Capítulo 9

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Mi noche no podía quedar ahí porque después de haber tomado tanto tenía que hacer lo que toda adolescente con retraso hace. Mandar mensajes. A las personas incorrectas.

Estando tan ebria no podía haber tenido mejor idea que mandarle mensajes a ese chico con el que nos vemos y besamos de vez en cuando. Envalentonada por el alcohol, le pregunté qué quería conmigo. Me dijo que no quiere nada, que no espere explicaciones de su parte, que no tenemos que enamorarnos.

Entonces ya con las cosas claras, le dije que no me estoy enamorando, ni de cerca, simplemente quería saber qué quiere para no ilusionarme de la forma en la que lo estaba haciendo. También le dije que quería saber eso para así tratarlo como otro del montón.

No quería que diga esas cosas y me pidió que no dejemos de vernos.

Le respondí siendo sarcástica, fría pero al mismo tiempo canchera y entonces él empezó a decirme que soy linda, soy suya, soy buena chica y que las cosas pueden cambiar, le encanta que sea sincera y directa... Una promesa vacía de que podía pasar algo.

No lo entiendo.

Porque dice una cosa y después, cuando lo trato como él a mí en cierto punto, automáticamente me llena de chamuyos. Él mismo lo dijo un día... Él no venía a verme para hablar, venía a verme para besarme y tener un poco de contención.

Entonces, flaco, de ahora en más así van a ser las cosas. Como vos las quieres.

No soy una mina tan directa pero sí soy sincera, fue culpa del alcohol. Aunque de cierto modo fue gracias al alcohol que me di cuenta como son las cosas.

Una lastima que no quiera nada, porque la verdad el chico me encanta, ojalá pueda jugar con fuego como él y no quemarme en el intento.

Luz De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora