Habían pasado varios días desde que descubrió su engaño, se la había pasado encerrada en su cuarto, solamente había dejado que sus hermanas, sus papás y Miguel la vieran aunque ninguno pudo convercerla de salir de ahí, hoy había decidido salir adelante, sus hijos la necesitaban, llevaba cinco días sin verlos y ya era hora de levantarse y luchar, ahora sin él.
Diego por su parte se había quedado en el departamento, había intentado ir para hablar con ella pero ninguno lo dejó, habían inventado a los niños que él había salido de viaje y que su mamá también y por eso estaban con Alma.
Esa mañana ella se levantó se puso unos vaqueros, una blusa, se puso unos tacones y se maquilló para ocultar las ojeras y la hinchazón de sus ojos por haber llorado esos días, salió en su coche y fue a casa de su mamá. Al llegar vio a sus tres tesoros jugando en el jardín.
Roberta: ¿no me van a dar un abrazo?
-Mamiii
Los tres corrieron con ella y la abrazaron, ella se aferró a ellos, abrazandolos y llenandolos de besos sin poder evitar que las lágrimas escaparan de sus ojos.
Roberta: ¿como están mis tesoros?
Alonso: (limpiandole las lágrimas) mami no lloles.
Roberta: no mi amor, es que me alegro mucho de verlos, fueron muchos días.
Ana Lucía: mami ¿estás enferma?
Roberta: no princesa es que fue un viaje largo y estoy cansada nada más.
Gonzalo: ¿y ya no te vas a il mami?
Roberta: no tesoro ya no más.
Ana Lucía: mami ¿y mi papá cuando regresa? Lo echamos mucho de menos.
Sintió como una punzada en el pecho al oír preguntar por él, no sabia cómo les iba a decir a sus hijos que ella y su papá ya no podían estar juntos, ella jamás podría perdonarle su traición.
Ana Lucía: mami que cuando regresa mi papá.
Roberta: no lo sé, nosotros nos vamos a ir a la casa ¿vale?
Alonso: shi mami ¿y podemos llamar a papá?
Roberta: sí mi amor, voy a despedirme de la abuela Alma y nos vamos, vayan por sus cosas.
Los niños subieron hasta el que era su cuarto en esa casa mientras Roberta fue con Alma, esta al verla corrió a abrazarla.
Alma: mi reina que bueno que ya saliste de tu casa.
Roberta: sí mamita, tengo que ser fuerte por mis hijos.
Alma: ¿y que vas a hacer ahora?
Roberta: nada mamá, no puedo seguir con él, no puedo perdonarle esto, no quiero hablar con él.
Alma: mi amor pero tienen tres hijos, algún día tendrán que hablar, además tienes que decirle a ellos.
Roberta: ya lo sé má, pero necesito que pase el tiempo, ahora no sería capaz de verlo.
Alma: sabes que hagas lo que hagas yo te apoyo, pero piensa también en los niños, ellos necesitan a su padre.
Roberta: y no los voy a alejar de él mamita, yo crecí sin mi papá y mis hijos no van a pasar por eso, simplemente van a tener que aprender a que sus padres ya no van a estar juntos.
Alma: está bien mi amor, lo que decidas yo te apoyo ¿te amo mucho lo sabes?
Roberta: (abrazandola) si mamita, yo también. Ya me voy, nos vemos.
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Mi Destino Eres Tú
FanfikceSus vidas cambiaron desde el momento en que se conocieron en aquel colegio, el Elite Way fue testigo del amor que fue naciendo poco a poco entre ellos. Ahora, doce años después son inmensamente felices. Él cumplió su sueño y ahora manejaba su propia...