Capítulo 8

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-Eh Choromatsu.

-¿Qué quieres, demonio?

-¿Hacemos un trato?

-Depende.

-Si consigo algo de ti, pierdo mis alas ¿sí?

-¿Y qué quieres conseguir?

-Un beso.

El dios lo único que pudo hacer fue reír.

-¿En serio quieres perder tus alas por un beso?.-dijo entre carcajadas.

-Puede...

El dios cogió el demonio de sus ropas, específicamente de la parte del cuello, y con fuerza, lo atrajo hacia él y plantó un forzoso beso en sus labios.

-Perdón por la interrupción, pero mientras os estáis besando, en el infierno alguien está haciéndose más fuerte.-interrumpió el momento la hermana.

-¡Por fin!.-gritó el brujo casi tirándose al suelo del alivio de haber conseguido llegar a la cima.

El dios y el demonio se separaron rojos de vergüenza.

-Cuanto poder....-susurró Todomatsu sintiendo toda la energía del lugar.

-¡Es bonito!.-gritó el angelito ante tan maravillosa escena.

El lugar tenía columnas estilo romano, una especie de lago con nenúfares como dije anteriormente, como si fuera un templo antiguo.

-¿Y que vas a hacer, Todomatsu?.-preguntó Choromatsu.

-Un conjuro, claramente.-contestó como si la idea hubiera sido algo obvio.

Todomatsu comenzó a hacer el conjuro, el cual tuvo que memorizar la noche anterior. Empezó a decir el conjuro, en latín, cogiendo un bote de su bolso con un líquido rosado en el interior, virtiendo una gota en el suelo, haciendo un gran agujero a sus pies, cayendo a lo que, obviamente, era el inframundo.

-¡Es seguro!.-gritó para que los demás bajarán.

El primero en bajar fue la Lujuria, luego la hermana Ichimatsu, el ángel caído y finalmente el dios.

-¿A dónde debemos ir?.-preguntó el angelito.

-Hm... Según parece estamos cerca de la biblioteca.-dijo Osomatsu mirando al rededor.-Esta un tanto alejado de lo que es en sí un "pueblo" , pero es muy útil, creo que nuestra primera parada va a ser ahí.

-¿Por qué?.-preguntó Ichimatsu.

-Aunque el comunicador esta en el templo, este esta ahora mismo siendo controlado por Tougou, por eso necesitamos ir a la biblioteca, en el sótano hay otro comunicador, así podré contactar con los demás Satanases para ver si estar al corriente o si ya ha estado el Orgullo allí.-explicó la Lujuria.

Todos asintieron y caminaron hacia la biblioteca, viendo que está estaba cerrada con maderas en puertas y ventanas.

-¿Y cómo piensas entrar, genio?.-preguntó el dios quejándose al satanás.

-Volando, obviamente.-respondió Osomatsu, cogiendo al dios como si fuera una nueva y volando hacia la cima de la biblioteca donde había una ventana sin tapar.-Cubrete.

-Espera, ¿qué? ¡AAAAAAH!.-gritó el dios al sentir la velocidad del viento en su cara, golpeandose después de romper el cristal, cayendo al suelo de madera.

-Ahora vuelvo, querido~.-dijo burlón volviendo a volar hacia abajo, cogiendo al resto de gente y subiendolos a la azotea de la biblioteca.

-¿Por qué soy el único que se ha golpeado?.-preguntó Choromatsu levantándose del suelo.

-Porque has sido el primero.-dijo la hermana.

-Ahora hay que bajar.-dijo Osomatsu, recibiendo miradas de parte de los demás.-¿Qué?

Se acercaron a las escaleras y empezaron a bajarlas, cuatro plantas llenas de libros y más libros, Todomatsu siendo el único que se dignaba a parar para leerlos u ojearlos un poco, aunque simple le cogían y lo arrastraban para bajar y llegar al sótano, donde se encontraba el comunicador.
Finalmente llegaron al sótano, con todavía más libros.

-¡Bien! Ahora hay que encontrar las partes.

-¿Qué partes?.-preguntó Jyishimatsu.

-El comunicador consta de tres partes, la base, algo parecido a un aro y un bote donde hay un líquido mágico para abrir la comunicación.-explicó Osomatsu.

Todos se pusieron a buscar, lo más fácil de encontrar la base, después el aro, el cual se colocó encima de la base, y lo más difícil de encontrar, el bote con el extraño líquido.
Colocaron todo, y la comunicación empezó.

-¿Si?.-preguntó el Satanás desde el otro lado del comunicador.-¿Osomatsu? Pensé que habías desaparecido.

-Lo había echo, Akamatsu, pero ya he vuelto, ahora necesito saber cuales gobiernos no ha conseguido llegar Tougou.

-La Envidia ha sido capturada, y mi gobierno todavía está a salvo, el resto han caído o están encarcelados en tu gobierno.-respondió el Satanás al otro lado, en este caso, el de la Avaricia.-Por cierto, llegó un nuevo demonio.

-¿Sí? ¿Quien ha muerto?

-Tu amada monja que está a tu lado, lo sabe.

Y entonces todas las miradas giraron a Ichimatsu.

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