6. ¿Tienes sal?

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Unos días después de aquella fiesta, Lele había salido del hospital y en mi cuarto sólo quedaba mi cama y muchas cajas. Sorprendente ¿verdad?

Flashback
-Mamá, estoy bien de verdad, ¿de que quieres hablar? Ya te dije que lo siento y que no volverá a pasar.
-Siéntate en el sofá y vamos a hablar y no me repliques más.
-Por favor mami, por la tarde hablamos, pero tengo mucho sueño son las ocho y quiero dormir, Lele ya está consciente y duerme plácidamente en su cama de hospital, déjame hacer lo mismo a mi pero en mi cama.
-Primero me escuchas y luego te vas ¿entendido?
-Si mamá.
-Bien. Estoy muy decepcionada contigo hija, no creí que fueras tan irresponsable, nunca había pasado esto y siempre te consideré una chica muy responsable pero ahora todo eso se fue.
-Mamá sólo ha pasado una vez, lo siento, no se repetirá.
-Esta te la paso, pero no va a haber una segunda.
-¿Ya me puedo ir? Gracias mamá te quiero.
-Siéntate ahí y espera.
-Valee pero habla rápido.
-Tu padre y yo nos vamos a divorciar.
-¿QUÉ? ¿POR QUÉ?
-Son cosas que pasan hija, ya te contaré más detalladamente esta tarde, ahora duerme y mañana empieza a recoger tus cosas, en una semana nos mudamos a un apartamento, no más preguntas y a la cama.

Fin del Flashback

En un día me iba de mi casa, en la que he vivido toda mi vida y lo que más me sorprende es que esa tarde mi madre no me contó los motivos de su divorcio con papá. Uno de ellos era que papá nunca o casi nunca estaba en casa pero no creía que ese fuera el motivo ya que pasaba desde hace mucho años.

-Mamá, ¿por qué aún no me has contado la razón de vuestro divorcio?
-Bueno, es que no veía el momento indicado. Cuando lleguemos a nuestro nuevo apartamento y tengamos todo colocado te lo explico, no te preocupes. ¿Tu quieres vivir conmigo no?
-Claro que quiero vivir contigo mamá, papá nunca está en casa y tampoco tengo con el la misma confianza que tengo contigo.
-Vale brujilla, en media hora nos vamos, guarda todo lo que te quede y salimos.

Subí de nuevo a mi habitación, en realidad mi cuarto era pequeño, no tenía baño ni nada y el armario era minúsculo. Mi madre me había dicho que mi nuevo cuarto sería mucho más grande que este y que tenía baño propio y eso sumaba muchos puntos para el piso. Terminé de guardar las cosas que me quedaban y bajé a la cocina y allí se encontraba mi madre hablando por teléfono.

-Si Jack, ya nos vamos. Claro que puedes ver a Brooke cuando puedas. No ella no está cabreada contigo. Lo siento Jack yo no quiero seguir viviendo en la misma casa que tú por todo lo que me has hecho. Podemos llevarnos bien pero no voy a volver, lo siento, ya nos vamos, adiós.

Mi madre estaba hablando con mi padre y no tenía buena cara, parecía triste. Era obvio, acababa de dejar a su marido.

-¿Todo bien mamá?- pregunté yo.
-Si si- se secó una lagrima que le caía por la mejilla- vámonos ya que tenemos muchas cosas que hacer.

Nuestro apartamento no quedaba muy lejos de nuestra antigua casa, lo bueno es que estaba más cerca de Lele y podía ir andando en 10 minutos. Aparcamos el coche en el garaje, ya que teníamos dos plazas. El edificio era grande y con amplias ventanas. Parecía bastante caro y muy lujoso.
Nuestro piso era el tercero y subimos en el ascensor con un par de cosas que habíamos cogido para no hacer tanto viajes al garaje. Entramos en nuestro nuevo hogar y era muy grande y espacioso. Dejé todo en el salón y fui a conocer mi nueva casa. El salón era enorme y en él también se encontraba la cocina, después había un pasillo que llevaba a las dos habitaciones y al cuarto de baño de mi madre. La última habitación era la mía así que me dirigí a ella. Abrí la puerta y vi mi santuario. Las paredes eran de un tono beige que no me gustaba mucho, había una estantería alta de madera que me parecía preciosa para guardar todos mis libros y mis películas.

Típico* (Francisco Lachowski & Barbara Palvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora