Niñera Y ¿¡Espía!?

Capitulo 23

Taylor caminó por las calles olvidándose por completo de algo, ¿a donde iría?

Algunos truenos la hicieron mirar al cielo en donde rápidamente su rostro comenzó a mojarse por las gotas que caían, bajó lentamente la cabeza y suspiró.

Estaba sola, no tenía un hogar, sabía perfectamente que no podía regresar a casa de Lorena después de lo ocurrido con Margaret. Y lo más importante: la lluvia la acompañaría en su camino en busca de algún lugar en donde quedarse.

Luego de que caminara lo suficiente y quedara empapada por la lluvia llegó a la casa de la única persona que pensó que podría ayudarla, al menos hasta el día siguiente.

Dio pequeños golpes a la puerta y esperó a que la abrieran, segundos después fue abierta dejando ver a la rubia que se encontraba en pijama.

—Taylor—sonrió—¿que haces aquí?

—ayudame Ruth.

*****

—ya estarás contenta ¿no?—Max estaba tan enojado con su madre por lo que acababa de hacer.

Se suponía que el problema era con el, ¿por que tenía que irse contra sus hermanos?

Ya había soportado tantas cosas pero eso no lo podía soportar y mucho menos estaba dispuesto a perdonarla.

—tu estas castigado así que mejor no digas nada,—dijó la mujer leyendo una revista mientras se recargaba en el sofá—intentare conseguirte un instituto, claro no como ese,—lo miró fulminantemente—no hay otro igual.

Max la miró de la misma manera y se marchó para subir inmediatamente las escaleras, los sollozos de la pequeña eran imposibles de no ser escuchados. Max no podía soportar eso y finalmente entró a la habitación la cual se encontraba abierta.

Su pequeña hermana se encontraba sentada en el suelo sollozando con ambas manos en su rostro, eso le partía el corazón a Max, el nunca pensó que alguien llegaría a ser tan importante para sus hermanos.

—¿que pasa?—preguntó sentándose a un lado de la castaña.

—Taylor—susurró entre sollozos la pequeña.

Era injusto lo que le sucedía, ¿por que? ¿Por que si sabían que eso pasaría la contrataron? ¿Y por que dejaron que se encariñara con ella? ¿Por que tenían que hacerle algo como eso? ¿Por que?

La vida era tan injusta y eso Valentina lo tenía muy en claro.

Max cogió la cabeza de su hermana y la llevó a su pecho mientras la abrazaba.

—ya pequeña, todo va a estar bien.

Max era un mentiroso, por que el ni siquiera sabía lo que sucedería.

El castaño suspiró abrazando a su hermana mientras llevaba su vista al techo.

Algo que tampoco se imaginó era que el la extrañaría como a nadie mas y que se convertiría en una parte especial de su vida.

Dos semanas habían pasado después de lo ocurrido.

Axel y Max estuvieron a cargo de sus pequeños hermanos y del abuelo, Valentina había acabado con su felicidad para sustituirla por una tristeza inmensa.

Alan no podía deprimirse o eso le llevaría consecuencias muy graves y el no lo quería, ya que el sabía que Taylor regresaría, todas las mañanas al despertar bajaba a la planta baja y se quedaba observando la puerta de entrada esperando a que la castaña llegará para que el pudiera ir a abrazarla.