Capítulo 2 (1/2).

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La ducha era el único lugar que tenía para mí mismo, el único espacio que tenía para estar solo ya que todo el día y la noche la pasaba con Amanda, no es que no me guste estar con ella, al contrario me encanta pero ya no tengo vida, mi vida es ella. Ya no salgo con mis amigos tanto como antes y menos ahora que Mandy está enferma, pero mañana es mi cumpleaños y como mañana es lunes los celebraré hoy en mi casa así que después de dos semanas volveré a ver a mis amigos, que no son muchos pero son los suficientes.

-¡Papá!- Oí gritar a Amanda.
-Mierda- Susurré.

Cerré la llave en un dos por tres y salí de la ducha para ponerme rápidamente una toalla y salir corriendo a la habitación de Amanda.

-¿Qué paso?- Pregunté preocupado cuando me percataba de que la reja aún estaba cerrada.

Mi corazón volvió a la normalidad a ver que la reja seguía intacta, yo ya pensaba que se había caído por la escalera o que le había pasado algo.

-Tengo hambre- Se frotó el estómago.
-Me asustaste pequeña, pensé que te había pasado algo- Le saqué el pestillo a la pequeña rejilla para abrirla.
-Estoy bien- Asintió.
-Dame un abrazo- Me acerqué y la abracé.
-¡Estas mojado!- Intento salir de mis brazos.
-No importa solo abrázame.
-Está bien- Apoyo su pequeña cabeza en mi pecho descubierto- Feliz cumpleaños- Susurró en mi oído.
-Mañana es mi cumpleaños, no hoy- La deje sobre la cama.
-Lo sé, pero hoy lo celebraremos ¿No?
-Sí.
-¿Vendrán Jason, el tío Tom y los demás?
-Exacto.
-Entonces ayúdame a elegir mi ropa.
-Bueno.

Fuimos a su armario y entre los dos comenzamos a descartar todo lo que no nos gustaba hasta que al final nos decidimos por una falda morada –Su color recontra-mega favorito, como suele dice ella- y una polera de tirantes con los colores del arcoíris.

-Ven aquí- Comencé a perseguirla para que se sacara el piyama.
-No, ya soy grande y me vestiré yo solita- Se cruzó de brazos.
-Está bien pero después cuando necesites ayuda no…
-Anda a vestirte- Me interrumpió empujándome hacia la puerta- Vístete bonito y de morado.
-¿De morado?- Ella asintió.
-Ya vete- Me empujo nuevamente pero esta vez dejándome fuera de su habitación.
-¿Segura que no quieres que te ayude?
-¡No!- Dijo cerrando la reja de su puerta para luego comenzar a sacarse el piyama.

Fui a mi habitación y me vestí con una camisa de líneas morada, unos jeans oscuros y unas zapatillas del mismo color de la camisa. No me sequé el pelo solo me pare frente el gran espejo de la habitación y acomode mi cabello.

Miré la cama y comencé a tenderla, era una cama tan grande y solo era ocupada por una persona: Yo, aunque bueno como ahora Mandy está enferma y en la noche no puede respirar bien duerme conmigo para yo poder darle su medicina cada vez que le ocurre, o sea prácticamente cinco veces por noche.

Cuando termine de poner los cojines en su lugar di vuelta y vi a la pequeña Mandy avergonzada con la polera puesta de forma extraña por la cual no pude evitar reír.

-¿Me ayudas?- Yo asentí.
-Te lo advertí- Me acerque y saqué su polera para ponerla después de la forma correcta.
-Gracias- Me abrazó- Te ves lindo de morado.
-Lo sé, definitivamente es mi color- Reí.
-¡No, es mi color!- Me saco la lengua.
-¿Lo compartes?
-Solo contigo- Dijo cuándo la tomaba en brazos en el momento que bajamos las escaleras.
-Iré a ver televisión- Salto de mis brazos para ir tumbarse en sofá e hipnotizarse con aquella pantalla que tanto ama.

Sonreí al ver lo concentrada que estaba viendo como los lápices se hablaban entre sí hasta que una melodía sonó en mi bolsillo, era mi teléfono el que sonaba con una llamada entrante de Zayn.

-Hola- Respondí caminado hacia la cocina- ¿Qué paso?
-No podré ir a tu casa hoy Liam.
-¿Por qué no?
-Olvide que tenía un compromiso.
-¿Ese “compromiso” tiene nombre?- Reí mientras recalcaba la palabra “compromiso”.
-Sí- Rió- Pero no es lo que piensas.
-Entonces si no es lo que yo pienso- Dije con un tono más grave- ¿Por qué no traes a tu “compromiso” aquí?- Dije lentamente la palabra penúltima palabra.
-¿No te importaría?
-No, mientras no muestren demasiado su amor frente a Amanda no hay problema- Ambos reímos.
-Es mi mejor amiga.
-¿Tú mejor amiga?- Reí recordando un comentario que él había hecho sobre ella hace un mes atrás- ¿A la que le quieres puro dar?- Dije luego de percatarme de que Mandy no escuchara.
-La misma- Hizo un chasquido con su boca.
-Bueno, te espero y recuerda lo de las muestras de afecto.
-Ahí estaré y sobre lo segundo no te preocupes, entre ella y yo jamás.
-Eso no era lo que decías hace unas semanas atrás… ¿O es acaso que ella no te da la pasada?- Bromeé.
-Muy gracioso- Ironizó- Te dejo hermano y saludos a la pulga.
-Adiós- Dije colgando la llamada.
-¿Quién era papi?- Me preguntó cuándo me sentaba junto a ella.
-Era Zayn- Sonreí- Te mando saludos.
-Mándale saludos también cuando lo veas- Di un sutil carcajada.
-¿Por qué no lo haces tú misma cuando lo veas hoy?
-Buena idea- Dijo sin apartar sus diminutos ojos de la televisión.

Toc-Toc, sonó el impacto de un golpe contra la puerta de la casa así que me paré y fui a ver quién era la persona que tocaba exactamente a la una de la tarde.

-Sorpresa- Dijo Tom lanzándome serpentina en la cara.
-¿Qué hacen aquí tan temprano?
-Vinimos a almorzar- Me miró extrañado Jason.
-Se suponía que lo celebraríamos en la cena- Reí viendo como todos fulminaban con la mirada a Peter.
-Lo siento- Se defendió- Escuche mal- Dijo recibiendo un golpe en la cabeza de parte de Rachel.
-Pasen- Me corrí dejando a esos seis chicos entrar a la casa.
-Hola elfa- Dijo Chris abrazando a mi hermana.

Sí, mi hermana… Amanda no es mi hija, aunque bueno ella lo cree así, me gustaría decirle la verdad pero esta es de esas veces que es mejor no decir la verdad para no herir a los demás, no puedo llegar y decirle a una niña de cuatro años que su padre es un desconocido que nadie sabe quién es y que su madre luego de un mes de haberla concedido se dio a la fuga tras de haber pasado seis años en depresión por la muerte de su esposo. Simplemente no puedo decirle que no es mi hija y que bueno tampoco es ciento por ciento mi hermana, sería como enterrarle una cuchilla en su pequeño corazón.

-No me digas elfa- Puso ambas manos en su cintura- Soy una princesa.

Rachel saco un Cd que traía en su bolso y lo puso en el equipo de música para con Kim sacar a bailar a Mandy mientras los chicos y yo nos instalamos en la terraza que había en el patio.

-¿Dónde está Zayn?- Preguntó Chris viendo al igual que yo por el ventanal como las chicas bailaban.
-Dijo que vendría más tarde con su mejor amiga.
-¿A la que quiere darle como caja?- Rió Chris.
-La misma- Indiqué viendo como Kim tomaba las manos de Mandy enseñándole unos pasos de baile.
-Hablando de amigas que son más que amigas… ¿Qué paso con Kim?- Me preguntó Peter.
-Nada- Negué con la cabeza- Me di cuenta que lo que sentía por ella no era amor.
-¿Eran ganas?- Dijo pervertidamente Tom.
-No- Le pegué en el hombro- Solo me gustaba que se llevará tan bien con Mandy.
-Tienes razón- Chris puso su mano en mi hombro- Esa chica es cosa seria- Todos asintieron.
-Recuerdo cuando traje una amiga aquí y ella le dijo que era fea y que no le agradaba- Reí al igual que todos por el comentario de Jason.
-Ojala que no haga lo mismo con la amiga de Zayn.
-No lo creo Liam- Negó Peter- Es muy celosa, no le agrada ninguna chica que se acerque demasiado a ti.
-¿Por qué se tendría que acercar a mí?- Pregunte viendo como todos reían por mi pregunta.
-Primero- Jason levantó un dedo- Hay que admitir que eres el más guapo de nosotros y las chicas siempre te miran antes que a nosotros.
-Segundo- Tom alzó dos dedos- La chicas siempre se derriten por ti al saber de Amanda y lo paternal que eres con ella.
-Y tercero- Chris elevó tres de sus dedos y se quedó pensando- Bueno… yo más bien creo que tú te acercaras a ella porque estas demasiado necesitado- Todos rieron.
-No estoy necesitado.
-Amigo, la mano no cuenta- Rieron todos otra vez.
-Ustedes saben que yo a diferencia de ustedes puedo controlar mis deseos.
-Lo sabemos pero créeme que no te envidiamos.
-Apoyo a Tom, el deseo es lo que nos hace hombres, bro.
-Yo apoyo a Jason, ya pareces mujer- Rió Chris.
-Que no me haya acostado con ninguna chica hace ya varios… varios meses no significa que sea menos hombre- Me defendí.
-En verdad si lo es- Respondió Zayn mientras abría el ventanal que dividía el patio de la sala de estar.

Los chicos empezaron a saludar a Zayn mientras yo sin quererlo pasaba casualmente mi vista al living y me daba cuenta de que Mandy y las chicas ya no estaban.

-¿Dónde está Mandy?- Pregunté parándome de la silla.
-No te preocupes- Zayn me empujo sentándome de nuevo en ella- Está en la cocina con Kim, Rachel y ______.
-¿______?- Pregunté.
-Mi mejor amiga- Se sentó en otra una silla.
-¿Está con Amanda?- Preguntó Jason a lo que Zayn asintió.
-¿Y no la golpeó ni nada?- Intervino Chris.
-Bueno, solo la abrazo y le pidió que la cargara.
-Vaya, a las chicas les tomo días para que ella las aceptara- Dijo Peter.
-Lo sé, también me sorprendí- Dijo Zayn levantando sus hombros.
-¡Vengan a jugar!- Exclamo Mandy con una bolsa entre sus manos.
-¿Qué es eso?- Pregunté viendo la bolsa que traía.
-Es parte del juego- Tomó mi mano y me jaló.


-Bravo- Aplaudió tiernamente Mandy- Ahora… Amanda manda que papi bese a ______.

DULCES SUEÑOS ϟ LIAM PAYNEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora