¿Quién es él?

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- ¿Enserio se lo preguntaste? Tae, no debes hacer caso a todo lo que yo digo.

Miré a mi hermano con cara de asesino serial y desvié mi mirada a la ventana de la tienda. Estaba empezando a cansarme del tema de la infidelidad de Min y de mi inseguridad, que al parecer era injustificada.

- ¿Y dónde está Minho ahora? Apuesto que aún sigue en casa durmiendo y tú aquí martirizándote con todo esto. Lo estoy empezando a odiar.

- No, Min no es así...

Y de pronto la expresión del rostro de Jin me asusto y un par de brazos que conocía demasiado bien. Min había venido a buscarme a la tienda y me sorprendió mucho porque no era usual que lo hiciera.

- Ah, Minho.

- Hola Jin Ki

Miré a mi hermano y le saque la lengua porque había quedado como un completo hipócrita. Reí entre dientes porque ahora era sumamente diplomático y le sonreía celebrando todo lo que Min decía o hacía.

- ¿Ya terminaste con tu trabajo Tae?

- Ah, sí.

- Entonces llegue a tiempo para recogerte.

Quería reírme con ganas porque mi hermano solo asentía como robot a todo lo que Minho le decía, incluso, si en ese momento le pedía que me aumentará el sueldo, lo haría.

- Bueno JinKi, me llevo a tu hermano. No hay problema en que tú cierres solo, ¿verdad?

Le di un beso en los labios a Min y tome mis cosas detrás del mostrador para salir e irnos a la casa o a dónde Min quisiera.

- No me traje el auto, pero debí hacerlo. No quiero que te vean, estas muy hermoso esta noche.

- Min

Me sonroje y él aprovecho para rodear mi cintura susurrándome al oído.

"Si no hubiera hecho la reservación, ya te tendría en la cama y sin esta molesta ropa"

Definitivamente esta noche iba ser hermosa. A mí no me gustaba estar molesto con él, pero no me puedo quejar que las reconciliaciones eran la mejor cosa que nos podía pasar, porque Min se volvía más detallista y yo era el centro de ese pequeño universo que nos encerraba a los dos.

Estaba sorprendido del lugar que escogió para ir a cenar. Mi loco novio había reservado el segundo piso de Mago Six. Una cafetería en la que siempre nos encontrábamos cuando empezamos a salir y nos gustaba mucho pedir un vadito especial de Mango con crema junto a un panini de pollo que compartíamos.

- Min... Gracias

- Nada de gracias, es porque te amo.

Luego de besarnos y notar la presencia de la camarera que nos miraba y reía sonrojada por la miel que desprendíamos en ese momento. Min me miro y sonrió pidiendo lo de siempre más unas fresas con chocolate.

- ¿Todo bien amor?

- Más que perfecto Min.

Se acercó a mi dejando una suave caricia con su mano sobre mi mejilla, que termino tras mi cuello y me sostuvo mientras él devoraba mis labios y yo intentaba corresponderle entre suaves suspiros que me hacían notar como mi cuerpo reaccionaba y se deshacía bajo el de MinHo.

- Su... su orden

Nos separamos dejando oculto mi sonrojo y mi vergüenza bajo el flequillo que cubría mis ojos, sintiendo la mano de Min sobre mi espada para avisarme que nos encontrábamos solo nuevamente. Tome el batido y le di un sorbo, mientras Min tomaba la vasija de fresas con chocolate, cogió una y la hundió en el chocolate acercándose a mis labios para delinearlos con esta.

Así no me confies en mi... yo te seguire amando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora