Capítulo 51

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Ese chico no puede hacerme sentir sentir nada. Es bueno y gracioso pero no me provoca el deseo de renunciar a la libertad que empiezo a conocer. Simplemente no me vuela la cabeza, un beso suyo se siente tan ordinariamente simple. 

La mayor parte del tiempo me siento dormida, todo es tan rápido que no tengo tiempo de procesar una cosa cuando ya pasa otra, tan ocupada en que los míos estén bien que no poseo tiempo de conocer alguien que me haga sentir viva.

Ansio una persona que con un beso me despierte, haciéndome sentir eléctrica e imparable, experimentar los latidos de mi corazón en mi garganta y la sangre bombear por mi cuerpo.

Quiero sentir la vida tiene color, no ser solamente una de las muchas personas del mundo caminando en automático; y que si la pasión y el deseo me quema, esa persona tan esperada y especial, este más que feliz de sentir que el ardor nos consume.

Necesito con quien sentir que soy yo y no la armadura que la mayoría ve.

Deseo alguien en quien confiar.

Exijo un hombre que no solo esté dispuesto a sentir ardor sino que también quiera sentir la conexión más fuerte de todas:  la del alma.

Alguien que ame mis sueños y metas, mis miedos e inseguridades, mis risas y mis lágrimas. 

Alguien que no se canse de escucharme hablar estupideces o temas serios.

Alguien que esté dispuesto a enfrentar a mi lado mis tormentos y lamentos.

Alguien que sea único, sin miedo a opinar diferente, me cuide y se deje cuidar, que me deje ver su alma, tan pura y deseosa de amor como la mía.

Anhelo presenciar cuando, por primera vez, desnude sus pensamientos más oscuros con un susurro en mi oído aunque también sea capaz de gritarlos. 

Quiero alguien capaz de  admitir sin vergüenza alguna que vive dormido y sin sentido, como yo, completamente listo para enmendar sus piezas rotas con las mías.

Luz De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora