Capitulo 5 - Fantasmas Del Pasado

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Despertó al sentir los rayos de sol sobre su cara, abrió los ojos pero enseguida los cerró, parpadeando un par de veces para acostumbrarse a la luz del día. Miró el reloj pero aún era temprano, intentó levantarse pero sonrió al sentirse aprisionada por él que dormía profundamente con un brazo rodeando su cintura y una pierna encima de las suyas. Acarició tiernamente su mejilla dandole un dulce beso en sus labios, se levantó despacio y bajo hasta la cocina encontrándose con Carolina que ya estaba preparando el desayuno.

Roberta: buenos días Carol.

Carolina: buenos días Roberta, ¿como dormiste?

Roberta: bien gracias, no te esperaba hoy.

Carolina: sí bueno, mi mamá ya está bien y pude regresar antes.

Roberta: que bueno, ya te extrañabamos.

Carolina: y yo a ustedes, el desayuno ya está ¿voy a despertar a los niños?

Roberta: no te preocupes yo voy, descansa un rato debes estar agotada del viaje.

Salió de la cocina y subió hasta el cuarto de su princesa, se acercó a su cama y al verla ahí dormida sonrió, se parecía tanto a ella.

Roberta: mi amor, princesa ya es hora, va despierta.

Se removió un poco en la cama echándose la sábana por encima.

Roberta: va princesa, despiértate, porque si no llamo a tus hermanos o a tu papá para que te despierten y sabes cómo lo hacen ellos.

Ana Lucía: (saltando de la cama) ¡no! Ya, ya me levanto.

Roberta soltó una carcajada y abrazó a su pequeña dandole un beso en la mejilla que ella correspondió.

Roberta: buen día mi amor.

Ana Lucía: buen día mami, oye ¿te puedo pedir algo?

Roberta: ya sé lo que me vas a pedir, okey ves pero no les hagas nada malo ¿eh? Son más pequeños que tú.

Ana Lucía: (abrazandola) gracias mami, es que ellos me molestan siempre.

Roberta: anda corre antes de que me arrepienta.

Dando un beso a su madre, Ana Lucía salió corriendo hacia el cuarto de sus hermanos para despertarlos de su particular forma. Roberta se dirigió a su cuarto y al entrar sonrió al verlo aún dormido, parecía un bebé a pesar de que ya no lo era para nada. Se acercó a la cama y se echó sobre él, sonrió al sentir sus besos por su cara pero sin despertar.

Roberta: se que estás despierto, pero me parece que quieres que te despierte yo.

El sonrió de nuevo, ella también.

Roberta: okey.

Le dio un tierno beso en los labios, el le correspondió y enseguida ella se separó, el frunció el ceño aún sin abrir los ojos, se acercó a su cuello depositando un beso y volvió a su boca, besandolo de nuevo, el le correspondió y cuando Roberta intentó separarse el la agarró de la cintura y giró de golpe quedando sobre ella, capturó sus labios de nuevo besandola apasionadamente, pidiendole paso a su boca cuando metió su lengua besandose salvajemente, con pasión, mientras se acariciaban hasta que unos gritos y voces en el pasillo que desaparecían hacia abajo los hicieron separarse, Diego se incorporó un poco y la miró con una sonrisa burlona.

Diego: ¿dejaste que Ana despertara a los gemelos verdad?

Roberta: me prometió no hacerles nada.

Diego: estás loca, mejor vamos antes de que empiecen de nuevo.

Roberta: está Carolina abajo.

Diego: mi amor, sabes cómo son mejor vamos, además ya es tarde.

Mi Destino Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora