Uno

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El interior del autobus apestaba a cigarrillos y hormonas.

Brec bajo del autobús, con sus botines de plástico empapados y el cabello, que debatía entre castaño oscuro y negro mojado y enredado.

-Hey, Brec - le llamo Rachel.

La chica se quito el gorro de la cabeza y se sacudio bruscamente para escurrir su cabellera sobre la chica que se acercaba.

-Que pasa Ray?-

La chica apreto los labios y mecio su melena rubia alrrededor de su rostro.

- Mis padres -

-No pasa nada -le tranquilizo.

Ambas chicas corrieron al interior del edificio, escapando de la lluvia.

Por los pasillos no habia nadie. Ellas dos siempre fueron esa clase de chicas que llegan a la escuela apenas abren por las mañanas. Y aunque suene ridículo, les gusta.

-¿Qué paso?- preguntó la castaña.

Rachel se volvio a mirarla.

- Quieren reunirse -dijo ella- Mi padre quiere que conoscamos a su prometida -

Brec se preocupo. Rachel estaba inestable en lo que se trataba de su familia. Desde que sus padres se divorciaron cuando ella tenia doce.

- Lo siento -dijo la otra.

Brec empujo la puerta del baño con su pie. Como todas las mañanas.

- Entonces, ¿Que hacemos? -preguntó Rachel.

- La clase empieza en quince minutos -dijo Brec mirando su reloj. -Y no pienso peinarne...-

Brec siempre fue de ese tipo. Odiaba peinarse mas allá de coletas y trenzas.

Se quito el gorro de lana de la cabeza y ató las agujetas de sus Converse rojas.

Arremango su chaqueta impermeable y se miro en el espejo.

Tenia el mismo cabello de su madre. Negro castaño que algunas veces a la luz del sol, tenia un ligero brillo rojizo.

Su madre.
La mujer que nunca permitió que su hija sufriera por ser diferente. Siempre le decia que no debía preocuparse por parecerse a los demás. Tal vez por eso era así, pero no importaba.

Solía levantarla frente al espejo y decirle que mirara sus ojos rasgados. Nunca le dijo porque lo eran, nunca llegaban al tema, pero siempre le decua que eran especiales.

Pero ella ya no estaba.

Era irónico. La madre de Rachel era una horrible persona y estaba allí. Mientras que la suya habia sido una mujer increible, la mejor madre que pudiera tener alguien en la faz de la tierra, y ya no estaba.

Sacudió su cabeza. Realmente no queria pensar en ello.

Salieron del baño y compraron una golosina en la maquina junto a los casilleros. La escuela empezaba a llenarse de gente. Faltaban aún diez minutos para el primer timbre.

Brec abrió la puerta de su casillero y saco los libros lanzandolos al suelo.

- ¡Hey! -le regaño Rachel- Los libros no hicieron nada -

- Me falta un libro -respondio la otra, intentando justificar la ira con que lanzaba sus cosas. En fin, no era mentira.

Rachel metio su mano en el casillero y saco el libro que buscaba, parando su revuelo.

- Gracias -

Se dispuso a levantar los libros e irse. Igual que siempre. Se preguntó por qué era así de bipolar.

Pero no. El celular vibro en el bolsillo de su pantalón y la chica se apresuró a sacarlo. Como si pudieran ser buenas noticias, claro que estas no llegaban desde el dia que recibió esa llamada del hospital.

Encendió la pantalla, revisando todo sin comprender por que habia sonado. Después, lo apago para guardarlo.

Pero el móvil se le resbaló de la mano y un chico que pasaba por allí lo atrapo en el aire sin detenerse.

- ¡Hey! -gritó la castaña al chico.

- ¿Qué pasa? -respondió en tono burlón- ¿Lo necesitas? -

- ¡Si, idiota! -

Se echó a correr tras el muchacho y salto sobre él, parandose en sus pies.

- Eso no me va a detener -se burlo de nuevo.

- ¿A no? -

Se paro de puntillas sobre los pies del chico y lo tomo pr la muñeca apretandole con las puntas de los dedos y quitandole el móvil con la otra.

- ¡Auch! -se quejó el castaño-. No tenias que hacer eso. -

- No toques mi celular -respondio la chica echandose a correr.

N/a:
Que tal? Espero que les guste esta nueva propuesta. Siento que esta historia sera especial, tengo mucho material para inspirarme.

Rachel en multimedia. No se si se vea bien la imagen, pro si no la ubican, es la chica que interpreta a Ella en la película de "La Cenicienta".

Diario de una chica raraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora