Amor Verdadero |COMPLETA|

1. Recuerdo

—Rugge, ¿dónde estás? —Grite desde el living. Ya habían pasado varios minutos desde que mi hermano se había terminado de arreglar y aún no aparecía. —Rugg...

—Aquí estoy. —dijo interrumpiendo, sentí su presencia a mi lado. —Vamos por Valentina, ¿no? —Asentí con la cabeza.

Ruggero, es mi único hermano y es el mayor, tiene 20 años. Es una de las mejores personas que tengo en mi vida. Siempre esta cuando más lo necesito, es un chico súper alegre y cariñoso.

Ya estábamos en el auto, íbamos por Valentina, para después ir de día de campo. Los primeros minutos fueron silenciosos, algo extraño porque cuando estamos juntos no paramos de hablar. Rugge fue el primero en romper ese silencio.

—Caro, ¿entraras a la Universidad? —Preguntó dudoso.

—Sí, no quiero dejar de estudiar. —dije decidida. Sabía que Rugge estaba por decir algo, así que lo impedí. —Valentina me está ayudando a buscar una Universidad, no te preocupes.

—Sabes que solo quiero verte feliz y siempre te apoyare en todo. —dijo tomando mi mano.

—Lo sé, me lo has demostrado en estos meses. —dije tomando su mano.

Y vaya que me lo ha demostrado, en ocasiones hasta cancelaba citas con la novia por estar cuidándome, por tratar de darle alegría a mi vida. No sé que hubiera sido de mí, sin su ayuda.

El resto del camino lo pasamos en silencio, iba apoyada a la ventanilla, recordando todo lo que me había pasado en estos últimos 8 meses.

Recordé mi accidente.

El accidente que cambio mi vida. Lo recuerdo perfectamente, todo sucedió el día de mi cumpleaños número 18, mi papá me había dado de regalo un auto, era lo que llevaba esperando durante meses, era tanta la emoción que decidí ir a enseñárselo a Valentina, mi mejor amiga.

Ese día estaba lloviendo, iba por la carretera cuando comencé a escribirle un mensaje a Valu, diciéndole que tenía algo que mostrarle, por estar distraída en el celular no me di cuenta que un camión venía en la misma dirección, lo cual hizo que mi auto se saliera de la carretera. Provocando que estuviera en coma durante dos semanas, con fracturas y heridas por todo el cuerpo.

Con el tiempo mis heridas sanaron, lo que no recupere fue la vista. Desde hace 8 meses, mi vida se convirtió en oscuridad. Los primeros días después de salir del hospital fueron los más difíciles, lo único que quería era morir, toda mi vida se había ido ese día.

Tuve que pasar semanas sumergida en mi propia burbuja para darme cuenta que tenía muchas cosas por las cuales seguir, aunque ya no las volviera a ver.

—Llegamos. —dijo Rugge. Escuchar su voz hizo que saliera de ese momento de recuerdos.

—¿Le puedes marcar a Valu? —le di mi celular, el cual llevaba en mi regazo, él lo tomo y a los segundos ya estaba hablando con ella.

—Hola Rubia, te estamos esperando, salí rápido. Si, solo los tres vamos.

—¿Recuerdos? —Preguntó al terminar de hablar con Valu. Asentí con la cabeza, incapaz de mencionar ese recuerdo. —¿Por qué?

—Por lo que vamos de día de campo, la última vez que hicimos uno fue el día de mi cumpleaños. También porque ayer me encontré a Santiago. —esto último lo dije un tanto triste.

Él, era mi novio, llevábamos un año y medio de relación. Estaba enamorada y creí que él también, pero cuando tuve el accidente termino conmigo.