Lluvia.

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Capitulo Cinco. 

Aquél sordo ruido lo asusto, lo asusto mucho. Tanto, que había volteado brutalmente la cabeza y le había dolido el cuello, pero se le paso de pronto cuando vio a Haize, sus ojos estaba de un azul-celeste electrizante, un color anormal. Ella se acercaba a ellos de forma intimidante, parecía muy, muy enfadada, tanto, que le causo un poco de miedo.

Ella se acerco al banco de aquella muchacha, esta parecía asustada, pero Harry era incapaz de hacer algo, Rose, la muchacha, pego un respingo cuando la mano de Haize se estrello en el banco con brutalidad.

—Estes es mi banco— musito entre dietes. Haize pensó que debía controlarse, ahora, porque era capaz de hacer muchas cosas, observo aquella muchacha, morocha y de ojos verdes, tenia unas pestañas largas y pecas alrededor, sin mencionar sus labios rellenos de un color rosado, ella sintió algo extraño.

—Lo siento, pero yo llegue primero— dijo aquella chica, aun con miedo en los ojos, Haize refunfuño —. Ade- además tienes muchos bancos más.

—Harry, dile que este es mi banco— Haize miro a Harry, este estaba petrificado en su lugar.

—Lo si-siento Haize, pe-pero ella lle-llego pri-primero— Ella sintió tristeza, más cuando vio la sonrisa triunfal de aquella morocha. El le había traicionado y ella no podía sentirse más fatal de lo que sentía, parecía como si fuera a explotar, pero no de furia, si no de otra cosa, algo que ella no entendía porque nunca lo había sentido.

Frunció el ceño mientras escuchaba el timbre y volteo, dispuesta a irse por esa puerta, quería alejarse, estar en su lugar.

Pero al momento de cruzar por la puerta, el profesor se apareció, obligándola a sentarse, en un lugar de lado de una chica.

Harry se sentía mal, había pasado toda la clase desconcentrado, observando a Haize que se mantenía con la cabeza gacha en su lugar escribiendo algo. La morenita le parloteaba cosas sin sentidos, y el, para no ser descortés le respondía algunas cosas.

Pero no podía sacarse los ojos de Haize en la cabeza, se le había visto tanta tristeza en aquellos hermosos faroles y estos habían cambiado de color, a un azul-celeste electrizante, se le fue a un color gris opaco, sin vida.

Y entonces, se regaño a si mismo por ser tan descortés, ese era su lugar, si lo era, pero tampoco podía ser descortés con Rose, que la había visto con tanto miedo, no le había quedado otra que ayudarla.

Ella, le había ayudado, le había invitado a un festival, le había salvado de muchos problemas ¿Y así le pagaba? Apenas tocara el timbre iría con ella a pedirle unos disculpas.

Apenas toco el timbre guardo sus cosas con rapidez, observo a Haize y esta ya estaba saliendo por la puerta, se apresuro y no hizo caso cuando escucho el grito de Rose atrás, quería alcanzarla.

En el pasillo fue un infierno, porque se le perdía de vista rápidamente, grito su nombre varias veces pero esta parecía ignorarlo. Cuando el amontonamiento de muchedumbre se relajo, pudo transitar detrás de ella, la vio salir por la puerta, y frunció el ceño, pero la siguió.

Afuera, corrió detrás de ella, Haize se encontraba desabrochando su casco.

—¡Haize!— llego al lado de ella, pero esta no le hizo caso —. Lo si-siento mu-mucho, Haize, por fa-favor mi-mirame— pero esta siguió sin hacerle caso, se puso el casco y se subío a la moto —. Haize ¿Do-donde vas?— ella arranco la moto y se fué. 

Harry la observo irse hasta que se desaparecío. 

No volvió verla en toda la jornada escolar y aunqué tenia la compañia de Rose, no podía dejar de pensar en Haize.

Protect me |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora