-Eh Choromatsu.
-¿Qué quieres, demonio?
-¿Hacemos un trato?
-Depende.
-Si consigo algo de ti, pierdo mis alas ¿sí?
-¿Y qué quieres conseguir?
-Un beso.
El dios lo único que pudo hacer fue reír.
-¿En serio quieres perder tus alas por un beso?.-dijo entre carcajadas.
-Puede...
El dios cogió el demonio de sus ropas, específicamente de la parte del cuello, y con fuerza, lo atrajo hacia él y plantó un forzoso beso en sus labios.
-Perdón por la interrupción, pero mientras os estáis besando, en el infierno alguien está haciéndose más fuerte.-interrumpió el momento la hermana.
-¡Por fin!.-gritó el brujo casi tirándose al suelo del alivio de haber conseguido llegar a la cima.
El dios y el demonio se separaron rojos de vergüenza.
-Cuanto poder....-susurró Todomatsu sintiendo toda la energía del lugar.
-¡Es bonito!.-gritó el angelito ante tan maravillosa escena.
El lugar tenía columnas estilo romano, una especie de lago con nenúfares como dije anteriormente, como si fuera un templo antiguo.
-¿Y que vas a hacer, Todomatsu?.-preguntó Choromatsu.
-Un conjuro, claramente.-contestó como si la idea hubiera sido algo obvio.
Todomatsu comenzó a hacer el conjuro, el cual tuvo que memorizar la noche anterior. Empezó a decir el conjuro, en latín, cogiendo un bote de su bolso con un líquido rosado en el interior, virtiendo una gota en el suelo, haciendo un gran agujero a sus pies, cayendo a lo que, obviamente, era el inframundo.
-¡Es seguro!.-gritó para que los demás bajarán.
El primero en bajar fue la Lujuria, luego la hermana Ichimatsu, el ángel caído y finalmente el dios.
-¿A dónde debemos ir?.-preguntó el angelito.
-Hm... Según parece estamos cerca de la biblioteca.-dijo Osomatsu mirando al rededor.-Esta un tanto alejado de lo que es en sí un "pueblo" , pero es muy útil, creo que nuestra primera parada va a ser ahí.
-¿Por qué?.-preguntó Ichimatsu.
-Aunque el comunicador esta en el templo, este esta ahora mismo siendo controlado por Tougou, por eso necesitamos ir a la biblioteca, en el sótano hay otro comunicador, así podré contactar con los demás Satanases para ver si estar al corriente o si ya ha estado el Orgullo allí.-explicó la Lujuria.
Todos asintieron y caminaron hacia la biblioteca, viendo que está estaba cerrada con maderas en puertas y ventanas.
-¿Y cómo piensas entrar, genio?.-preguntó el dios quejándose al satanás.
-Volando, obviamente.-respondió Osomatsu, cogiendo al dios como si fuera una nueva y volando hacia la cima de la biblioteca donde había una ventana sin tapar.-Cubrete.
-Espera, ¿qué? ¡AAAAAAH!.-gritó el dios al sentir la velocidad del viento en su cara, golpeandose después de romper el cristal, cayendo al suelo de madera.
-Ahora vuelvo, querido~.-dijo burlón volviendo a volar hacia abajo, cogiendo al resto de gente y subiendolos a la azotea de la biblioteca.
-¿Por qué soy el único que se ha golpeado?.-preguntó Choromatsu levantándose del suelo.
-Porque has sido el primero.-dijo la hermana.
-Ahora hay que bajar.-dijo Osomatsu, recibiendo miradas de parte de los demás.-¿Qué?
Se acercaron a las escaleras y empezaron a bajarlas, cuatro plantas llenas de libros y más libros, Todomatsu siendo el único que se dignaba a parar para leerlos u ojearlos un poco, aunque simple le cogían y lo arrastraban para bajar y llegar al sótano, donde se encontraba el comunicador.
Finalmente llegaron al sótano, con todavía más libros.-¡Bien! Ahora hay que encontrar las partes.
-¿Qué partes?.-preguntó Jyishimatsu.
-El comunicador consta de tres partes, la base, algo parecido a un aro y un bote donde hay un líquido mágico para abrir la comunicación.-explicó Osomatsu.
Todos se pusieron a buscar, lo más fácil de encontrar la base, después el aro, el cual se colocó encima de la base, y lo más difícil de encontrar, el bote con el extraño líquido.
Colocaron todo, y la comunicación empezó.-¿Si?.-preguntó el Satanás desde el otro lado del comunicador.-¿Osomatsu? Pensé que habías desaparecido.
-Lo había echo, Akamatsu, pero ya he vuelto, ahora necesito saber cuales gobiernos no ha conseguido llegar Tougou.
-La Envidia ha sido capturada, y mi gobierno todavía está a salvo, el resto han caído o están encarcelados en tu gobierno.-respondió el Satanás al otro lado, en este caso, el de la Avaricia.-Por cierto, llegó un nuevo demonio.
-¿Sí? ¿Quien ha muerto?
-Tu amada monja que está a tu lado, lo sabe.
Y entonces todas las miradas giraron a Ichimatsu.
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El Caos Religioso
FanfictionAl igual que hay un Dios, al igual que hay un Satan, un diablo puede cambiarle la vida un Dios y un demonio puede cambiarle la vida a un ángel.