"No puedo participar en esto"
"Tienes que hacerlo, porque yo cuento contigo"
"No tengo ese carácter mental"
"Tal vez no, pero Harry seguro que si"
Fue entonces que acepte y fue la venta de mi alma con el mismo Satanás.
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New York. 19:45 pm.
Todo estaba completamente listo y en orden, los invitados tenían poco tiempo en llegar a la mansión, Tess estaba conmigo en todo momento dándome una mano mientras que Edward se encargaba de pasar el tiempo con Char no era que le molestara pero Harry había salido de la misión para ir a recoger a Gemma y Anne al aeropuerto, todos colocaban sus regalos en el gran árbol navideño al llegar, mientras sonreían alegres y se maravillan por ver una casa tan especialmente decorada.
-_____, querida, tengo un regalo para ti preciosa.
-Rex ahora no, estoy algo ocupada.- hable rodando los ojos mientras daba un trago a mi copa de champán.- Será luego.
-¿Dónde esta Harry?.- pregunto en tono serio llamando mi atención.- Deberás cuidarlo esta noche.
-¿Qué mierda estas hablando?.- suelto confundida levantando una de mis cejas.- No entiendo un carajo de lo que hablas.
Rex aprieta los labios y levanta su copa de vino al aire en señal que me gire hacia la dirección en que me señalaba con ese gesto, fue entonces que vi su rostro, sus ojos conectaron con los míos y la rabia llegó hasta mi garganta sintiendo el vómito queriendo escapar por mi boca.
Di un paso y la mano de Rex tomó mi codo atrayendo mi cuerpo al suyo de un tirón pegando su pecho a mi pecho.
-Tienes una hija, Harry no tarda en llegar con su madre y su hermana sin olvidar a todos los colegas que tenemos aquí, no hagas un escándalo y debes calmarte.
Mire los ojos de Rex quien me miraba en total seriedad, sentía mi corazón latir tan rápido que parecía que en cualquier momento explotaria porque esta invadiendo mi casa.
-Hablando del Rey de Roma.- dice Rex bajo dando un trago a su copa.
Me gire de nuevo observando a Harry entrar emocionado mientras varias personas lo saludaban amable, observe que ella no se moviera de su lugar y efectivamente se quedó quieta dándole la espalda, sus ojos dieron con los míos para luego ver detrás a Gemma y Anne.
-¡_____!.- chillo Gemma abrazando mi cuerpo.- Cada vez te pones más hermosa deberías darme el secreto.
-Gracias Gem tu también luces muy linda, bienvenidas ya tenía tiempo sin verles.
Anne se acercó a mi sonriendo mientras hacia bromas con Gem sobre que Harry parecía olvidarlas y esas cosas, fue entonces que Edward llegó por detrás, Anne se quedó paralizada mientras que a Gemma no le importó y soltó sin piedad sobre el besando sus mejillas.
-¡Te extrañe tanto hermano!.- sollozo Gem.
Edward le correspondía el abrazo fuertemente al igual que ella, para luego abrazar a Anne quien no podía soltar una palabra sin derramar algunas lágrimas.
-Char, preciosa ven aquí.- hablo Harry alto.
Charlotte llegó hasta nosotros y Harry llevó su brazo a mi cintura atrayendo mi cuerpo a él mientras ella sólo observaba tranquila la situación.
