Capítulo 8

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Estábamos tan cerca, me tomó de la cintura y unió nuestros labios. Yo lo seguí hasta que...

Su móvil comenzó a sonar.
¿Debía ser en este momento?

SI. Porque eso no debía haber pasado.

Cállate, consciencia maldita.

Luego de un largo rato donde ninguno de nosotros se acercó a responder la llamada, el móvil comenzó a transmitir el texto de voz.

Soy Megan, necesito que vengas a mi casa, es importante. Debes comprar un test de embarazo.

Sentí como mi corazon se estrujo. Nuevo sentimiento. Me separe de Mattew y subí corriendo a mi habitación y la cerré con llave. Me acosté, sintiendo las lagrimas que caian sobre mi cama.

¿Que carajos pasó?
¿Que ocurrió?

Me dijo que le gustaba, y le admití que yo también y luego tengo que escuchar que dejo embarazada a una chica? Si buscaba dañarme, lo había hecho.
Pasaron las horas, Matt no dejaba de tocar mi puerta pidiéndome que le abra, que me explicaria. No podía abrirle, me sentía mal.

Luego de escuchar el sonido de la puerta de salida, me asomé a la ventana viendo a Mattew salir en su coche. Seguramente iría a ver a esa tal Megan.

Tome mi movil y mis llaves y me dirigí hacia la casa de Eva. Cuando llegue, por suerte me atendió ella. No se que hubiese hecho si me atendían sus padres, tenía la cara muy roja de tanto llorar y tendría que enfrentar preguntas que me harían.

— Oh Paula, te ves muy mal — Dijo Eva dándome paso a su casa. Para mi suerte sus padres no estaban. O eso creo.

Subimos a su habitación y le conte todo. No pude evitar llorar. Le tuve que contar que "Megan" le pidió un test de embarazo. Mientras le contaba todo a mi amiga no podía evitar llorar a mares.

—Lo siento, Paula. Es algo terrible, pero no entiendo... ¿Por qué te afectó tanto? No se conocen hace mucho... no creo que estés enamorada de él.

— Lo se, amiga. No estoy enamorada, tampoco es que lo conozco tanto. Pero desde que me beso, me entregue a él... jamás con ningún otro chico. Esto que me paso con él fue fuerte. Y luego... esa noche. Fue mi primera vez, y tal vez me siento muy decepcionada por eso, le entre mi virginidad a un chico que no lo merecía. De todas formas, debo olvidarlo. Fue mi culpa esto, no debí comenzarlo.

— Ya no llores...—  Dijo mi amiga dandome un abrazo– Lo superaremos juntas, como lo haremos siempre.

Solo me limite a asentir. Nos pasamos toda la tarde viendo películas románticas y llorando con los finales tristes. Cuando terminamos de ver seis películas tocan la puerta de la habitación de Eva

—Adelante—Dijo Eva sentándose en la cama.

—¡Hola chicas!– Saludó la madre de Eva entregando una bolsa a mi amiga y saliendo de la habitación.

Eva abrió la bolsa y sacó de ella un paquete de toallitas femeninas y tampones.

En el momento que vi eso, recordé algo. Muy importante.

Corrí hacia mi movil y seleccione mi calendario. Me quedé mirando detenidamente el celular. No puede ser. No ahora. No.

Eva se percató que algo me sucedía y se acercó rápidamente...

—Paula, ¿Qué tienes?– Dijo mirando mi celular. Pero estoy segura que no comprendió.

—Bueno, no es algo seguro, estuve con Mattew hace cuatro días, pero mi calendario menstrual dice que me tendría que haber venido hace exactamente cuatro días...– Dije con la voz quebrada.– y aún no ha venido. ¿Debería preocuparme?

—Mierda— maldeció— Bueno, tranquila, cuatro días no son nada, recién deberías preocuparte cuando se llegan a loa siete días...

De todas formas, como ya me conocen, soy muy sensible, así que fue inevitable no llorar.

Hola queridos lectores!
¿Ustedes que creen?
¿Esta embarazada?
¿O solo coincidência?

Viviendo Con Mi HermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora