Habían pasado exactamente dos semanas que yo no tenía ni idea del paradero de MinHo, solo tenía información que me enviaba mi hermano diciéndome que MinHo se la pasaba estacionado frente a la tienda esperando a que yo apareciera, incluso me dijo que lo había seguido a casa y que JungAh lo hizo irse con la ayuda de una escoba.
Nuestro último encuentro no fue para nada fácil de olvidar, aún puedo sentir el tacto de MinHo sobre mi cuerpo. Todo lo que paso el día que lo deje me dejó una marca, una que sería muy difícil de borrar porque Choi Minho se había encargado de hacerme sentir que siempre seré suyo.
- Y se acabó lo nuestro MinHo. Yo no quiero saber nada de ti por el resto de mi vida.
Cuando las puertas del ascensor de abrieron me quede sin aliento al encontrarme con el rostro furioso de MinHo. No me dio tiempo para decir una sola palabra, se adentró al elevador tomando de un brazo haciéndome retroceder hasta que mi espalda chocara con una de las paredes en el interior.
- Repite...todo... lo que...dijiste arriba.
¡Repítelo, maldición!
Me hizo dar un salto cuando su aliento golpeo contra mi rostro y su puño contra la pared en la que yo me encontraba apoyado. No podía dejar de mirarlo a los ojos, encontrándome con su mirada desesperada y destruida por lo que había ocurrido arriba en la casa de su hermano.
- No... no vas a dejarme.
Hablo nuevamente apretando los dientes asustándome a mí también porque nunca pensé verlo así de molesto. Iba ceder disculpándome por todo, quería que regresáramos a casa pero aquella marca roja sobre su cuello me hizo recordar que MinHo ya tenía, al parecer, a alguien más.
- ¡Cállate, maldito infiel!
Mi voz sonó fuerte y mi mano fue más rápida que mi corazón. En todo el tiempo que llevamos juntos, yo nunca lo había golpeado, pero esta noche mi paciencia colapso. Había golpeado a MinHo, le di un puño certero en el pómulo izquierdo que lo dejo igual de sorprendido que a mí por mi reacción.
- Min... yo
No puede terminar de hablar, cerrando los ojos cuando lo vi acercarse a mí, sintiendo como las puertas de ascensor se cerraban detrás de él y él volvía a acorralarme contra la pared, tomándome de un brazo y girándome de forma ruda hasta dejar mi rostro contra el frio espejo. Gemí de inmediato cuando su dura erección se hizo sentir sobre mis nalgas. Cerré los ojos sin poder resistirme a su tacto, dejando que hiciera conmigo lo que quisiera porque aún le pertenecía todo mi ser.
- De... detente
- ¡No!
De un tirón partió en dos mi camiseta y lo mismo sucedió con mis pantalones. Debía estar asustado pero ambos al parecer necesitábamos esto. Mordió mi cuello, marcándome como alguien más lo había marcado a él. Recordar aquella marcar me hizo querer librarme de sus brazos, pero su mano masajeando mi pene húmedo me quito todo rastro de racionalidad y sensatez. Con algo de fuerza me tomo de las caderas, separó mis piernas con la ayuda de una suya y se volvió a rozar contra mis nalgas desnudas.
- Min... MinHo... déjame
- ¡Cállate. No te voy a dejar!
Su pesada mano cayó sobre un costado de mi cadera, cerré los ojos nuevamente con fuerza sintiendo impotencia de no poder controlar mi cuerpo y resistirme a las caricias de este hombre. No hubo más juegos previos, sentí el frio de la hebilla de su cinturón y a continuación su firme miembro castigador invadiendo mi interior con fuerza.
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Así no me confies en mi... yo te seguire amando.
Любовные романыTaemin duda del amor que Minho siente por él. Minho nota a su novio un poco distante. Taemin no le dice lo que siente de forma directa y prefiere que Minho adivine. Minho es muy malo adivinando las señales que Taemin le da Taemin deja a Minho. Minho...