El gato y la muerte

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Luego de aquel incidente en el hotel. Jinki me obligo a salir de ahí y regresar a su casa, me dijo que no había problema en que me quedará el tiempo que necesitará hasta poder pagar un departamento para mí solo. De inmediato acepte su propuesta, pero solo me duro una semana, pues durante esos días me enteré que iba ser tío y no quería robarles la privacidad a ellos.

Sin que JinKi se enterará, empecé a ver departamentos, pero no pude encontrar ninguno que no fuera alrededor de mi antigua casa. Yo no quería vivir o estar cerca de MinHo, pero al parecer el destino me volvía acercar. Termine por alquilar un departamento dos pisos más arriba del mío y todos los días rezaba por no cruzarme con él.

Si me lo preguntan, yo no fui al aeropuerto a impedirlo como muchas veces recree aquella escena en mi cabeza. Si eligió a Tae Hyung fue por una razón, pero eso no quería decir que yo deje de amarlo, aún tengo sentimientos guardados hacia él y dudas que sé que jamás se responderán. También recuerdo cuando KiBum vino a buscarme, pensando que me encontraba en el apartamento que antes ocupaba con MinHo.

- ¡No Jonghyun, suéltame, esos idiotas me tienen que escuchar! ¡A mí nadie me va decir que los Chois somos infieles! ¡Lee Taemin, sé que estás ahí, abre de una maldita vez y dame la cara! ¡Necesito que me des una explicación de todo! ¡Todo!

- ¡KiBum! Ya basta, estas asustando a Leo. Nadie abre la puerta, los vecinos están saliendo y tu estas a punto de tener un colapso nervioso. Cálmate o nos regresamos a Inglaterra.

A lo lejos yo los ví. Había bajado a ver que era todo el escándalo en la puerta de mi ex hogar y quedé paralizado al ver que era mi ex cuñado y mi ex sobrino. Ciertamente, Jonghyun era el único que podía calmar a la fiera y francamente me dio pena ver a Leo llorando tímidamente, mientras escondía su pequeño rostro en el cuello de su papá. Toda esta situación se estaba volviendo insoportable y hasta tuve que cambiar de número para no tener que escuchar los amenazadores mensajes de voz.

- Bien, nos iremos esta vez. ¡Lee Taemin volveré por mi explicación!

Luego de aquella amenaza en voz alta se fue echando humo por las orejas. Por estúpido que suene, yo terminé de bajar las escaleras para ver si ya se había ido, pero, para mi mala suerte, el pequeño Leo hizo contacto visual conmigo. Iba gritar que me había visto pero haciendo una seña que entendió a la perfección, no hizo nada.

Ahora me encontraba de pie frente a la puerta de mi ex apartamento. Tal vez sería un acto temerario y estaba poniendo en riesgo mi integridad tras saber que Ki Bum me cortaría los testículos con un pelador de papas. Tome las llaves que aún conservaba, sorprendiéndome a mí mismo cuando estas abrieron la puerta. El característico olor a hogar que me traía nostálgicos recuerdos me invadió. Cerré la puerta y me quede apoyado contra esta, cerrando los ojos y recordando cada cosas que vivimos en esta casa.

¿Qué nos pasó MinHo?

Me quite los zapatos caminando descalzo hasta nuestra habitación, abrí el closet y tome algunas cosas que no había podido llevarme a mi actual departamento. Revise cada especio de la casa recogiendo las pocas pertenencias que aún seguían ahí. Luego de acomodar todo lo que me iba llevar me lance sobre la cama, aquella que nos había acompañado y era cómplice de tantas cosas.

Aún huele a ti.

Las almohadas seguían impregnadas con el perfume de MinHo. Era como si él se hubiera despertado recién y yo no pude evitar derramar algunas lágrimas que al tiempo se volvieron en suaves jadeos. Yo no supe en que momento me había retirado la ropa y ahora me estaba tocando. Yo estaba desnudo, abierto de piernas masturbándome en la cama que olía a MinHo. Yo estaba permitiendo que su aroma hiciera estragos en mi mente y que mis manos dieran rienda suelta a esa torturante necesidad de MinHo tocando mi cuerpo.

Abrí más las piernas y mi mano deslizándose sobre mi pene no eran suficientes. Me giré quedando en cuatro como a MinHo le gustaba tomarme, hundí mi rostro en las almohadas y volví a inundar mi ser con el aroma de él. Mis piernas temblaron al imaginar aquellas escenas en el restaurante, con el chocolate y las fresas. Ahora dos de mis dedos simulaban ser el falo de Min y sin siquiera tocar mi próstata yo estaba gimiendo y lloriqueando con su nombre en medio de toda esta situación.

- ¡Sí Min, sí! ¡ Soy todo tuyo!

Cualquiera que viera esta escena pensaría que en lugar de erótica, era patética. Un ex novio abandonado que entra a la casa que compartía con su ex pareja para masturbarse. Escuche el seguro de la puerta ser retirado y eso me excito más, escucho sus pasos y mi mano acelero sus movimientos. Escuche que la puerta de la habitación se abrió y me permitió verlo entrar y yo me corrí gritando su nombre, manchando las sabanas y cayendo rendido sobre estas.

"Min, MinHo, soy solo tuyo"

No podía dejar de repetir aquello, mientras la imagen de Min me miraba burlón y solo reía. Extendí mi mano y él el tomo, sintiendo una descarga eléctrica en todo mi cuerpo. Caminamos de la mano hasta el baño y por alguna razón yo no podía hablar, quería preguntarle porque estaba aquí, porque me había dejado por ese idiota.

Sin poder hablar y solo dejar deslizar unas gruesas lágrimas, lo seguí hasta el baño. Me senté sobre la mesa del lava manos y Min seco mi rostro con sus manos. Abrió uno de los cajones y tomo un par de pastillas, se las llevó a la boca y se acercó hasta la mía para empujarlas con su lengua y dejarlas caer.

"Te hará sentir mejor, Tae"

Me sonrió y yo trague la pastilla. Repitió esto unas diez veces y yo me sentía con mucho sueño. No supe en que momento había caminado hasta la tina, pero Min estaba conmigo y ambos habíamos entrado a ella.

"Min, no me dejes"

No me respondió y poco a poco empecé a perder la nitidez de lo que veía. Nuestras manos aún seguían entrelazadas y supuse que por eso mi corazón latía con fuerza. Luego de unos segundos ya no sentí la mano de Min y me quede dormido.

- ¡No Taemin, no! ¡Ayuda, mi hermano, ayuda! ¡Mi hermano se muere, ayuda!

Así no me confies en mi... yo te seguire amando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora