Maraton 1/4 - Cap. 8 - Eres Mi Principe

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Diego: ¿que Simón que?

Roberta se sobresaltó al escucharlo y enseguida se dio cuenta de su expresión de furia. Se volvió con el teléfono aún en su oído.

Roberta: Gatita luego te llamo... Si, okey... Yo también te quiero, bye.

Colgó la llamada y antes de encarar a Diego suspiró hondo.

Diego: me puedes explicar de una vez cómo es eso de que Simón regresó y que lo vas a representar.

Roberta: ¿te puedes calmar? Y me dejas que te explique, por favor.

Diego: ¿que me calme? Cómo quieres que me calme si llego y te encuentro hablando de que has visto a tu ex.

Roberta: Diego por favor no es eso, él fue al bufete porque necesitaba un abogado, fue casualidad.

Diego: ah bueno me quedo mas tranquilo, que mi esposa represente al hombre por el que me dejó.

Roberta: Diego no digas eso, sabes perfectamente que no terminamos por Simón.

Diego: ya, ya no hace falta que me lo recuerdes.

Roberta: tú me lo recordaste, y pensaba contartelo antes pero con lo de Ana Lu ya no me dejaste.

Diego: me puedes contar ahora.

Roberta: no hay mucho que contar, simplemente quiere conseguir la custodia de su hijo, la mamá se lo quiere llevar del país.

Diego: pues que pena ojala no pase eso pero supongo que le habras pasado el caso a otra persona.

Roberta: no Diego yo voy a llevar el caso.

Diego: ¡no! Ni hablar, no quiero que ese tipo este cerca de ti.

Roberta: pues lo siento pero no voy a discutir eso, es trabajo y ya.

Diego: sólo te voy a decir una cosa, si coges ese caso vamos a tener problemas, no quiero a ese tipo cerca de ti y es mi última palabra.

Salió del despacho pegando un portazo dejando a Roberta perpleja y muy enojada.

Se reunió con sus hijos a cenar, él no lo hizo, se encerró en el despacho y no cenó. Poco después de ver un rato televisión con sus tres angelitos y profundamente triste los mandó para que le dieran las buenas noches.

Ana Lucía: papi ¿podemos pasar?

Diego levantó la cabeza ya que la tenía apoyada sobre el escritorio y le dedicó una sonrisa triste a sus hijos.

Diego: claro que sí princesa ¿que pasa?

Alonso: ya vamos a dolmil, vinimos a dalte el beso de buenas noches.

Diego: que bien, pues vengan acá.

Los tres corrieron con Diego y lo abrazaron, el correspondió al abrazo y dio un beso a los gemelos para después abrazar muy fuerte a su princesa y depositar un tierno beso en su frente.

Alonso: buenas noches pá.

Gonzalo: que duelmas bien papi.

Diego: igualmente campeones y ahora corriendo a dormir.

Alonso y Gonzalo salieron corriendo mientras que Ana Lu se quedó con su papá y sin decirle nada se sentó en sus piernas y lo abrazó, un escalofrío recorrió el cuerpo de él, tener así a su pequeña era como tener a Roberta, era idéntica a su madre y nadie lo podía negar.

Ana Lucía: ¿porque no fuiste a cenar?

Diego: no tenía hambre princesa.

Ana Lucía: papi pero estas triste, además tienes que comer, tu siempre me dices eso.

Mi Destino Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora