14. Dos desconocidos, un trabajo y una decepción.

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Brooke

-¿Qué haces con Lele Nicholas?- pregunté yo, no entiendo esto. Lele antes no se llevaba casi nada con él y ahora.

-Sí bueno, habíamos quedado para hablar- Lele hablaba por detrás pero no conseguía escucharla.

-Vale pues mañana la llamo, hasta luego Nicholas- colgué. No me había quedado contenta con esa corta conversación, algo no olía bien y esto no me gustaba. Recogí el salón antes de que llegara mamá, para que no sospechara que había pasado algo. Después llamé a papá para decirle que iba a ir a verle.

-Hola papá- estaba realmente nerviosa, sin motivo alguno, ya que era mi padre.

-Hola Brooke- noté su voz cansada, el trabajo le estaba quitando todo el tiempo que te tenía y eso me preocupaba- hace mucho que no nos vemos.

-Si es cierto, por eso te llamo- hice una pausa- a parte de para hablar contigo. ¿Qué te parece que mañana me acerque a casa?

-Muy bien, te tengo que decir algo importante y sobretodo tengo que presentarte a alguien.

-Eso suena bien papá, mañana nos vemos, que descanses.

-Igualmente cariño- dijo con un tono suave, después de eso terminamos la llamada.

Me quede despierta hasta tarde, esperando escuchar como en el piso de abajo había entrado alguien, que sería Aaron. Pero el no volvió a casa esa noche. eran las dos de la madrugada y el no había llegado. Decidí no pensarlo mas y me fui a dormir ya. Cogí mi pijama, que estaba debajo de la almohada y me lo puse debajo de mi bata. Después fui al baño para desmaquillarme y poder dormir tranquilamente. Me dirigí de nuevo a mi cama, volviendo a repasar aquella nota una y mil veces. ¿Por qué Lele había dicho eso? ¿qué juego no le gustaba? Ya sabía que ella y Nicholas se llevaban muy bien pero, ¿tanto? Hace unos días ella y yo apenas hablabamos y me evita con la mirada. Algo estaba pasando y yo no me iba a quedar excluida de aquello, iba a averiguarlo cueste lo que cueste.

Cuando me desperté a las ocho de la mañana me fui a la cocina para desayunar y varios gritos del piso de abajo hicieron que me despejara. Eran de Aaron, estaba segura de eso. Intenté escuchar todo lo que decían, pero las palabras se mezclaban, dejando unas frases sin sentido. Cuando el show de gritos terminó me fui a mi cuarto a cambiarme y a maquillarme para ir a clases. Cogí la sudadera que Aaron me había dejado, la doble y la metí en mi mochila para dársela en el instituto.

-Buenos días Brooke, ¿qué tal?- me preguntó Logan dándome un beso. Con el era con el único que hablaba, ya que ni Lele ni Nicholas me habían dirigido la mirada ¿qué les esta pasando a estos dos?

-Buenos dÍas Logan y a vosotros dos también eh, que últimamente noto que pasan bastante de mi y no entiendo muy bien el por qué - las palabras salieron solas de mi boca, provocando que Lele se diera la vuelta para mirarme. Tenía unas grandes ojeras y los ojos hinchados y rojos, ¿había estado llorando?- Lele, ¿qué te pasa?

-Brooke, no me pasa nada tonta. Buenos días- ella me abrazó como si no hubiera pasado nada, pero algo me ocultaba, se lo podía observar en sus actos.

- Lele ven, tenemos que hablar a solas- dije yo agarrándola del brazo. Ella no se opuso y me siguió. Nicholas y Logan nos miraban sorprendidos, como si no supieran lo que estaba pasando, ni yo misma sabía lo que estaba pasando por eso intentaba averiguarlo.- ¿me vas a contar ya lo que te pasa?

-No puedo Brooke- ella se seco los ojos con la manga de su camiseta. Definitivamente había estado llorando- No quiero que lo sepas. No puedes saberlo.

-Venga Lele, me estas cargando, ¿desde cuándo tenemos tu y yo secretos? Llevamos trece años juntas, trece años, no es una tontería, te conozco como la palma de mi mano, dime ya lo que te pasa, por favor- supliqué yo, necesitaba oír lo que le pasaba para intentar ayudarla.

Típico* (Francisco Lachowski & Barbara Palvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora