●Regina●
No podía respirar. Algo me apretaba el pecho y no podía respirar por completo.
Abrí los ojos y lo vi. La vi.
-Estás aquí...- Murmuré para mi misma.
Estaba allí. Ya no tenía miedo a nada, sabía que iba a superarlo. Porque tenía a Emma.-Regina...- Sujetó mi mejilla con su mano. -¿Te encuentras bien?-
-¿Dónde estamos..?- Murmuré.
-En el hospital. Aquí estás a salvo, te lo prometo...- Apretó fuertemente mi mano. -Lo siento...lo siento muchísimo...-
-Estoy bien, Emma...- Negué sin fuerzas.
-Perdóname, tendría que haber sido yo...- Hizo un gran esfuerzo por no ponerse a llorar.
-Lo prefiero a la inversa.-
-Me da igual lo que digas, tú no te lo merecias.-
-¡Mamá!- Entró Henry y corrió a abrazame.
Casi me pongo a llorar otra vez al sentirlo entre mis brazos.
-Por favor, dime que te dejó al menos una manta...-
Él asintió y yo hice lo mismo.
Me incorporé con ayuda de la Salvadora y sentí el calor de sus brazos. Echaba en falta ese calor.Me dieron el alta por la tarde. Emma me vació el armario para que decidiera qué ponerme y a cambio tuvo que cargar con las bolsas al volver a casa.
-Ya subo yo a dejar las bolsas.- Se ofreció. -No subas las escaleras.-
-Emma, es solo una torcedura.- Recordé.
-Me da igual.- Lo hizo de todos modos.
Yo suspiré una sonrisa. Dios, como la echaba de menos...
-Mamá...- Pronunció Henry cabizbajo. -Siento mucho haberme ido de allí sin ti...-
-¿Que? No...- Me agaché a su altura. -Hiciste lo que debías...-
-Pero...-
-Pero nada.-
-Podría haberte ayudado.-
Me dio un vuelco el corazón. -Henry, me ayudaste... Si no se lo hubieras contado a Emma, no me habrían encontrado...-
-Pero yo...-
-Me salvaste, Henry... Fuiste mi pequeño príncipe...- Se abrazó a mi con fuerza. -No lo dudes, jamás...-
-Perdona...-
>>Tres meses después...
○Emma○
¿Finales felices? Que curioso, nunca llegué a creer realmente en ellos, pero fueron lo único que ansié durante años.
Esa mañana abrí los ojos poco a poco, sintiendo un peso que debió de ser el causante de que me faltara el aire en mi sueño. En seguida distinguí la figura de la alcaldesa, que más que tumbada a mi lado, había acabado aferrada a mí. Sentí su respiración en mi costado, bajo mi brazo derecho. Sus ojos seguían cerrados, pero se movían con rapidez bajo los párpados. Toda la casa olía a ella, y era maravilloso.
Nunca acabaría, ¿verdad?
Besé su frente y eso la hizo despertar entre murmuros.
-¿Qué hora es?- Mustió.
-Hora de levantatse.- Respondí en una sonrisa.
-¿No podemos quedarnos así un poquito más?-
-Claro.-
Cada mañana el mismo ritual. Cada mañana tengo la suerte de que lo primero que veo al abrir los ojos, sea su rostro.
Se acabó la historia, amigos😆. Pronto empezaré con otra. Espero que os haya gustado😉.
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Lost Girl
Fanfiction¿Un final feliz? ¿Qué es eso de un final feliz? No hay para la Salvadora, no hay para la Reina Malvada. Al menos no hasta ahora. Puede que ese vacío que Emma Swan siente se pueda llenar de algún modo...