Mi Destino Eres Tú

Capitulo 15 - ¡Me Traicionó!

Estaba desesperada, había amanecido y él aún no había aparecido por casa, no contestaba el celular y no quería llamar a nadie para no alarmarlos.
Iba a salir a buscarlo cuando un mensaje llegó a su celular rápidamente fue a leerlo.

'Estoy en nuestro depa, ¿puedes venir por favor?
Diego'

Le extrañó mucho ese mensaje pero no dudó un instante, cogió las llaves del depa y las de su coche y el bolso, se puso unos vaqueros, una sudadera y sus converse y salió corriendo hasta el depa.
Al llegar abrió la puerta y en el salón vio un par de botellas.

Roberta: ¿Diego? Mi amor...

Vio su saco sobre el sillón junto con la corbata, la reconoció enseguida, ella se la había regalado en Navidad. Entró hasta el cuarto y lo encontró completamente desnudo, solamente la sábana lo cubría un poco, corrió a su lado, zarandeandolo para que despertara.

Roberta: Diego... Diego mi amor, despierta ¿que paso?

Diego: ummm.

Roberta: Diego despierta.

Diego: (abriendo los ojos) ¿Roberta? ¿que haces aquí?

Roberta: me mandaste un mensaje diciendo que estabas aquí ¿que pasó?

Diego: no sé, solo me acuerdo de que vine aquí, porque te vi besandote con Simón, estaba tomando y ya.

Roberta: mi amor te puedo explicar eso.

Diego se levantó y se puso sus bóxer, al ir a levantarse el dolor en la cabeza se hizo presente y volvió a sentarse, en ese momento la puerta del baño se abrió y Roberta se quedó palida, ella estaba ahí, Natalia, con el cabello mojado y solamente una toalla enrollada cubriendo su desnudez.

Roberta: ¿se puede saber que significa esto?

Natalia: ay querida es obvio ¿no?

Diego: ¿que haces aquí Natalia?

Natalia: ay mi amor, no te acuerdas de lo bien que la pasamos anoche.

Roberta: (mirando a Diego) ¿te acostaste con ella?

Diego: no... No lo sé, no me acuerdo.

Sus ojos desbordaban lágrimas en ese momento, no podía articular palabra.

Natalia: ay amorcito no te hagas que la pasamos de maravilla lo siento querida, es la verdad.

Roberta lo miró horrorizada mientras las lagrimas salían de sus ojos sin control, Natalia salió de ahí con una sonrisa, recogiendo su ropa feliz por haber conseguido su objetivo.

Diego: mi amor por favor no puedes creerle.

Roberta se enfureció y se fue contra él, dandole golpes en el pecho, el intentaba pararla pero estaba enfurecida y llorando.

Roberta: eres un maldito hijo de p*** ¡me engañaste! ¡me traicionaste con esa! ¡traicionaste a nuestro hijos!

Diego: (agarrando sus manos) mi amor por favor déjame que te explique, no recuerdo nada, créeme.

Roberta: (soltandose) ¡no me toques! ¡me das asco! Y no me llames mi amor, no quiero volver a verte en mi vida.

Salió de ahí corriendo empapada en lágrimas llegó hasta su coche y antes de que él pudiera alcanzarla arrancó y se fue.
Llegó a su casa y caminó hasta la puerta, intentó sacar las llaves de su bolso pero estaba demasiado mal, se le cayó y ya no pudo más, se dejo caer al suelo llorando desconsoladamente, de repente sintió como unos brazos la rodearon y al ver de quién se trataba se dejó abrazar por él, llorando cada vez más.