Capítulo 27, FINAL.

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Con tacto y delicadeza me recosté sobre ella, besé su frente y abrí con cuidado sus piernas para mayor comodidad. Por un momento me detuve, tuve miedo de no superar sus posibles expectativas pero al ver su rostro sonriéndome no me calló duda de que esto sería fantástico no tan solo para mí, sino que para ambos.

-Espero que jamás te separes de mi- Acaricié con mis pulgares sus caderas.
-No te preocupes, no tengo planeado hacerlo.

Me incliné para unir nuestros labios. Cerré mis ojos y besé por última vez sus labios, recorrí el trayecto a su cuello con pequeños y dulces besos. Me dejé llevar tan solo por cuatro de mis cinco sentidos, se sentía alucinante el tan solo recorrer su cuerpo con mis labios, aun estando desnudo y teniéndola a ella prácticamente denuda raramente no sentía nada de lujuria ni nada parecido, tan solo quería disfrutarla y hacerla sentir más que especial.

-Liam... 
-No amor, esta noche ninguno de los dos va a hablar...

Volvió a besarme pero esta vez sus besos eran más suaves y pausados.________ empezó a acariciar mi espalda, yo hice lo mismo con sus brazos y recorrí con ellas cada rincón posible, sus besos fueron bajando de mi labios hasta mi la parte más baja de mi barbilla, posándose finalmente en mi cuello, parecía que en verdad le gustaba mi cuello ya que lo besaba placenteramente mientras jugaba con mi cabello, era sin duda una deliciosa e inexplicable.
Deslicé su falda y luego deslicé su ropa interior. Ambos nos encontrábamos totalmente desnudos, mi piel se erizaba cada vez que hacia contacto con la suya.

-Espera- La levanté en mis brazos.
-¿Qué haces?
-Me aseguró de que no pases frío- Levanté las sabanas y la recosté sobre ellas.
-Mientras estés junto a mi jamás sentiré frío.

Introduje mi cuerpo entre las sabanas y me puse de lado frente a frete para verla fijamente. Resbalé mi mano por su hombro, ella siguió la siguió con la vista y unió su mano con la mía. Sonreí y tímidamente acerqué mi rostro, me sentí como quien da su primer beso.

-Te amo- Selló sus palabras con un beso.

La abracé aun teniendo el dominio de sus labios, pero todavía manteniendo una considerable distancia, distancia que rompí en cosa de segundos al subirme sobre ella. Volví a su cuello y raspé con mis dientes su piel para acto seguido dar un pequeño mordisco. Apoyé mis brazos a ambos lados de su cabeza y me levante levemente para verla, sin duda era hermosa, tan solo puedo decir que ahora tengo un solo sueño... y es despertarme cada día con la luz de su sonrisa. Porque _______ es el lugar donde mi vida empieza y será ella con quien terminará...

-Porque eres y siempre serás mía, haré lo que sea para mantenerte de mi lado, aunque eso impliqué dar todo lo que soy y tengo.
-No tienes dar nada, porque yo soy y seré tuya para siempre.

Nuestros labios se unieron otra vez, en un beso muy singular, ya las palabras habían sido dichas... ahora solo bastaba darle la oportunidad a nuestros cuerpos de expresarse. Moví suavemente mis manos por sus muslos causándole un sutil escalofrío y abrí lentamente sus piernas. Alcé la vista, ella asintió con la cabeza dándome paso libre a actuar. Sin prisa entré en ella, _______ no gimió hasta que ya tenía la mitad de mi miembro dentro. Callé su respiración con un beso, ella lo respondió de inmediato en tanto enredaba sus dedos en mi cabello. En más de una ocasión llevé mis labios a su cuello pero no duraba mucho ya que siempre acababa por extrañar la dulzura y calidez de sus labios.
Me mantuve con una rapidez baja y poco constante, a diferencia de las demás veces hoy no tenía prisa ni apuro, esto me era tan placentero como follarmela con todas mis fuerzas. 

-Me siento como una niña en su primera vez- Apoyó su barbilla en mi hombro mientras abrazaba mi espalda.

Nunca pensé que fuese capaz de tanto, tres veces en un día por lo menos para mí es demasiado. Duré más que nunca... Aquella hora y media de placer fue simplemente enigmática.

-Quiero despertar a tu lado cada mañana- Besé su hombro.
-Me encantaría.
-Este es solo el comienzo... todavía nos queda una vida entera juntos.

Cerré mis ojos y la abracé, ________ escondió su rostro en mi pecho. Nuestros latidos retumbaban por todo el cuarto, el sudor de mi cuerpo se adhería al suyo, en pocas palabras estábamos sumamente agotados...

-¿Oíste eso?
-Sí pero no creo que sea aquí.
-Creo que si lo es.
-¿Quieres que vaya a ver?
-Sí.

Saqué rápidamente de los cajones de Zayn uno de los bóxers que guardaba ahí y tomé un bate de beisbol. Estaba todo escuro así que baje cuidadosamente las escaleras. No había nada hasta que de repente algo me tocó la espalda.
-¡Ah!- Grité.
-¡Ah!- Oí dos voces femeninas.

La luz se prendió y me encontré con Ale y Amanda viendo aterradas el bate que portaba en mi mano.

-Lo siento- Bajé el bate- Pensé que eran ladrones o algo.
-No te preocupes, yo también guardo un bate bajo la cama porsiacaso- Rió.
-¡Papito!- Saltó a mis brazos- Te extrañé.
-Yo también preciosa.
-Estas sudado- Protestó.
-Bueno Liam. Espero que este haya sido un buen día- Me guiñó un ojo.
-Gracias Ale.
-De nada, ahora creo que me iré, esto de cuidar niños agotador.
-Adiós Ale- La pequeña le besó la mejilla.
-Adiós linda- Cerró la puerta.
-¿Qué hacemos en casa del ogro Zayn?
-Solo dormía.
-Yo también quiero dormir.

Besé su frente y la llevé escaleras arriba. Al llegar a la habitación Mandy saltó de mis brazos y corrió donde _______.

-¡Hola!
-Hola linda ¿Cómo estás?
-Bien pero tengo sueño- Se metió entre las sabanas.
-Las amo.
-Nosotras también te amamos contesto ________.

Con Amanda entre nosotros me quedé profundamente dormido. Ellas eran mis chicas, las dos personas más importantes en mi vida y sin duda daría todo porque esto se mantuviera así por siempre... yo con ellas y ellas conmigo.

La luz se escabullía por entre las persianas, sonreí inconscientemente y con la mano derecha comencé a palpar el otro lado de la cama.... Nada, estaba totalmente vacía. Abrí mis ojos y me senté en la cama, miré a ambos lado y en aquella cómoda cama blanca solo estaba yo.
Aquello que había pasado noches y noches pensando ya estaba resuelto, y ahora sin más necesitaba compartirlo con ella.

-¿Amor?- Me levanté de la cama.

Nadie respondió, entré al baño y tampoco estaba ella, solo pude ver como en el espejo se reflejaba mi despeinado cabello y mi ya prominente barba. Salí de ahí y preocupado bajé las escaleras.

-¿Amor?

Pensé en un último lugar; la cocina... efectivamente estaba ahí, untando un poco de mantequilla en una tostada. Al verme no sonrió y tan solo hizo una mueca.

-Se suponía que te iría a dejar el desayuno antes de que despertaras.
-No importa- Sonreí.
-Emm... veo que no te levantaste solo.
-¿De qué hablas?
-Mírate los pies.

¿Mis pies? ¿De qué demonios está... ya entendí, ¿Es que acaso es pecado para un hombre despertarse con una erección?

-No quiero saber que estabas soñando- Rió.

¡Soñar! ¡Casi lo olvidaba! Tengo que decírselo antes de que se me olvide, si no lo hago estoy seguro de que me arrepentiré.

-¡Amor!- Corrí hacia ella.
-¿Qué pasa, por qué tan emocionado?
-Tengo que contarte algo- La abracé por la espalda.
-Primero yo.
-Pero...
-Liam.
-Está bien- Bufé.
-Esta mañana me llegó una carta y...
-¿Y?
-¡Ale y Zayn se casan en un mes más!- Comenzó a dar saltitos.
-No saltes- La detuve.
-Pero es que es emocionante que mi mejor amiga con tu mejor amigo se casen. Y pensar que todo comenzó cuando los presentamos en aquel crucero.
-Amanda...
-¿Qué?- Arrugó la frente.
-Será una niña y se llamará Amanda- Pasé mi mano por su barriga.
-No sabemos si será una chica.
-Lo sé.
-¿Cómo puedes saberlo?
-Lo soñé...

DULCES SUEÑOS ϟ LIAM PAYNEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora