Capítulo 15

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Después de llorarte me sentí mejor, como si una parte de vos se hubiera desprendido de mi ser, más tranquila y lista para tenerte cerca y hacer como si no sintiera nada.

Por otro lado te quiero contar que ese chico de barrio me sigue viendo. Muy poco, según él cuando tiene ganas; me aterra la seguridad que tuvo al decir eso, como si fuera obvio que no me voy a negar.

También me dijo, siendo más sincero, que no quiere verme seguido porque no quiere engancharse.

Ese día nos sinceramos los dos.

Yo le dije que quiero tener algo pero que no depende de mí, sino de él. Que es mejor para los dos no vernos muy seguido, así ninguno se emociona más de lo debido.

No fui totalmente sincera, tengo que admitir...

Ese chico me gusta. Sabe lo que hace, tiene cabeza para la calle, tiene códigos, tiene experiencia pero habla de su ex, de la chica esa que tanto lo marcó... Y no puedo evitar sentirme celosa, porque ella tuvo la oportunidad de estar con él.

No puedo evitar sentir que no cumplo con las expectativas, porque cuando habla de ella, lo hace como si fuese sagrado.

No puedo evitar sentir que vivo a la sombra de ella.

No puedo evitar sentirme como una más del montón porque si yo fuese como ella o mejor, él no daría tantas vueltas.

No puedo evitar sentirme triste, porque es tan raro que me fije en alguien y ahora que él llamó mi atención, lamentablemente, no puedo ignorarlo. Daría lo que sea por una oportunidad con él.

Triste porque él no ve algo especial en mi. Para ser sincera, yo tampoco puedo ver algo. Siento que me falta madurez o algo. A veces siento que lo que viví no es nada, no me sirvió de nada. Que no estoy definida como persona, que no me conozco.

Y por último me siento enojada, por no tener nada ante sus ojos que le haga darse una oportunidad de algo. Nada. Se cerró desde un principio.

Enojada porque me hace dudar de mi misma, como vos lo hiciste.

Enojada porque no sé si me está poniendo a prueba; si quiere que siga ahí a pesar de su rechazo o de verdad dijo lo que quiso decir.

Ahora estoy hecha un lío.

No sé si arriesgarme, seguir intentando, tratar de entrar en ese fuerte a prueba de todo que él mismo ha construido a su alrededor o si seguir de largo, evitando la posibilidad de ser rechazada e incluso lastimada y buscar a alguien más dispuesto a intentar algo.

Estoy hecha un lío porque una parte de mi quiere quedarse, porque no quiero otro, porque no hay dos como él. Sin embargo la parte más racional me dice que no sea tonta, que no sea una ilusa, que no piense que soy tan especial para lograr llegar a él y que me vaya, que no le hable, que no lo busque.

Una voz, en mi cabeza, me susurra que soy tan estúpida por estar así mientras probablemente él está tranquilo, fumando marihuana y mostrándole a sus amigos que me tiene, que se ríe de mí.

Y por un instante desearía no pensar más ni él, ni en vos, ni en nadie. Nunca más.

Luz De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora