24. Padres

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Narra Agustín

Llevaba toda la mañana organizando el viaje que tendríamos con Caro. Su cumpleaños sería en esa semana y tenía preparada una gran sorpresa.

Quería que pasará la mejor semana y que la disfrutara en gran manera.

Una playa sería nuestro destino. Busqué cuál sería la indicada y llegue hasta Cancún, México. Terminando de comprar los boletos, sonó el timbre de mi casa. No esperaba a nadie y Caro estaría con sus amigos.

Abrí y se encontraba Valu, junto con una torta.

-Me acuerdo de los amigos.- dijo entrando a casa. Reí negando con la cabeza.

-Yo no me acuerdo de ellos.- dije riendo. Cerré la puerta y nos sentamos en el sillón. Colocó la torta en la mesa y me miro de mala manera.

-¿Sabes? Te estás perdiendo mi cariño.- dijo con dramatismo. Cada vez estaba peor.

-Por eso te quiero.- dije acercándome a abrazarla. -¿Como va todo?- pregunté al separarnos.

-Todo bien. Mis papas están de regreso y voy muy bien con Mike.

-Todo se esta acomodando. ¿Ya no vuelven a viajar?- pregunté al ponerme de pie. Me dirigí hasta la cocina por unos platos.

-Si, pero no tan seguido.- la escuche decir, quizás ella no me lo dice, pero se que le encantaría tenerlos con ella todo el tiempo.

Tome los platos, los cubiertos y regrese hasta donde estaba ella.

-Tal vez es tarde, pero puede que se hayan dado cuenta que se están perdiendo de su hija.- Me senté y parti la torta, servi en ambos platos y le di uno.

-Puede ser. Pero bueno, ¿como va todo con Caro?- dijo probando de la torta.

-De maravilla, nos iremos de viaje.- dije con entusiasmo. -¿Sabes? Nunca me imagine que regresar sería lo mejor.

-Lo es, a parte has hecho mejor la vida de Caro. Ella ha estado más feliz los últimos meses con tu llegada.- dijo mirándome con una leve sonrisa.

-Ella también ha llenado de felicidad mi vida. ¿Te conto el sueño que tuvo? en el que recuperaba la vista.- dije alzando la ceja. Negó con la cabeza repetidas veces.

-No es el primero que tiene, muchas veces se ha callado lo que sueña.- dijo acomodándose en el sillón. -Las primeras semanas fueron peores, todos los días se levantaba llorando.- en sus ojos miraba tristeza al recordar. -Aún sigo pensando que ella no se merecía ese accidente.- una lágrima rodó por sus ojos.

-Pero, tampoco se podía evitar. No puedes ir contra el destino de cada uno.- dije tomando su mano.

-Nunca lo dije, pero me sentí culpable. Ella me quería mostrar su auto y por eso tuvo el accidente.- decía con la cabeza baja.

-No lo digas, nadie tuvo la culpa y si ella te escuchara te diría lo mismo.- la abrace fuertemente y deposite un beso en su cabeza.

-¿Sabes? en un principio teníamos la esperanza que con una operación recuperara la vista.- dijo mirándome.

-¿Se puede?- pregunté frunciendo el entrecejo. Ella negó con la cabeza. -Caro dijo que no pasaría.

-Y no va a pasar, ella no volvío a preguntar, no serviría de nada la operación.- suspiro con pesar.

No sé en que momento pasamos a esta conversación, pero sabía que ambos la necesitamos desde hace mucho.

-Quiero estar con Carolina, el resto de mi vida. Te mostrare algo.- dije poniéndome de pie para ir hacia mi habitación a mostrarle lo que había comprado a Caro. Esto alegraría a Valentina.

Amor Verdadero |COMPLETA| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora