DULCES SUEÑOS ϟ LIAM PAYNE

Capítulo 18 (2/2): ¡Esto apesta!

-Dime algo…
-Algo- Respondí con la vista pegada en la ventana.
-Oye- Me pegó en el brazo.
-No me pegues más, los golpes no solucionan las cosas.
-No te quiero más- Se dio la vuelta.
-Princesa- Me acerqué- No te enojes conmigo.
-Dame un beso- Me puso la mejilla.

Besé su mejilla, ella ágilmente saltó a mis brazos y susurro un “Ahora si te quiero”. En todo el camino intento llamar mi atención, pero no la conseguía ni por un pequeño instante.

-¿Aquí?- Preguntó el conductor.
-Sí- Le entregué el dinero- Gracias.
-¡Cárgame!

Obedecí y la cargue en mis brazos hasta su cuarto. Se rehusó a comer, ella solo quería dormir y para colmo en mi cama.

-Duerme conmigo.
-Me recostaré junto a ti ¿Está bien?
-Sí- Sonrió.
-¿No quieres que traiga nada?- Revolví su cabello.
-No papi- Descansó su cabeza en mi pecho- Solo quiero que te quedes conmigo hasta que despierte.

No puedo estar enojado con ella, mucho menos cuando me sonríe y me habla de esa manera tan dulce. ¿Dónde está mi teléfono? Llamaré a ________.

-Ho…
-Estoy afuera.
-¿Qué?- Fruncí el ceño.
-Sí, estoy casi afuera.
-¿Pasa algo?
-Tú solo baja y ábreme de una vez.
Con cuidado saqué la cabeza de Amanda de mi pecho y bajé silenciosamente las escaleras. Abrí la puerta y no había nadie… ¿Acaso fue una broma pesada de _______?

-¡Buu!
-Mi’erda- Me di vuelta asustado- Mandy está durmiendo.
-Lo siento- Articuló en un susurro.
-Ven y bésame- La atraje por la cintura.
-¿Qué pasa si Amanda nos ve?
-Tú estás conmigo, no con ella- Comencé a avanzar.
-Pero…
-Pero nada- La sujeté antes de que cayera en las escaleras.
-Liam- La callé con un beso- No me interrum…- La volví a besar.
-Subamos- La agarré por los muslos y la cargué.
-Un momento- Saltó- ¿Este no el cuarto de Mandy?
-Sí- Cerré la puerta.
-¿No estás pensando lo que yo creo que estás pensando?
-¿Qué pienso?- La acorralé en la pared.
-Liam es el cuarto de tu hermana… y a todo esto ¿Dónde está ella?
-En mi cuarto- Mordí su cuello.
-No podemos.
-Sí podemos- Le quité la polera.
-No- Intentó ponérsela.
-Vamos, es que no me siento bien- Me recosté en la cama- ¿Serías mi enfermera?
-¿De qué estás hablando?- Se volvió a poner la polera.
-Necesito ayuda médica.
-Llamaré a Ale- Sacó el teléfono.
-¡No! Ella no me puede complacer como tú.
-Ya entendí- Rió- Ya sé hacia donde intentas llegar Payne.
-Necesito que veas como está mi corazón- Me saqué la polera.
-De acuerdo- Se acercó.
-Ven- La levanté por la cintura- Siéntate- La acomodé sobre mi estómago.
-No siento nada extraño.
-Pon tu oído.
-Late normal- Intentó bajarse.
-Si sigues con tu mano derecho por aquí abajo créeme que latirá a mil.