-______- Abrí la puerta y solo asomé mi cabeza.
-Hola- Sonrió.
-Pasa- Abrí la puerta todavía oculto tras ella.
-¿Cómo estás?- Me preguntó pero no pude responderle ya que mi vista se bajó a su falda.
¿¡Esto es una broma!? ¿Cómo puedes ser qué este usando la misma falda con que la imagine en mi sueño? ¡Es imposible!... Tengo dos posibles teorías: Primero, soy adivino y veo el futuro o segundo esa falda es realmente popular. Espero que sea la primera porque si es por eso tal vez mis sueños no son tan solo sueños, sino, serían visiones y bueno… las visiones se hacer realidad ¿No?
-Liam- _____ me sacó de mis pensamientos.
-¿Qué paso?
-¿Qué te pasa a ti? Estás como ido- Empezó a acercarse a mí pero yo no la deje y me escondí aún más tras la puerta.
-Nada, tú quédate aquí y yo iré a cambiarme ropa.
Dicho y hecho subí desesperado las escaleras. No sabía que hacer porque no tendría tiempo de arreglar el problema en cosa de unos pocos minutos.
-Vamos Liam- Dije entrando en la habitación- Piensa en cosas que no te exciten.
Tuve que pasar por cinco intentos fallidos para llegar a la conclusión de que esta idea no funcionaría ya que todo lo que pensaba terminaba llevándome a una persona: _______.
-La última vez Payne- Inhale hondo y deje mi mente en blanco.
Comencé a pensar en perritos, gatitos y en Amanda. Al parecer estaba dando efecto porque mire mi pantalón y el bulto había descendido pero todavía era un considerable bulto que llamaba bastante la atención.
Me comencé a alterar, sabía que no podía bajar así pero también sabía que lo que había disminuido mi erección podía fácilmente aumentar estando junto a ella así que lo único que opté por hacer fue empezar a revolver mi closet en busca de unos pantalones que disimularan aunque fuese un poco mi bulto.
-¡Bingo!- Dije al encontrar unos pantalones de Tom entre mis cosas.
Eran unos jeans azules y muy al estilo de Tom, o sea, muy apretados. Él y yo somos casi de la misma talla así que me quedarán perfectos y apretaran y mantendrán todo en su lugar. Me los puse y en efecto no se notaba nada extraño en mi parte baja aunque lo que se sentía un poco extraño era el que yo estaba acostumbrado a usar pantalones tan a la medida.
-Lo siento por la espera- Dije bajando y encontrándomela sentada sobre el sofá.
-No importa- Me miró y bajó su vista a mis pantalones.
¡Mi’erda! No puede ser que lo haya notado, todo mi esfuerzo por pensar un plan se fue al trasto de la basura.
-Te quedan geniales esos pantalones- Subió su vista a mi rostro y me sonrió.
¡SÍ! No lo noto, soy el hombre más feliz del mundo en este momento.
-Lamento no tener la cena lista, es que me quede dormido.
-¿Por qué tan solo no pedimos pizza?
-Lo que tú quieras linda- Miré como ella hacia el intento de no sonrojarse.
-¿La pido yo?
-Si la pides tú puedes elegir la pizza que quieras y si no la pido yo y elijo.
-Yo la pido- Rió y saco su teléfono.
Me senté a su lado y ni siquiera me percate de lo que dijo por el teléfono y mucho qué tipo de pizza pidió ya que solo la miré e intente no sonreír por las adorables caras que ponía.
-¿Te han dicho que eres adorable?
-¿Qué?- Me miró con el teléfono aún en la oreja- No, no era para usted- Dijo por el teléfono.
-Eres adorable- Repetí riendo.
-No creas- Dijo metiendo el teléfono en el bolsillo de su ajustada falda.
-¿Por qué no?
-No soy tan adorable cuando tengo hambre.
-¿Y ahora tienes hambre?
-Un poco.
-¿Tengo que preocuparme?
-Por ahora no- Sonrió mostrando sus dientes- Oye… ¿Dónde está Amanda?
-En casa de Zayn.
-¿Dejaste a una niña de cuatro años con Zayn?- Me miró preocupada.
-Sí, pero no te preocupes él sabe lo que hace.
-Lo mismo dije cuando lo dejé con mi hermana.
-¿Qué paso?
-Zayn hizo una fiesta en su casa y a mi hermana unos chicos la dejaron encerrada en el baño.
-¿¡Era tu hermana!?- Exclamé.
-Sí, ¿Por qué?- Pensó un momento- ¡Tú fuiste uno de los que la encerró!- Me miró asombrada.
-¡Por supuesto que no! Pero fueron mis amigos.
-Los mataré cuando los vea- Miró al vació molesta.
-¿Te he dicho que luces adorable molesta?- La miré y ella miró al piso.
-¿Te he dicho que me cohíbes con todo lo que dices?- Me miró con nada de vergüenza.
-¿Tengo una duda?
-¿Cuál?
-¿Eres tímida o no?
-A veces sí, a veces no- Ladeó su cabeza mirándome- Depende.
-Hoy soñé contigo.
¿¡Qué!? ¿Por qué le dije eso? Ahora que se supone que le diré, tendré que mentirle y ¡Odio mentir! Solo por el simple hecho que no sé hacerlo.
-¿De verdad? ¿Qué soñaste?
-Soñé que…- Me puse a pensar algo lógico pero luego recordé que no siempre los sueños son lógicos así que me preparé para decirle lo primero que se me viniera a la cabeza- Tú eras mi esposa y yo descubría que me engañabas… con mi perro.
Wow, ahora si quede como un idi’ota.
-¿Con un perro?- Yo asentí- Yo no te engañaría y mucho menos con un perro.
-¿No me engañarías?
-No, ¿para qué?- Encogió los hombros- Estoy segura de que ninguna chica lo haría.
-No me importa lo que harían las otras chicas- Me acerqué más a ella- ¿Supongo que ya te has dado cuenta de que me gustas?
-Sí- Asintió- Eres bastante obvio- Rió.
-¿Qué hay de ti?- Le pregunté.
-¿Conmigo qué?
-¿Yo te gusto?- Ella dio un largo suspiro.
-Prométeme que no te enojaras con lo que te voy a decir.
¿Qué quiere decir con eso? ¿Eso es un no? No entiendo, si no le gusto por qué me besó hoy.
-¿No te gusto?- Pregunté mordiéndome el labio inferior.
-No es eso.
-¿Cómo?- Dije confundido.
-Si me gustas… de hecho me gustas desde mucho antes de conocerte.
-¿Qué?
-Como te dije hoy en la mañana Zayn me ha hablado mucho de ti, y bueno… digamos que me enamore de ti sin siquiera conocerte.
-¿¡Qué!?- Pregunté atónito.
- Liam, me encantas desde el primer momento que Zayn menciono algo acerca de ti.
¿Qué? ¿En verdad dijo lo que dijo o tan solo escuche mal? O peor tal vez me está viendo la cara de estúpi’do y esto no más que una broma.
-¿No me crees, cierto?- Yo negué con la cabeza.
-Sé que es estúpi’do- Bajo la vista a sus manos- Pero… es verdad.
-¿De verdad?- Levanté su rostro para que me mirara.
-Sí, de hecho tuve que inventarle a Zayn que había prometido salir conmigo para que así te dijera que no podía venir a tu cumpleaños y…
-Tú pensaste que yo le diría que te trajera- Interrumpí.
-Exacto- Me miró algo arrepentida- Lo siento.
-¿Por qué?
-Por ser una manipuladora.
-Eres un linda manipuladora- Me acerqué y bese su mejilla- Si no hubieses hecho eso quizás ahora no nos conoceríamos.
-Tal vez.
-Eres la primer chica que se la juega por mí- Ella me miró concentrada- Siempre fui yo el que tenía que luchar por las chicas que me gustaban pero ellas… nunca hacían nada.
Ella me miró y sonrió pero de sus labios no salió ni la más mínima de las palabras.
-¿No me vas a decir nada?
-No sé qué decirte- Me hizo una mueca.
-No te preocupes- Sonreí- No hace falta decir nada.
Tomé su rostro entre mis manos y rocé su nariz con la mía y le di un beso en la mejilla.
-¿Solo un beso en la mejilla?- Me miró con la cara más tierna que he visto en mi vida.
-¿Dónde lo quieres?- Acaricié su mejilla con mi mano.
-Dónde tú quieras dármelo.
Sin tan solo ______ supiera todos los pensamientos pervertidos que se me vinieron al oírla decir eso de verdad se espantaría y saldría corriendo.
Tomé su mano y le di un beso en ella para acto seguido acomodarme en el sillón más cerca de ella y sin más tomar sus manos y acercar mis labios a los suyos.
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DULCES SUEÑOS ϟ LIAM PAYNE
FanfictionAdaptación - 2013. ¿Por qué a mí? Esa es la pregunta que se replantea una y otra vez en mi cabeza, por qué a mí me toco precisamente ser yo, no es que me queje de lo que tengo, bueno, de lo poco y nada que tengo, pero no dejo de pensar en cómo sería...