Una canción.

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                                  Capitulo siete.

A medida que la moto avanzaba por la carretera, Harry  iba confundido. ¿Ella vivía en el medio de la nada? Vagamente recordaba el lugar, cuando era chico, su madre sabia llevarlo al pequeño lago en verano, iban los tres y recordaba una cabaña cerca, que parecía abandonada.

Ese lugar siempre lo había asustado, hasta una vez, había creído que algo malo vivía dentro de esa terrorífica cabaña, por eso, nunca se había acercado.

Entrarón por el mismo lugar donde el recordaba y siguieron un camino desierto por mas o menos cinco minutos, donde entraron por una hilera de arboles y cemento, hasta que llegarón a su destino.

Harry se sorprendió de estar en el mismo lugar que recordaba, la cabaña ya no era una cabaña abandonada y sucia, estaba arreglada, pintada de blanco azul, con ventanas y puertas cambiadas.

—¿Vives en esta cabaña?— Musito, mientras se sacaba el casco y observaba el hermoso panorama.

—Sí, no es lo mejor  del mundo pero ha mi me encanta.— Respondió, mientras ambos caminaban, subieron las escaleras y Haize saco unas llaves doradas de su bolsillo.

—Me parece linda— volvió a decir, Haize le sonrió mientras abría la puerta.

—Ponte cómodo, iré a buscar un poco de leña para prender la chimenea, por esa puerta esta la cocina, si quieres puedes poner un poco de leche a calentar para hacer chocolate caliente— dijo ella, mientras apuntaba una puerta blanca, Harry asintió y ella salio.

La casa por dentro era acogedora, ordenada y cómoda. Había un sofá de tela blanca llenos de almohadones, una mesita ratonera negra en frente adornados con cuadros y una tv arriba de un mueble/biblioteca marrón, al costado había muchos variedades de libros y las paredes estaban llenos de portarretratos, que no alcanzo a mirar, claro esta.

Dejo la mochila en el sofá y camino por el piso de madera crujiente hasta la cocina, busco las cosas necesarias sin complicarse mucho y puso en una pava la leche a hervir, saco la chacoloteada de una repisa y espero con dos tazas a que la leche este, en ese transcurso escucho un ruido y supuso que Haize ya estaba adentro, camino hasta la puerta y se apoyo en el marco mientras observaba a la ojiazul metiendo leña en aquella estufa, que se encontraba a la esquina de la habitación, cuando termino de acomodar la leña, lo observo y sonrió.

—¿Me puedes traer los fósforos Harry?— le pregunto, Harry sintió y camino hasta la cocina, apago la leche que se estaba hirviendo y le llevo los fósforos a Haize, ella musito un "Gracias" y el volvió a la cocina a preparar las tazas.

[...]

Cincuenta y cinco  minutos después se encontraban aun sentados en el sofá riendo y hablando de cualquier cosas, estaban cómodos y calentitos, las tazas estaban arriba de la mesa ratonera.

—¿Vives sola?— pregunto Harry, pues, lo parecía.

Ella se tenso y rio nerviosamente mientras se acomodaba en el sofá, poniendo un pies abajo de su cuerpo.

—¡Claro que vivo con mi padres! Tengo diecisiete, nada más, que me la paso sola, ellos... ellos trabajan todo el día.

—Oh mi madre también, ella es psicóloga y tiene muchos pacientes, por lo tanto hay veces que llega más tarde de lo que debería.

Haize sonrió.

—¿No te gusta estar solo?— el asintió.

—Sí me gusta, pero a veces preferiría no estarlo ¿y tu?— Ella suspiro.

Protect me |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora