Capítulo 15: Aquí estamos otra vez.

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-¿Él es Matt?- No respondió- ¿_______?
-Él es Matt- Respondió de la nada.
-Lo supuse- Intenté buscar su mirada.
-No se salva de esta tan fácil.
-¿¡Qué ocurre!?- El oficial agarró con firmeza mi brazo.

________ corrió y abrió la puerta del vehículo. El rubio no tuvo oportunidad para hablar, mi novia calló cualquier sonido con una brutal cachetada.

-¡Hijo de perr’a! ¿¡Cómo se te ocurre irte así como si nada maldi’to!?- Volvió a golpearlo. Él oficial me soltó- ¡Eres un malnacido!
-Calma- Tiró a mi novia por la cintura.
-¡No! ¡No me calmare hasta que ese estúpi’do de allá acepte su error y se haga cargo!

Me fue inevitable no sonreír ante tal escena, simplemente _______ se veía adorable, parecía una niña pequeña peleando por su muñeca aunque de seguro no hubiese usado tantas palabrotas… ¿Qué demonios estoy haciendo? Yo aquí como tonto viendo lo linda que se ve enojada mientras el oficial la está manoseando.
-Yo me encargó- La tomé delicadamente por la cintura y la atraje a mí.
-¡Liam déjame, tengo que seguir golpeando a ese maldi’to!- Pataleó.
-Calma linda- Sujeté su cabeza con mis manos- Las cosas no se solucionan a golpes.
-Está bien- Bufó- Pero si dice una estupi’dez te juro que no respondo por mis acciones.
-Me podrían explicar esto antes que me los lleve detenido a ustedes también.

Media hora le tomó a ______ contar toda la historia, incluyó partes que yo jamás había oído como que el muy maldi’to de Matt la había dejado embarazada pero esta había perdido al bebé.

-No quiero que mi hermana pase por lo mismo que yo pase, fueron solo tres meses pero los sufrí como nunca- Escondió su cabeza en mi pecho.
-Tranquila amor- Acaricié su cabello.
-No se preocupe- Poso la mano en su hombro- Los tipos como este- Vio al chico que estaba echado en el asiento trasero del auto- No se preocupan ni de ellos mismos así que yo me encargaré que se haga cargo de la pensión alimenticia pero lo de las visitas habría que discutirlo frente a un juez.
-No quiero que él vaya visitarlo- Se secó las lágrimas.
-Pero señorita, es el padre, quiera o no tiene derecho a ver a su hijo.
-Quiero que él se haga cargo del bebé, no que lo vaya a visitar de vez en cuando- Ambos la miramos sorprendidos.
-¿De verdad?
-¿Tienes fiebre?- Toqué su frente.
-No- Rió- Quiero que mi sobrino tenga un padre que esté presente.
-¿Enserio?- Preguntó el oficial.
-Lo hecho está hecho, se tendrá que hacer cargo de sus actos.
-Si eso quieres- Abrió la puerta- Sal de ahí.

Él rubio sin rezongar salió tranquilamente del auto y camino en dirección a mi novia.

-Hola- Sonrió de manera seductora.
-Cerdo- Le sonrió sínicamente.
-Calma cariño- Guiño un ojo a ______.
-Tranquilízate- Le susurré ante que cometiera una locura.
-¿Y tú eres?- Me miró de arriba abajo.
-Su esposo- Interrumpió el oficial.
-¿Esposo?- Miró a ______ esperando respuesta.
-Sí- Asintió y sujetó fuerte mi brazo- Nos casamos ayer en las vegas y tenemos quince hijos.
-Siempre he amado tu sentido del humor- Acarició su barbilla.
-Suéltame- Le dio una bofetada.
-¿¡Podrías dejar de golpearme!?- Se tocó la mejilla.
-Vayamos al punto- Indicó el policía- Tú- Apuntó a Matt- Dejaste embarazada a su hermana, entonces tendrás que hacerte cargo o pagar los gastos.
-¿Quién dice que él bebé es mío?- Me cruzó de brazos.
-¡Claro que es tuyo! ¿De quién más sería?
-No sé, pregúntale a tu hermanita.
-¿Qué estás insinuando?
-Que tu hermana no es tan santa como dice ser.
-¡Asúmelo! Cometiste un error y ahora te toca afrontarlo.
-¿Y si no quiero?- La miró desafiante.
-Eres un cobarde y poco hombre- Intercedí antes que _______.
-¿Quién mi’erda eres tú para decirme eso?
-No hace falta ser alguien para decirte que das pena- Se me adelantó mi novia.
-Ni creas que me voy a hacer cargo de una cosa, que como dije antes no es mía.
-Eso lo decidirá el juez.
-¿Juez?- Preguntó Martin al uniformado.
-Este asunto no se puede dejar así sin más niñito- Sacó un lápiz y un papel de su bolsillo y comenzó a escribir- Sin falta- Se lo entregó.
-¿Tu hermana cuantos años tiene?- Le preguntó a ______ en cuanto escribía en otro papel.
-Catorce.
-¿Eres mayor de edad?
-Mmm… sí.
-¿Tus padres?
-Papá está viajando y mi mamá no sé dónde está- Él oficial la miró de forma extraña- Es verdad- Asintió.
-¿Eres mayor de edad?
-Sí- Respondí.
-Toma- Me paso el papel- A las nueve en punto.
-Dame aquí- Me quitó el papel.
-Solo por esto te dejaré libre- Le dijo al rubio.

El oficial nos dedicó una última sonrisa y se subió al vehículo policial.

-Nos vemos el sábado- Se despidió con la mano y se metió entre unos arbustos.
-Es que lo voy a matar- Se restregó la cara con las manos.
-Mátalo linda- La abracé.
-¿Qué?
-Si eso te hace feliz, entonces mátalo- La alcé en mis brazos.

Ella por reflejo rodeo mi cintura con sus piernas. Acomodé un mechón detrás de su oreja y besé su frente.

-¿Así que estamos casados y tenemos diez hijos?- Reí.
-Sí.
-¿Quieres tener once?- Le cerré un ojo.
-¿Ahora?
-Sí.
-¿Aquí?
-Sí.
-¿Es que acaso tú no te cansas?- Dijo en cuento la llevaba al auto.
-No- Abrí la puerta.
-Eres insaciable Liam- Comenzó a bajar el cierre de mi polerón.
-Tendrás que acostumbrarte- La recosté en el asiento trasero.
-Trataré pero Liam en verdad te pasas.
-¿Por qué?- Me subí sobre ella y cerré la puerta.
-Es que…- Gimió al sentir mis besos en su cuello- Tan solo esta mañana…
-Esta mañana me dejaste con las ganas- La interrumpí.
-Verdad- Dijo avergonzada.
-Ya sé cómo puedes disculparte- Me deshice de mi polerón.
-Liam… Recuerda que puedo tener sida.
-No tienes sida- La besé.
-¿Cómo?
-Es obvio que el imbéci’l de Matt inventó eso de que tenía sida y que estaba muerto solo para no hacerse cargo del bebé de Cassie- Volví a besarla.
-Tienes razón pero que pasa si cuando tuve relaciones con él…
-No pasa nada, yo estoy corriendo el riesgo, tú despreocúpate- Giré haciéndola quedar sobre mí.
-No quiero que te pase nada por mi culpa- Descansó su cabeza en mi hombro.
-Estamos juntos en esto preciosa, mientras esté contigo no me importa nada- Besé su frente.

De un momento a otro todo ese calor interior desapareció, esto ya había dejado de ser algo sexual, ahora era un momento especial… un momento que quería compartirlo solo con ella.
-Eres todo lo contrario a Matt- Con su dedo comenzó a dibujar imaginariamente en mi pecho.
-¿Eso es bueno?
-Eso es increíble- Oí una pequeña carcajada de su parte.
-Oye… Ahora que lo pienso, No hemos usado ningún tipo de protección- Traté de disimular mi preocupación.
-Sí lo hemos hecho.
-¿Qué?
-Bueno, yo lo he hecho.
-¿Tomas píldoras?
-No.
-¿Qué cosa entonces?
-Emm… eso- Pinchó su pierna con el dedo índice.
-¿Inyecciones?
-Sí- Sonrió.
-¿Te la pones en la pierna?- Pregunté cómo un total inculto en el tema.
-Mmm… No.
-¿Dónde?
-En el trasero- Dijo casi inaudiblemente.
-¿De verdad?- Reí.
-Sí.
-¿Puede ponerte una algún día?
-¡No!
-¿Por qué no?
-No va funcionar, necesito estar relajada para ponérmela y contigo no podré.
-¿Te pongo nerviosa?- Me acerqué a su oído.
-No tanto como antes pero sí.
-También me pones nervioso- Apreté sus caderas.
-Te quiero.
-Yo también _______, yo también te quiero.

Me puse a jugar con su cabello, bajé mi vista y cuando me di cuenta de que tenía su rostro pegado a mi pecho y los ojos cerrados. Sonreí como bobo, y de seguro babeé al verla dormir tan tiernamente. Como dije, este era un momento especial sin nada de lujuria ni nada que se le asemeje. Esa tranquilidad se rompió al sentir como algo vibraba cerca de mi miembro –prácticamente sobre el- Aquel vibrar comenzó a causar efectos físicos en mí, al parecer era el teléfono de _______ pero ella no despertaba, seguía sumida en el mundo de los sueños. Me siento débil y frustrado, por alguna razón no puedo despertarla, quiero pero no puedo… ¿Qué puedo hacer? ¿Sacar fuerzas internas y despertarla o sencillamente dejar que aquel vibrar termine por hacer que manche mis pantalones?

DULCES SUEÑOS ϟ LIAM PAYNEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora