Diecisiete

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— Bien, te explico. —continuó Arthur— En esta casa somos dos bandos. Los mayores y los menores. Los mayores vamos desde Mira, que tiene trece años, hasta Leonard, que tiene ocho. Los menores son desde los trillizos de seis años hasta Julie de uno. Para este punto ya habrán reunido al equipo menor.

» Las ventajas son que Julie apenas sabe caminar y Lucy le tiene miedo a todo. Las desventajas son que Mira no siempre quiere participar. —

Arthur sonrió, satisfecho de si mismo por haber dado una explicación tan completa y detallada.

— Querrá hacerlo esta vez. —aseguró Brec.
— ¿Cómo lo sabes? —
— En primer lugar, si no lo hace la casa acabará en llamas. En segundo, tiene trece años. Hará cualquier cosa para conseguir la aceptación de los chicos cool. —
— Ella no creerá que son cool. —dijo Arthur.
— Lo hará después de contarle como entramos a la casa de una millonaria y le teñimos el cabello de verde. —afirmó Brandon.

*****

— Aquí es. —anunció el niño— La habitación del mal. —
—Ya te lo dije. —insistió Brec— Tiene trece años. Esto es
normal. —
Se acercaron a la puerta. Brec levando el puño y tocó a la puerta.

— ¿Qué quieres Arthur? —preguntó una voz chillona desde el interior de la habitación.
— ¿Mira? ¿Puedes salir, por favor? —

Se escuchó un golpe, como si alguien derribara una silla.

La puerta se abrió de un tirón, dejando ver a una chica de trece años, algo más baja que Brec. Tenía el cabello rubio, igual que los trillizos y los ojos color café. Se veía agitada.

— ¿Ustedes quienes son? —preguntó.
— ¡Arg! Ya me harté de explicarle a cada niño que me encuentro. La casa está infestada. —exclamó Brandon.
— Somos niñeras. —aclaró Brec.
— ¿Y qué hacen aquí? —
— ¿A qué te suena la palabra "niñera", Mira? —preguntó Arthur.
— Cállate, idiota. —le soltó a su hermano— ¿Qué hacen en mi habitación? —
— Evitar que la casa termine en llamas. —Brec puso los ojos en blanco— Los trillizos. —
— Argh. ¿Qué se supone que yo haga? —

Brec inhaló profundamente, esa niña comenzaba a hartarla.

— Mira, yo supongo que eres la más madura... —explicó Brec.
— Yo creo que son ustedes. —interrumpió.
— La más madura que conoce a los trillizos. Nosotros no podríamos hacer gran cosa porque ni sabemos como son. No sabemos sus trucos ni absolutamente nada. —

La niña se quedó callada, como si estuviera debatiendo sobre lo que debía hacer.

Parecía estar a punto de cerrar la puerta cuando se escuchó el estruendo de un vidrio rompiéndose.

— Mierda. —murmuró Brandon.
— ¡Dijiste una mala palabra! —exclamó Mira con gesto insolente.
— Oh, vamos. Superalo y ayúdanos a controlar a esos demonios. —Brec puso los ojos en blanco.

Mira resopló. Aparentemente prefería quedarse dentro de su habitación mientras la casa se derrumbaba. Sin embargo, salió  y caminó entre Brandon y Brec.

— Muy bien, ¿donde estan esas bestias? —preguntó.
— Si fueron ellos quienes rompieron el vidrio, estarán abajo. —dedujo Brandon.

No esperaron más, Arthur se echó a correr escaleras abajo y los demás lo siguieron.

— Alto. —Brec se detuvo en seco haciendo que Brandon chocara contra ella, derribando a Mira, quien iba tras ellos— Uno de los niños subió. Debería seguir
allí. —

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⏰ Última actualización: Aug 11, 2017 ⏰

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