18. Crímenes perfectos.

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Logan llevaba una ritmo normal, intentaba no pasarse, ya que había recibido varias multas por exceso de velocidad y sus padres se estaban mosqueando con él. Ninguno de los dos decía nada, el miraba fijamente la carretera mientras que yo, observaba las calles pasar por la ventana. Me quedé pensando en mi extraña relación con Aaron. Estaba claro que nos éramos novios, pero nuestro comportamiento no reflejaba eso. Era nuestro secreto, aún que no muy bien guardado, ya que Adam y Ethan sabían algo. Era mi turno de contarlo, por lo menos a Logan.

-Logan- llamé yo.- tengo que contarte algo.

-Si dime Brooke.

-Últimamente me he estado viendo con una persona, ha escondidas.- el me miró unos segundos y luego volvió a mirar al frente.- es Aaron.

-¡¿Aaron?! ¿Por qué no me lo habías contado? Pensaba que éramos amigos Brooke.

-Y lo somos, pero decidimos mantenerlo en secreto, bueno algunas personas si lo sabían.

-¿Quién lo sabía? ¿Y por qué en secreto?- preguntó el incrédulo.

-Lo sabía el hermano de Aaron, Adam y Ethan- dije yo tranquila.- lo manteníamos en secreto por Jade, Aaron me dijo que podía hacerme daño.

-¡Pues claro que lo hizo Brooke! ¡Mira cómo estás! Toda magullada y llena de marcas. Ha sido ella Brooke. Si Jade no quiere que tú y Aaron estéis juntos hazla caso, no vamos a perderte por esto.- esas palabras me dolieron. No quería que mi vida fuera controlada por nadie y mucho menos por ella, pero en este caso, a lo mejor Logan tenía razón.

-No se Logan, quiero que esto acabe ya y encontrar a Lele de una vez y poder seguir mi ritmo de vida.

-¿Tu ritmo de vida? Brooke, con Aaron ya te digo yo que no vas a llevar tu ritmo de vida.- comentó mi amigo sarcástico.

-¿Por qué no? Me quiere, le quiero, fin, podemos llevar nuestro ritmo de vida.

-Le tienes en un altar y le observas desde las nubes. Cuando te caigas de ellas verás la realidad y no te gustará tanto.

-Déjalo, no quiero discutir.- sentencié yo para acabar la conversación. El siguió conduciendo sin decir nada y yo le imité hasta llegar a la puerta de la casa de Jade.

-¿Y ahora qué? ¿Llamamos al timbre y decimos:"hola puta, ¿tienes secuestrada a Lele? Porque si es así puedes dejarla salir si no es mucha molestia"? Por ejemplo.- comentó mi amigo.

-No, esperaremos y cuando salga entramos a su casa, creo que es mejor plan que el tuyo, creeme.

-Si mucho mejor, pero yo tengo hambre. Voy a comprar patatas para la espera, ¿quieres algo?

-Una botella de agua, yo me quedo aquí por si acaso.

-Okay, ahora vuelvo.- y salió del coche. No estábamos aparcados justo en frente de su casa, si no un poco más apartados para que ella no nos viera. En la primera media hora sola nadie salía de casa y tampoco se veía luz dentro de ella. Logan aún no había aparecido así que decidí llamarle, pero el idiota se había dejado el móvil en el coche. Después de otros quince minutos, por fin alguien salió de la casa y fue ella, Jade.

Cuando ella ya estaba lo suficientemente lejos de alli, salí del coche y corri a su jardin, para poder rodearlo y entrar por la puerta de atras, que con un poco de suerte estaria abierta. Entré en la enorme casa y un aroma a perfume caro en grandes cantidades inundó mi fosas nasales.

-¡Oh por Dios, esta casa apesta!- dije yo, pero poco después me arrepentí de esto, ya que habia gritado. Busqué yo sola por toda la planta baja, habitación por habitación, pero allí no había nada. Subí al piso de arriba y fui directamente a la habitación de Jade. Puse la mano en el picaporte de la puerta para comenzar a abrirla y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.

Típico* (Francisco Lachowski & Barbara Palvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora