Capítulo 40

9 1 0
                                    


Navidad, dulce día de mierda.

Cómo expresar lo feo que fue ese día. Realmente el sentimiento de tristeza y desunión podría palparlo ahora mismo. Si, me esperaba algo malo, pero esto... Superó toda expectativa.

El lugar de mi abuelo estaba vacío, como los ojos de mi abuela, que solían brillar con alegría e ilusión. Mi padre, siendo un arrogante. Mi hermana y yo, impacientes por irnos. Mi hermano, siendo él... Nada parecía afectarle. Mis tías y primas hablando y riendo, ajenas a la incomodidad del momento.

Mi cuñado nos pudo traer a casa como a las cuatro de la mañana, no sé si te conté pero mi hermana y su novio ya pueden estar juntos. El problema es que mi padre no lo acepta. 

Bebimos alcohol, con unos amigos del barrio, hasta las ocho y pico.

El chico de barrio estuvo ahí, creo haber recibido un saludo "especial". Un abrazo de su parte, porque yo no hice por devolvérselo, demasiado impresionada para reaccionar a tiempo. Lo extraño pero de a poco asimilo que no es para mi.

Me acordé de vos, porque la navidad pasada no estábamos juntos, habíamos terminado unas semanas antes y como en la navidad pasada me pregunté si por un segundo pensaste en mi. 

Supongo que estuviste muy ocupado como para pensar en mi, ya que ahora sales con la que decías que era tu mejor amiga, aunque no sé si siguen juntos.

Te recuerdo como algo lejano, lo nuestro (si se puede llamar así), es algo lejano.

Te recuerdo como una enseñanza, de lo que los chicos son.

Te recuerdo como algo borroso, porque ya no distingo en mis recuerdos nada de lo que pasó.

Incluso te recuerdo como algo ajeno, algo que no me pasó a mi, pero creo recordarte lo suficiente para saber lo que haría de nuevo por amor y lo que no haría por la necesidad de no estar sola.

Luz De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora