Viviendo Con Mi Hermanastro

Capítulo 35.

Ya habían pasado tres horas de viaje, estábamos en un avión rumbo a mi otra ciudad. Me encontraría con mi familia, pero eso no quita el gran vacío que tengo.

— Paula, mi novia nos verá allá, ya quiero que la conozcas. Se van a llevar muy bien.

Por muy feliz que este por mi hermano por encontrar a alguien, se que muy dentro el ama a Emma, y ella a él.

— Y Emma?

Pregunté. Este se sorprendió por la pregunta.

— Qué ocurre con Emma? — Respondió no dándole mucha importancia.

— Oh vamos Simmon, no me puedes negar que sientes algo por ella, yo lo noto.

— No siento nada por ella. Yo amó a mi novia y así será para siempre. — Su tono se volvió seco, así que decidí no indagar más el tema.

Mi celular comenzó a vibrar. Me levanté del asiento y me dirigí a l baño.

— ¿Hola?

— Paula.

— ¿Quien es?

— Ethan.

Me sorprendió que Ethan me estuviera llamando.

— ¿Que mierda quieres? ¡Por que te advierto que tú, Megan y Mattew ya me arruinaron completamente mi vida!

— No.. N

— Ni te atrevas a volver a mi vida por que te juro que te mato!

— Necesito que me escu...

—¡Ya deja de molestar!

— Megan secuestro a Mattew.

— ¿Qué? No no puede ser, el me dejò una nota y...

— Todo era falso, Megan lo obligó a decirte otras mentiras.

— ¿Y por qué te tendría que creer? Hasta donde yo sé tú estabas con ellos.

— Escuchame, te voy a explicar todo. Pero no por teléfono, necesito que nos veamos.

— ¿Como se que no me vas a secuestrar?

— No soy tan malo como crees, sé que estas embarazada.

Y si, yo tenía mis dudas. No quería arriesgarme.

— No estoy en Los Ángeles, estoy viajando a Londres.

— Lo sé, yo también.

— Espera, ¿Qu..

— Te llamaré cuando estés en Londres.

Y me colgó.

Salí del baño y camine por el pequeño pasillo hasta encontrar mi asiento. Cuando por fin lo encuentro, mis ojos sé conectan con los de Simmon que me mira preocupado.

— Paula, ¿Estas bien? ¿Donde estabas?

— Sólo fui al baño — Respondí sin darle mucha importancia.

Este asintió no muy convencido luego luego se puso a escribir en su móvil, a su novia, seguro.

...

En cuanto bajamos del avión, vimos el auto de mi madre esperando por nosotros.

Nos acercamos a él y cuando nos faltaban tan sólo cinco pasos una mujer que conozco muy bien sale de allí.

Mamá.

— ¡Hijos! ¡Que lindo tenerlos a los dos juntos! — Exclama y nos abraza a los dos.

De un momento a otro, Mamá baja la mirada encontrándose con mi barriga donde se encuentra su nieto.

— ¡No es posible! ¡Tú vas a ser mamá! — Grita para luego abrazarme nuevamente.

Yo sonrió al ver su reacción.

— ¡Felicitaciones mi niña! Se que no va a ser nada fácil porque eres joven, pero yo te ayudaré siempre al igual que Mattew ¿No?

Mattew.

— Eh si, el tambien me va a ayudar — Trató de formar una sonrisa.

Ella sonríe.

— Bueno niños, suban al auto. — Nos señala la parte trasera.

Una vez en la casa, Simmon y yo fuimos a nuestra habitación.

Si, nuestra habitación.

La casa es muy grande, pero las mujeres que limpian pensaron que sólo venía yo y limpiaron sólo una habitación.

Me acosté en la cama, aprovechando que Simmon se fue a la cocina y acariciar mi barriga.

Tenia que comenzar a pensar nombres.

— ¡Paula! — Entra Simón gritando.

Me levantó rápidamente de la cama y con el ceño fruncido

— ¿Qué ocurre?

— No adivinaras quien está aquí — Dijo divertido.

— ¿Quién?

— Es alguien que siempre quisiste mucho.

¿Alguien que yo quiero mucho?

Ah, ya sé.

— ¿Justin bieber?

— Definitivamente no soy Justin Bieber, pero soy mucho más guapo.

Holden.

— ¡Holden! — Me abalanzó hacia el y le doy un fuerte abrazo.

— ¡No fuiste capaz de avisarme que te ibas de Los Angeles! — Contestó indignado.

— Fue algo rápido, no se porque Simmon quiso venir tan de pronto.

— Bueno chicos, los dejó, voy a buscar a mi novia. — Habla Simón.

— Eae, el cachorro tiene novia. — Le contesta Holden despeinandolo.

— Estupido — Responde este y se va.

— ¿Y como estuviste estos dos días sin mi? — Le preguntó a Holden, prácticamente el se convirtió en mi mejor amigo.

— Fuero días muy lindos, no tuve que llevarte comida a todas horas.

Me lleve una mano al pecho en forma de indignación.

Este sonrió.

— Paula, ya te lo dije y te lo voy a volver a decir, sé que cuando nos separamos prácticamente nos odiabamos, pero en el fondo, se que te quiero mucho, no como novia sino como amiga, para cualquier cosa que necesite vas a poder contar conmigo. Te quiero.

— Holden, es muy hermoso lo que dijiste, yo también te quiero mucho amigo. — Lo abraze.

— Sólo me dices eso para que te traiga comida. — Dice riendo.

— En parte si — Digo y luego rió — De verdad idiota, te quiero.

Pasamos la tarde viendo películas en mi habitación, y en la mitad de la quinta película alguien toca la puerta.

— PASE — Grité.

— Paula, Holden. Vengan a conocer a mi novia.