Capítulo 30

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Lo desbloquee de todos lados y me habló. Como es costumbre con el chico de barrio, peleamos. Yo estaba dispuesta a hablarle bien si él la remaba un poco, pero no, él y su orgullo son imposibles.

No lo volví a bloquear, si lo hacía se iba a sentir más importante de lo que realmente es.

La cosa es que hoy lo soñé, en este sueño él estaba con otra chica y también me hablaba a mi. Traté de no darle mucha importancia y me preparé para ir al colegio.

Pasé toda la mañana en el colegio con mis compañeros, estudiando para una materia que debía aprobar (lo cual logré) y molestando un poco.

Cuando ya estaba en el colectivo camino a casa me puse a pensar en este sueño que tuve y básicamente en todo lo que pasó con él y como si lo hubiese invocado, apareció. Si, en el mismo colectivo que el mío.

Lo peor es que no me lo esperaba y me quedé en shock, mirándolo como estúpida con ganas de reírme amargamente porque no podía ser tanta la coincidencia y tanta mi mala suerte.

Nuestras miradas se cruzaron en el mismo instante, él se quería reír al igual que yo, dio vuelta los ojos y me dio la espalda... Primero me daba besos y abrazos, ahora es despectivo y me mira mal. Increíble.

Fue tan rápido y tan lento a la vez, todavía no puedo asimilarlo. Hoy el día conspiró en mi contra: lo soñé, lo pensé toda la maldita mañana y (como si no fuese suficiente ya) lo tuve que ver.

Ahora simplemente no puedo dejar de pensar en su cara al verme.

Lo que no puedo negar, aunque me sienta muy estúpida al escribirlo y quiera golpearme la cabeza contra algo bien concreto, es que estaba hermoso. Cuando me dio esa sonrisa arrogante no pude pensar en otra cosa que no sea en besarlo.

Ya sé, no aprendo más.

De vos no sé nada, tampoco quiero. Me acuerdo de vos cuando te escribo esto, pero no con melancolía como antes, simplemente porque por vos empecé a escribir.

Luz De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora