Capitulo 5

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MATTEW

— Lo que escuchaste, Dylan Stones me trajo, al parecer te conocía. — dijo Paula— me pregunto si era tu novia...

— Paula, no quiero que te acerques a el, es mi enemigo, no nos llevamos bien. Larga historia.

No le puedo contar a Paula la verdad, deseo contarle de lo que es capaz ese idiota, pero ahora el sabe que vive conmigo y probablemente se va a meter con ella para hacerme la vida imposible. Me acerqué y la abracé. Al instante me inundó ese perfume que llevaba. Era tan rico... se sentía igual al que usaba mi madre. Baje mi mirada y note que estaba temblando. Me saque mi Sweater y se lo tendi. Ella sonrió y se lo puso enseguida. Se veia triste, con los ojos llorosos y luego su... boca. Realmente no se si fue el momento vulnerable que estaba teniendo, pero no me controle y tome su rostro y le di un beso en los labios.
¿Que estás haciendo idiota? Me dije a mi mismo. Acababa de llegar y ya la había cagado. Es mi hermanastra, pero la tentación me invadió y continúe besándola. Sabia que me arrepentiría de esto.
Lo más extraño, fue que al comienzo ella se quedó sorprendida pero luego, sorpresivamente, siguió el beso.

Mierda

Debes separarte ahora, Mattew.

—Lo siento— dije cortando aquel beso— realmente no me pude contener, te vi así y no me pude contener. Eres hermosa— dije y ella se sonrojó y eso solo provocó que vuelva a besarla. Pero inmediatamente me separé— pero no lo volveré a hacer, llegaste ayer y ya la cague... no debí besarte, lo siento.

— Lo se, yo también lo siento... supongo que también me deje llevar por el momento, pero somos hermanastros y hace no más de un día o dos nos conocemos...

Es mi hermanastra, no puedo seguir este jueguito. Si fuese cualquier chica si, no me importaría besarla a los cinco minutos luego de conocerla. Pero esto se me iba a ir de las manos. Paula era hermosa, pero si seguía con esto, olvidaría completamente que somos hermanastros y no me poder controlar.

—Debo irme — le hablé secamente, no queria tratarla así pero esto se iba a salir de las manos. Nadie aceptaría que dos hermanastros estén juntos, y esto, solamete era diversión. Nada más.

Ella asintió. Me dirigí a mi habitación y luego de un rato, oí la puerta de su habitación cerrarse.
Toda la noche pensé en ella. No se que diablos me pasaba, la conocía hace dos días, ¿Como se me ocurrió besarla? No debía pensar en ella, yo solo quiero divertirme. Supongo que en parte, me enloquecía saber que esto estaba prohibido y por eso, me daba muchas ganas de hacerlo.

Alrededor de las once oí nuevamente su puerta abrirse y volver a cerrarse, luego escuche un coche, me asomé a la ventana y vi como Paula se metía en el coche de su amiga Eva. ¿Donde iría?

PAULA
— Debo irme— dijo Mattew. No entiendo lo que le ocurría, hace unos minutos nos estábamos besando y luego se va. No me mal interpreten, ese beso fue un error. Pero no entendí su actitud cambiante. El era el típico chico malo que no le importaba romper las reglas.

Subí y me tire en mi cama. Estaba tan cansada y tan confundida. Yo no era una chica que andaba por la vida besando a cualquier chico, pero había algo en Mattew que me hacía querer hacerlo, lo conocía hace dos días  y de alguna forma lo deseaba. Pero ¿Que estoy diciendo? Es mi hermanastro.

Recibí un mensaje.

Eva
Paso a buscarte en quince minutos, vamos a una fiesta.

Paula
Esta bien, justo lo que necesito.

Me cambie el atuendo y sentí la bocina del coche de Eva y salí. Allí le conté lo que paso con Mattew.

— Realmente no se que le ocurre, me besó y me gustó, y luego se va...

—Creo que es bastante obvio, Paula. Le gustas, por eso te beso.

— ¿Y por qué se fue?

— De seguro debe sentir miedo de lo que puedan opinar sus padres.

— No lo se, solo sacame de aqui— ella asintió y nos encaminamos a la fiesta. Nos divertimos muchísimo, también bebimos bastante, esta bien, solo yo bebí, Eva debía conducir.

Al salir de la fiesta me dejó en la casa. Abrí la puerta y ahí estaba Mattew, sentado en la sala. Casi no podía caminar, veía doble. Llegue hasta él y me caí, claro que me ayudó y me llevo hasta mi habitación.

— Que descanses Paula— dijo dirigiéndose a la puerta.

— Quédate, por favor. — El se acercó dudoso y se recostó a mi lado. Debía hacer algo, si estuviera en todos mis sentidos jamás lo hubiera permitido, pero que importaba en este momento. Me giré y comencé a besarlo.

—Paula... estás borracha— dijo separándose de mi— no quieres esto, o al menos, no debes. No podemos...

—Claro que quiero— dije inesperadamente y lo besé de nuevo.

¿Esa soy yo?
¿Realmente yo dije eso?

—No podré parar luego...— me advirtió separándose nuevamente.

—No quiero que pares.

¡¿PAULA?!

Mi consciencia me estaba matando, pero yo en ese momento estaba fuera de mi. No podía pensarlo.

•••

A la mañana siguiente me despierto con un dolor de cabeza tremendo. Miro a mi lado y estaba Mattew, pero eso no era lo peor, lo peor era que estaba completamente desnuda. Y el también lo estaba

Me levante de un salto y corrí hacia el baño.
No no no no no no.
No podía haber pasado.
¡¿Que hice?! ¡¿Que hicimos?!

No lo podía creer, estaba demasiado confundida. Comencé a desesperarme ¿Qué diablos había pasado? Quería recordar y no podía, mierda. SALÍ del baño y corrí a vestirme. Luego, fui donde Mattew también se estaba levantando.

—¡Mierda, Mattew! — grité— ¡¿Que mierda hemos hecho?!

—Por la noche estabas muy encendida...

Diablos. Quería morir. Comencé a recordar algunas cosas y la vergüenza me carcomía la consciencia. Quería desaparecer de allí en este momento.

— ¿Lo hicimos, no?— pregunté, pero sabia que la respuesta era afirmativa, porque comencé a recordar algo. Este asintió, de todas formas.

— ¿Seguro, seguro?— volví a preguntar.

— ¿Por qué te mentiría? ¿No lo recuerdas?

— Recuerdo que pedí que te quedaras, y algunos fragmentos...

— Estabas jodidamente borracha, por eso no recuerdas. Pero vamos, solo tuvimos un poco de diversión y ya, no debes preocúparte. Podemos olvidar esto. No es como si nadie se acostara con alguien a los dos dias de conocerse...

—¡Pero somos hermanastros, Mattew!

—¡Pero no hermanos, Paula! Pero si tanto te preocupa, no volverá a pasar. Solo tomalo como que fue una noche más y listo. No fue nada del otro mundo. Es diversión, tenemos permitido divertirnos y a veces, equivocarnos...

Me acosté con Mattew. No lo podía creer. Me adíate con Mattew. Yo era virgen... y ya no lo soy, y ni siquiera lo recuerdo. Lo único que recuerdo perfectamente, y que me siento terriblemente culpable, es que me gustó.

Me gustaba Mattew, no de la forma literal, pero había algo que me atraía. Pero estaba claro que yo a él no, acaba de decir que fue solo diversión...

Viviendo Con Mi HermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora