Capitulo 26

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Había pasado una semana de que Max había terminado con Taylor. Ruth había sido la única en estar con ella y acompañarla en su dolor.

-¿estas mejor?-pregunto la rubia mientras mordía un trozo de pizza.

-si-encogió los hombros-bien dicen que todo pasa por algo.

Taylor sentía dolor pero ella misma sabía que no podía llorar, no sentía la gran necesidad de derramar lágrimas por algo que desde un principio supo que no duraría.

-quiero helado de chocolate-Taylor rió ante el comentario de su amiga.

-te acabas de comer una pizza completa, ¿cual es tu necesidad de comer de esa manera?

-hieres mis sentimientos Taylor-se quejo la rubia levantándose del sofá para ir a la cocina en busca de un poco de helado.

Los días pasaban lo mas pronto posible.

Cada vez que Max y Taylor se encontraban se dirigían a diferentes direcciones tratando de evitarse, así sería mas fácil olvidar el uno al otro.

Ruth había estado comportándose muy extraña, no había vuelto a ver a Axel y según ella eso era lo mejor así ya no le causaría ninguna clase de daño ni volvería a jugar con ella.

Jake animaba cada vez más a Cárter para que le dijera a Taylor lo que sentía, el aún no estaba de acuerdo con eso pero el era su amigo y si eso era lo que le hacia feliz entonces el lo apoyaría.

-¿me llevas a tomar un helado?-pregunto el pequeño Alan observando a su madre quien conducía el auto.

Mientras que por otro lado Miriam decidió cuidar de sus hijos por que según ella no podía seguir en viajes así que lo único que le quedaba era cuidar de sus pequeños e intentar cambiar por el bien de todos.

La mujer había cambiado un poco y reflexionado por la forma en la que había tratado a Taylor, estaba arrepentida pero eso le daba la oportunidad de pasar mas tiempo con sus hijos aunque sabía que la muchacha merecía una disculpa de su parte.

-no puedes comer nada dulce-estacionó el auto en un lugar apartado y miró a su pequeño hijo.

-la bruja te odia-susurró Valentina obligando a que ambos la miraran.

-Valentina-le llamó la atención su madre-ya te dije que no me llames así.

-¿como te puedo llamar entonces?-preguntó mirándola.

-soy tu madre así que me debes respeto, dime mama..-no término de hablar por que la niña bajó del auto dejándola hablar sola.

Alan abrió la puerta del auto y bajó corriendo tras su pequeña hermana para ir con sus hermanos.

-Val-habló el pequeño rubio pero la niña lo ignoró y comenzó a correr-¡Val!-el niño corrió tras su hermana para alcanzarla.

Lo cual fue inútil por que la niña lo ignoró por completo y siguió corriendo, Miriam se percató de lo ocurrido y bajó del auto caminando apresuradamente tras los niños.

Valentina aún seguía enojada y no quería hablar con ese niño que decía ser su hermano mientras estuviera de parte de la bruja que tenía por madre.

Alan se detuvo al sentir mucho cansancio y no poder seguir corriendo, respiró profundamente y soltó el aire, respiró profundamente y soltó el aire y eso hizo por varios segundos hasta que sintió que no pudo mas, la respiración ya no estaba en sus pulmones.

Su nariz se había tapado y comenzó a respirar por la boca sintiéndose muy débil y su corazón latir aceleradamente mientras el miedo se apoderaba de el. Llevó una mano a su pecho al sentir que se ahogaba y sin poder más cayó al suelo para comenzar a ahogarse por la falta de oxígeno.

Niñera Y ¿¡Espía!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora