Protect me |Harry Styles|

Bola de fuego.

                                                                      CAPITULO UNO.

La tareas escolares era lo que más odiaba con interidad. Más sin embargo era lo que tenía que hacer para mantener sus buenas nota y así tener una beca para la universidad.

Que aunque no estaba muy interesado en seguir sus estudios, su madre, era la que más lo incordiaba para que su hijo sea impecable, con fachada de niño bueno y de esas notas atildada, para su madre, el era el hijo perfecto.

Y todo había empezado desde que su hermana, Gemma, se había quedado embarazada a los diesisés y se había ido a vivir con "su novio" catorce años más grande que ella, desde entonces, no habían tenido trato con ella y eso a su madre la había vuelto loca. 

Suspiro, si que desde ese día todo había cambiado, tenia -literalmente- a su madre sobre el todo el tiempo sin dejarlo respirar, todos los días ella misma se encargaba de plancharle la ropa, de prepararle el desayuno, de revisar sus tareas y demás, sin mencionar que también se encargaba de ella misma comprarle la ropa, por lo tanto el no tenía nada en su armario que sea de su agrado, pero hacía todo sin rechistar.

No decía nada, se quedaba callado, era un chico que no le gustaba los problemas, además de que era muy tímido, tanto que ni siquiera en su escuela tenía amigos. 

Y también se aprovechaban de el, lo empujaban, le apodaban y nadie hacía nada, ni siquiera el.

¿Qué hubiera pasado si su hermana no se hubiera quedado embarazada? Probablemente siga todo igual, su madre era obsesionada con el tema de que todo sea perfecto, posiblemente, si su hermana estuviera todavía con ellos, su progenitora no  estaría tan encima de el y lo dejaría respirar. Aunque no estaba muy seguro. 

Pego un respingo cuando sintió un ruido en la ventana de su habitación. El miedo lo abordo con totalidad y observo rápidamente aquél cristal que segundos antes había hecho un ruido. Se levanto lentamente para no hacer fragor, si su madre se enteraba que estaba haciendo tarea a las dos de la mañana, seguro tendría problemas. Por lo tanto, camino hasta el rosetón, pero no observo nada fuera de lo normal. Suspiro, tal vez estaba siendo demasiado paranoíco, y debía irse a dormir. 

Camino un poco más rápido hasta el escritorio y apago la luz de su lampara, para dirigirse hasta la cama y enroscarse con las suaves sabanas y antes de quedarse totalmente dormido, observo a dos ojos azules. 

—Harry, debes despertarte ya mismo si no quieres que te tire un vaso de agua fría— la rasposa voz de su mamá resonó por toda su habitación, el abrió los ojos enseguida, sabia que Anne era capaz de eso y mucho más—. Levántate y dúchate rápido, el desayuno esta esperándote abajo— le dijo seca y se fue, dando un portazo. ¿Y ahora porque estaba enojada? Gimió frunciendo el seño y se sentó en la cama. 

Se estremeció cuando sus pies tocarón el frió suelo. El invierno se estaba haciendo presente en Holmes Chapel y con eso una larga temporada  escolar.

Harry suspiro, hacía un mes que había comenzado las clases y ya quería terminar. 

Sacudió la cabeza cuando escucho a su madre gritar desde abajo y se metió a la ducha. Mientras el agua caía por su cuerpo, su mente divago por la chica que había llegado ayer a la escuela, desde el momento en el que ambos cruzarón miradas, le había llamado mucho la atención, más, sin embargo no era capaz de acercarse. Parecía una chica que le gustaba intimidar, que llamaba a los problemas, algo totalmente opuesto. 

—Llevas un mes recién de escuela y ya llegas tarde Harry.— reprocho Anne mientras maneja el auto hasta la intitución.

—Lo siento— musito, y se obtuvo de no rodear los ojos.