25. Vistas a la playa.

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Mis brazos estaban tensos al tener a Aaron en el asiento del copiloto. De vez en cuando giraba la cabeza para verle pero al instante la volvía a mover para concentrarme en la carretera. Seguía el coche de mi padre porque yo nunca había ido. Aaron respiraba lentamente y cambiaba la música todo el rato.

-Venga tío, pon ya una canción, no seas pesado.- gruñía Ethan. Por fin alguien que daba la cara por mi.

-Eso colega, deja de cambiar.- apoyaba Lele a mi hermanastro. Sonreí cuando vi a Lele guiñarme un ojo por el retrovisor.

Aaron se decidió por una canción de reggaeton no muy apropiada pero era graciosa. Al final la canción se hacía pegadiza y acabamos cantándola todos juntos. No entendía casi nada de la canción pero era muy divertida.

-¡Ella tiene a su pollo pero yo soy el que la follo!- gritábamos todos. La canción era completamente horrible pero a ellos parecía gustarle. Al fin la canción terminó y sonó una canción de Shawn Mendes y después varias de Halsey, más tranquilas.

Lele y Ethan se quedaron dormidos a mitad de camino y mi disco de canciones había terminado hace rato, así que el silencio se hizo en el coche.

-Brooke.- me llamó Aaron. No quería mirarle. El cabreo que sentía y el rencor hacia él no se había ido aún.

-Estoy conduciendo.- digo seca y seria. Ni siquiera le dirijo una mirada. Seguí mirando la carretera fijamente. Tenía claro que no le había olvidado, ojalá fuera así, pero como siempre el vuelve a mí. Noto como él va tensando la mandíbula y me mira. Noto su mirada en mi cara y va bajando, recorriendo todo mi cuerpo. Yo simplemente trago saliva y sigo concentrándome.

Mis pensamientos comienzan a volar de nuevo. Tenía miedo de no poder olvidarme de él y tenía mucho más miedo de quererle aún más a pesar de todas sus palabras. Me giro de nuevo para mirarle, cuando el ya ha parado de hacerlo. Lleva una camiseta negra ajustada y unos pantalones básicos. Desde luego está muy sexy. Todos los músculos se le pegan en la camiseta y noto la forma de su pecho que sube y baja lentamente, al compas de la mía. Rio por la coincidencia.

-¿Qué te pasa?- me pregunta este. Intento averiguar su tono pero es bastante neutro.

-Nada, sólo quería reírme.- le miro y levanto las cejas y vuelvo apartar la vista. El pone una mano en mi pierna y yo me asusto.- ¿qué haces?

-Ahora vas a reírte.- aprieta un poco más arriba de la rodilla y un dolor mezclado con una risa floja surge de mí.

-Aaron para.- río cada vez más fuerte. Siento el dolor gracioso que tiene aquella presión en mi rodilla.- estoy conduciendo para.

El sigue y se ríe conmigo y cuando noto que mis lágrimas salen de la risa para. Le miro y muevo la cabeza de un lado a otro, negando lo que acaba de pasar y miro el coche de mi padre.

-¿Ya hemos llegado?- pregunta una adormilada Lele levantándose del hombro de Ethan.

-Creo que queda poco.- contesta Aaron y esboza una sonrisa.

<<¿Por qué tiene que ser tan mono? Estoy cabreada con él, no tiene que ser mono>>

Lele se apoya de nuevo en el hombro de mi hermanastro y se acurruca en su cuello. Sospechoso. Al cabo de media hora llegamos al parking del hotel y aparco mi coche al lado del de papá.

-¿Qué te ha parecido el viaje por carretera?- me pregunta mi padre, colocando sus manos en las caderas y sonriendo levemente.

-Me ha gustado mucho.- Aaron y Ethan bajaban las maletas de mi coche, mientras que mi padre y Kate sacaban las de su coche.

Típico* (Francisco Lachowski & Barbara Palvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora