ganas de hacer gimnasia, limpiar la casa, cero ganas de nada.

Me siento tan mal, es una cosa que está en mi pecho. No puedo saber con exactitud qué es. Supongo que un poco por lo que viví a tu lado, un poco por mi viejito que ya no está, las peleas en casa, extrañar a mi hermana (que está de novia) pero es algo más, mucho más grande que eso... Es como si estuviese cambiando algo pero no sé que es.

Sé que duele... No me deja comer, ni dormir, ni vivir.

Lloro de la nada.

Todo el tiempo estoy de mal humor.

El chico de barrio me contiene, muchos besos y abrazos. De a poco se va soltando conmigo.

Lástima que tiene actitudes que me hacen dudar de si él de verdad valoraría lo poco que tengo para dar.

No sabes lo mal que me haría volver a tener una desilusión así. No podría soportar que él también juegue conmigo.

¿Es acaso mucho pedirle a la vida un segundo de paz? ¿acaso es mucho pedir un poco de amor? ¿tanto cuesta ser sincero y valorar lo, poco o mucho, que uno tiene para dar? ¿es acaso mucho pedir que paren esta tortura? Porque justo ahora me siento tan frágil y minúscula. Tan destrozada... Me siento nada. 

Como quisiera no pensar más... Estoy harta de pensar mil veces qué está bien y qué esta mal. Lo que debo y no debo hacer.

Harta de tener que cuidarme de la gente y lo que es peor, harta de cuidarme de los que dicen quererme.

Luz De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora