Raspado, gritos y fans.

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Hace mucho tiempo que no disfrutaba de dormir hasta tarde sin la preocupación de tener que despertar para ir a trabajar. Aunque el futon no era lo ideal para descansar en este momento, yo no podía quejarme, además, estaba teniendo una sueño vivido de la noche anterior, lo que hizo que empezará a sentir mi cuerpo caliente y que mi pene se empezará a poner duro, durísimo y húmedo.

- Mhm...sí

Deje escapar un gruñido y mi sueño empezó a sentirse real. Ahora un suave golpe sobre mis labios me hizo imaginar que Minho quería que jugara con su falo y yo más que dispuesto separé mis labios y abrí los ojos encontrándome con un Minho recién bañado, con ropa limpia y ceño fruncido. De seguro para él, yo ya había descansado suficiente y eso me hizo enojar, pues había interrumpido mi perfecto sueño húmedo y lo peor era que lo que tocaba mis labios era un dedo y no su pene.

- Idiota...

Murmuré y atrape su dedo entre mis dientes, mordiendo este sin reparo alguno, era una forma de indicarle que había interrumpido un sueño maravilloso y que además, no me había dejado tener un final feliz como Dios manda.

- ¿Por qué me ha mordido? ¿Qué te pasa?

- No actúes como si me hubiera arrancado el dedo. Sabes que odio que me despierten cuando...

No continúe hablando pues iba a exponerme más de lo que mi rostro sonrojado ya lo había hecho junto a mi erección mañanera que se marcaba bajo mi ropa interior. Por otro lado, Minho se colocó el dedo entre sus labios para calmar un poco el dolor y todo esto, sin dejar de mirar hacia el centro de mis piernas con una sonrisa pervertida.

Choi Minho, eres un sucio pervertido.

- ¡Eres muy cruel! Yo solo quería despertarte para tomar un baño contigo.

Me lo quede mirando sin expresión alguna debido al fastidio y sueño que aún recorrían mi cuerpo, pero no podía negar que me moría por besarlo y eso hice. Me acerque quedando de rodillas frente a él y le robe un beso antes de hacerle la siguiente advertencia inofensiva.

- Que solo sea un baño, ¿está bien?

Sonríe cerrando los ojos, pero ese fue mi primer error porque nuevamente estaba sobre la cama. Minho se había lanzado sobre mí comenzando a desvestirme a la velocidad de la luz. Incluso creo haber escuchado que la tela se rasgó, pero no le puso mucho interés ya que me encontraba golpeando su espalda para librarme de este maniaco sexual, que es mi novio y que amo mucho.

- ¡Idiota, estúpido, idiota! ¡Solo piensas en sexo y...! ¡Así Min, dame ahí otra vez... Ah, más fuerte!

No es que odie que nuestra relación sea noventa por ciento sexual y diez por ciento romántica. Después de todo, yo lo amo, él me ama y no me veo con otra persona que no sea Choi Minho.

Luego de tomar una ducha, porque sí, fue solo un baño rápido y ya nos encontrábamos recorriendo algunas calles de Japón. Minho me había comprado un raspado de durazno y él, bebía de forma sexy un café descafeinado para despertar por completo. Ibamos caminando abrazados, mientras recorríamos el centro comercial y yo como un celoso, maniático posesivo me le pegue a su cuerpo todo lo que me permitía aquella posición.

- Ese raspado se ve bueno, ¿puedo probarlo?

Yo le extendí el raspado pero lo aviado acercándose a mis labios, apretó una de mis nalgas y me lamio los labios de forma erótica a mitad de la pileta que adornaba el cuarto piso del centro comercial. Yo en respuesta gemí y cerré los ojos parándome sobre las puntas de mis pies y disfrutando de las suaves caricias de su lengua. Yo me sentía un helado gigante y Minho era un niño desesperado por querer terminar y probar su dulce por completo.

- Mhm... Min... ho

Me había olvidado por completo que estábamos en un lugar público, pues una de mi mano ya estaba por abrir el cierre de su pantalón. Lamentablemente un grito o mejor dicho chillido nos hizo separar de golpe y notar que algunas fans de Minho nos habían encontrado.

- Es mejor que continuemos...

Minho tomo mi mano y me adentro a un supermercado que vendía comida tradicional japonesa. Me quede mirando a mi novio, pues sabía que estaba molesto consigo mismo por haber sido reconocido, pero yo sabía que no era su culpa y por eso me acerque a robarle un nuevo beso y sonreír.

- Al menos compraremos comida instantánea para esperarte con algo nuevo de cenar.

- Sabes que adoro lo que cocinas, así sea un huevo frito medio quemado, yo lo comería si es hecho por ti mi amor.

Lo mire y jalando de su mano lo lleve hasta el pasillo de Ramen y otras pastas que en Japón suelen comer. Minho había desaparecido de mi vista y yo me centré en intentar buscar indicaciones en para saber que era lo que iba llevar, a parte de los recuerdos que debíamos llevarles a nuestros padres y al especial y encantador hermano de Minho.

- ¿Entonces le llevaras el Udon a Key? ¿Crees que sea un buen regalo para él?

- Nunca será suficiente o buen regalo para él, ya sabes cómo es de...

Taemin, perdón...

Me lo quede mirando con un enorme gesto de confusión en el rostro, hasta que vi por qué se estaba disculpando. Las fans de Minho nos volvieron a encontrar y no contentas con ello se había logrado colar en el supermercado. Estaba preocupado y triste por Minho, pues de seguro ya estaba martirizándose interiormente y yo no quería eso en absoluto.

- Emm, ¿Eres amigo de Minho?

Una chica estaba parada detrás de mí, tirando suavemente de mi suéter para que me girara a verla y le responda. La miré y sonreí para no terminar burlándome de ella por su mala pronunciación del japonés. No sabía que fans internacionales estarían aquí y siguiendo a Choi Minho y su novio que ante todos, al parecer era un amigo y ya.

- Sí, soy su amigo...

Respondí resignado, intentando seguirles el juego pues a final de cuentas me pareció divertido ver tanto movimiento por una sola persona, aunque en el fondo me molestaba, pues esa persona era mi novio y no me gustaba la forma en la que lo miraban... como si fuera comida.

- ¿Podemos tomarte una foto? Es que... es que eres muy guapo.

- ¿Yo?... pero...

La chica ya tenía lista la cámara de su teléfono para fotografiarme y Minho, el celoso compulsivo coloco su brazo frente al lente para que no pudiera tomarme una sola foto de mi cuerpo o rostro.

- Es solo una persona común... Si no les importa podrían no sacarle fotografías.

Sonaría mal para algunos, pero para mí, aquellas palabras significaban mucho más. Estaba sonriendo como idiota y quería besarlo en los labios y otras cosas más pero no podía darme el lujo de dar semejante espectáculo, sobre todo por las abuelas y abuelos que miraban intentando recordar la cara de Minho.

"Común para el resto, pero único y especial para mí. Lo entendiste"

Las dos chicas asintieron mirando embobadas a Minho, dirigiendo sus teléfonos hacia él que pasaba naturalmente para ellas. ¿Así me veré yo cuando Minho sale de bañarse? ¿Lo miraré así o peor? Ojala y no sea ninguna de los dos porque sería vergonzoso saber que me veo como hipnotizado por este hombre.

- ¿Podemos irnos?

Pregunte luego de estar parado a un lado de la caja. Minho asintió y se despidió de sus fans, pagamos lo que habíamos comprado y nos regresamos al hotel a terminar de disfrutar de aquella semana que Minho me iba dedicar solo a mí y bueno... a sus fans.

Así no me confies en mi... yo te seguire amando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora