Mensajes mentales.

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                                           Capitulo ocho.

Te quedan ocho meses” Esas simples palabras rondaban en la cabeza de Haize desde anoche, y es que estaba tan presionada, sabía que le quedaba ese tiempo, no hacía falta que le mandaran mensajes mentales avisándola, ella sabía lo que hacía.

Estaciono la moto frente la escuela, podía sentir esas miradas sobre ella, no le molestaba, pero tampoco le agradaba, solo lo pasaba por alto, pensando que tal vez se va acostumbrar.

Amaneció con los ojos grises, y con el pelo rubio otra vez, podía respirar hondo y quedarse tranquila, sabía que todo, donde ella pertenecía, estaba bien.

Suspiro mientras pasaba por la puerta de la escuela y se acomodo la mochila en el hombro, busco con la mirada a Harry, y en el trayecto diviso a Malik mirándola con odio, ella sonrió burlescamente y le quito la mirada, escrutando al rizado.

Lo encontró en su casillero, el estaba distraído buscando algo en su taquilla, Haize pensó que era adorable, con sus pantalones de vestir marrones, y un chaleco con rombos, en una simetría de marrón.

Sonrió atontadamente y se acerco a él, a paso rápido.

—¡Hola Harry! — grito por detrás, el salto un poco y volteo mirándola, rio.

—Haize, me has asu-asustado—Le dijo, mientras le besaba la mejilla y ella se sentía derretir —. ¿Co-como es-estas?

Ella sonrió con ternura.

—Estoy bien ¿Y tu? — el asintió.

—Supo-supongo que bien, na-nada nuevo— musito, mientras cerraba su taquilla y comenzaban a caminar.

—¿Zayn no te a molestado? —le pregunto, mientras miraba de reojo al moreno quien reía con otro chico. Harry lo miro directamente y negó.

—Ni si-siquiera me ah mi-mirado, supongo que eso es bu-bueno.

—Sí, lo es.

El timbre sonó ostentosamente y ella bufo.

—¿Qué ti-tienes aho-ahora? —le pregunto, Haize pensó un poco.

—Matemáticas ¿Tu?

—Literatura— soltó un bufido, que hizo que Haize se sorprendiera y riera.

—Está bien Harry— rio—. Nos vemos en el receso.

Dicho esto se separaron, Harry se fue por un pasillo y Haize tuvo que subir las escaleras, llego a su salón y entro, sus compañeros se estaban acomodando, ella se sentó en el último puesto y suspiro, odiaba esta cosa llamada escuela, era para perder tiempo, ahora mismo ella podría hacer otras cosas más importantes.

A las tres y media, lago” Escucho, haciéndola sobresaltarse, porque estaba distraída, frunció el seño y rodó los ojos.

¿Ahora que quería?¿Por qué la quería ver hoy? Gruño, era exasperante, pesado y a veces le daban ganas de matarlo con sus propias manos, pero por favor, ella nunca le haría eso y menos a él.

[…]

El le hablaba, pero ella no lo escuchaba. No lo hacía intencionalmente, simplemente las palabras del rizado eran como que se mesclaban con otros pensamientos y hacía un terremoto en su cabeza, sin dejarla pensar en nada más.

—¿Haize? ¿Me es-estas es-escuchando? — escucho la voz de Harry y reacciono, sacudió un poco su cabeza.

—Lo siento Harry, estoy pensando en otra cosa ¿De que hablas?

—¿Estás bien?

No sabía que responder ¿Estaba bien? De que lo estaba lo estaba, pero ¿Y si estaba mal?

—Estoy bien, estaba pensando en el examen de Matemática, es el viernes.

—Oh su-supongo que será fácil. — dijo, y Haize asintió —. Te esta-estaba contando so-sobre que mi ma-mamá anda ra-rara— se tensó, conocía a su madre, si que la conocía y era bastante frustrada.

—¿Por qué lo dices? — trago saliva.

—No lo se, ya no me mo-molesta tanto— suspiro aliviada —. Me gu-gusta, pero es raro.

[…]

Dejo a Harry en la puerta de su casa y se fue lo más rápido posible hacía la cabaña, ella no podía tardarse, sabia como era el. Suspiro, ojalá este de buen humor, no quiere recibir un regaño, o algo por el estilo, no quiere un cambio de color en su cabello, ni quedar con manos de cangrejo, esperaba que este de buenas, porque si no, ella recibiría toda su furia.

Entro por el camino de arboles y suspiro, no podía haber elegido un lugar más perfecto, siempre había pensado que era el lugar donde ella pertenecía.

Por eso, cuando tuvo que elegir un lugar donde quedarse, pensó en la cabaña, por más que tuvo como dos semanas reparándola para poder coexistir.

Pero había valido la pena, ahora solo le faltaba una cosa y era el.

Paro la moto al lado de la cabaña y se bajo, ni se molesto en dejar el casco y lo tiro en algún lugar, miro su reloj muñequera.

15.29 suspiro y se acerco al lago, se sentó en una roca y cerró los ojos.

—Pequeña Haize— escucho su voz cerca, abrió los ojos y lo vio, sentado a su lado, por su sonrisa supo que estaba de buen humor, sonrió.

—Hola— le dijo, mientras se abalanzaba y lo abrazaba, el rio.

—¿Cómo estás? — le dijo con ternura incluida, ella se separo y volvió a su lugar.

—No me quejo ¿Cómo va todo por allá?

—Esta todo tranquilo, aunque tu madre está todavía echa una furia por tu ida. Pero está tratando de superarlo.

Le entro una amargura, no por saber que su madre estaba mal, si no por recordar todas las cosas que le había prohibido y que ahora podía disfrutar.

—Me alegro— respondió solamente, sin una pizca de nada más.

El suspiro.

—¿Cómo va todo con ese tema?

—Todo controlado.

—¿Lo encontraste?

Ella sonrió y lo miro.

—Lo encontré, y el, el es perfecto.

El sonrió y le puso una mano en su espalda, como signo de felicitación.

—Aun así te quedan ocho meses, si no el contrato se va a romper Haize.

Ella lo fulmino con la mirada.

—Eso ya lo se— dijo seca —. Y lo tengo todo controlado, creo que ya te lo dije.

—No hace falta que te enojes Haize, te estoy hablando bien.

—Lo siento, Papá.

Protect me |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora