Maraton 2/4 - Cap. 9 - Son Secretos De Papá y Míos

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Estaba desesperado y nervioso, ya pasaban diez minutos de la hora y ella aún no llegaba y eso era raro cuando se trataba de ellos. Iba a llamarla cuando la vio, parada en la puerta mirando hacia todos lados, de repente lo vio y caminó hasta él, estaba preciosa e increíblemente hermosa, llevaba un bonito vestido rosa pálido y unos tacones altos que hacían que sus piernas se estilizaran.

Se levantó al llegar ella y le dio un beso en la mejilla, se sentó a su lado y él hizo lo mismo

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Se levantó al llegar ella y le dio un beso en la mejilla, se sentó a su lado y él hizo lo mismo.

Diego: creí que ya no venías.

Roberta: había tráfico y me retrasé un poco.

Diego: bueno no importa, ya estás aquí, estás preciosa.

Roberta: gracias pero no creo que me hayas invitado a comer para decirme cómo me veo.

Diego: no pero me gusta decírtelo, estás preciosa.

Roberta: Diego ya.

Diego: okey, okey ¿quieres vino?

Roberta: por favor.

Diego llamó al mesero, pidieron dos copas de vino y también su comida.

Roberta: bueno ya me vas a decir el motivo de esto.

Diego: ¿sigues enojada no?

Roberta: creo que es obvio, si acepté venir es porque quiero que hablemos y me pareció bien hacerlo fuera de la casa, sin los niños.

Diego: te invité para pedirte disculpas, me excedí.

Roberta: sí y fuiste un imbécil.

Diego: sí tambien, pero entiende que no me gusta que estés cerca de ese tipo.

Roberta: y a mí no me gusta que me controles y ya te dije que es trabajo y punto.

Diego: no te controlo es que...

Roberta: (interrumpiendolo) es que nada Diego, entiende que no hay nada entre Simón y yo, eso fue hace muchísimo tiempo, yo estoy contigo, soy tu esposa ¿no confías en mí o qué?

Diego: por supuesto que confío en ti, no confío en él que es diferente.

Roberta: Diego por favor así no llegamos a ningún sitio.

Diego: tienes razón y ya no quiero discutir quiero que me perdones.

Roberta: yo tampoco quiero discutir, entiende que es trabajo y ya, yo ya le dejé muy claro las cosas a Simón y si en algún momento se pasa de la raya...

Diego: (interrumpiendola) lo muelo a golpes.

Roberta: no mi amor, le pongo un alto ¿okey? No quiero que tú intervengas.

Diego: está bien, me consta que sabes defenderte.

Los dos rieron y se acercaron quedando con sus frentes pegadas.

Mi Destino Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora