Capítulo 9: Certeza

1.7K 242 23
                                    

Capítulo 9: Certeza

.
.
.

—Disculpe.

Se disculpó al chocar con alguien desconocido, aunque no tenía por qué hacerlo pues él no había tenido la culpa. Sin embargo, ese chico no parecía tener pinta de querer pedir perdón, menos delante de sus dos amigos.

Lo que menos quería era problemas, pero parecía que la suerte no estaba de su lado.

—Pero que tenemos aquí, un criajo —dijo con burla—. ¿Crees que una disculpa será suficiente para perdonar que te pusieras en mi camino?

Tsuna no respondió. Sabía que era mejor no hacerlo, y su instinto le gritaba que se largara de ahí lo más rápido posible.

Miró con desesperación por encima del hombro del que sería su futuro agresor, rogando para que Reborn se diera prisa. Repentinamente le había entrado sed, y aunque sabía que lo hacía para fastidiarle, había dejado que entrara solo a aquel supermercado 24 horas para que comprara algo de beber.

El azabache le había preguntado si estaba seguro de querer quedarse fuera él solo, ante lo que respondió afirmativamente con vehemencia.

¿Sería eso lo que llamaban karma?

—Nos divertiremos un buen rato contigo.

La sonrisa de quien parecía el mejor amigo del tipo al que había molestado no le parecía nada agradable.

Era una avenida poco concurrida, y por tanto no había a quién pedir ayuda. Le lanzaron contra una pared cercana, acorralándole entre los tres.

El joven temblaba de puro miedo, pegándose todo lo posible al muro que tenía detrás, sin escapatoria.

Cerró los ojos, poniendo sus brazos en posición defensiva, esperando algún golpe, mientras rogaba porque un milagro pasara para que sus agresores se desvanecieran.

Segundos después, pudo escuchar un familiar sonido silbante, que reconoció como un disparo hecho por Reborn al haberlo oído anteriormente. Esperanzado, abrió sus orbes avellana para encontrarse con el azabache y agradecerle su ayuda.

Al hacerlo, no esperó encontrarse con tal panorama como el que contemplaba con una clara expresión de asombro en su rostro.

Los que instantes anteriores trataron de agredirle estaban inconscientes en el suelo, con alguna herida grave pero nada mortal. Aunque estos fueron ignorados casi por completo, pues Tsuna centró su atención en los dos azabaches que tenía en frente, los cuales marcaban distancias tras un posible primer combate.

¿Pero a qué velocidad se movían para haber derrotado a ese trío y pelear en lo que abría los ojos? ¡Solo los había cerrado tres segundos a lo mucho!

—¡Hiee! ¡Cuidado!

Se agachó por puro reflejo para esquivar una bala, que iría derecha a su cabello castaño, quemando las puntas.

Ambos parecieron recordar su presencia en el momento en el que gritó, pues los dos le miraron al mismo tiempo con una expresión que hizo temblar fuertemente a Tsuna.

—Veo que estás bien, Dame-Tsuna —dijo Reborn, esquivando un nuevo ataque por parte de su rival.

—Herbívoro, no te metas —advirtió el otro, saltando para esquivar un disparo, el cual cambió de trayectoria gracias a otra bala disparada con suma certeza y acabó por rozar su mejilla.

ConnaîtreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora