26. Nuevos recuerdos.

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El daño ya estaba hecho, sólo faltaba que desapareciera o como mínimo que se tapara con otro sentimiento más fuerte. Mi mente viajaba, recordando momentos felices, con mis padres, con Lele y con Aaron, aun que de este último sólo recordaba pesadillas. Si tuviera que morirme en un momento, elegiría este, sin dudarlo. Aaron pegado a mí, durmiendo tranquilo, con un gesto neutro, sin expresión alguna, totalmente en calma. Me levanté de la cama sin hacer ruido y fui al baño. Me lavé la cara y me hice una coleta. Cogí la ropa que me iba a poner y me encerré de nuevo en el baño. Aaron seguía durmiendo y decidí escribirle una nota, como siempre hacía cuando yo me despertaba antes que él. Esta, sin embargo, era un poco diferente. La dejé encima de la mesita de noche, junto a su móvil y salí.

-Buenos días papá.- dije sentándome en la mesa. Allí estaba mi padre y su futura esposa, Kate.- ¿qué tal habéis dormido?

-Muy bien cariño, gracias.- me serví una taza de leche y la mezclé con cacao.- ¿dónde están los demás?

-Lele...hmmm...estaba muy cansada y la dejé dormir.- miré mi taza y cogí una pieza de fruta sin decir nada más. Escuché una silla arrastrarse.

-Buenos días, siento llegar tarde.- se sentó a mi lado y cogió un vaso de leche también, pero él, la mezcló con café.

-Buenos días Aaron, ¿cómo fue la noche?- preguntó Kate sin mirar a Aaron.

-Algo cansada la verdad.- tomó uno de los bollos de chocolate que había en el centro de la mesa.- ¿cuáles son los planes para hoy?

-Senderismo por la montaña y playa por la tarde, ¿os parece bien?- respondió mi padre, yo asentí entusiasmada.

-Iré a avisar a Ethan para que se vaya preparando.- Aaron bebió su último sorbo de café y se levantó bruscamente de la mesa.

-¡Voy contigo!- grité en medio del comedor. Todas las personas que desayunaban se giraron para mirarme. Agarré a Aaron del brazo y le guíe fuera, hasta el ascensor.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó Aaron con una sonrisa en la boca, que poco después se convirtió en una gran carcajada, a la que yo me uní animadamente.- tu risa sigue siendo igual de genial.

Cerré los ojos y comencé a negar con la cabeza con una sonrisa aún en la boca. Noté la mano de Aaron agarrándome el brazo con delicadeza. Mi sonrisa desapareció poco a poco, cuando sentí el aliento de Aaron muy pegado a mí. Y entonces sonó el timbre del ascensor, porque ya habíamos llegado a la planta. Pero en vez de retirarse e ir hasta nuestra habitación decidió robarme un beso, un beso que se notó bastante esperado para los dos.

-Tenemos que llamarlos Brooke.- intervino Aaron. Teníamos las frentes unidas, nuestras narices chocaban y nuestras respiraciones iban al compás.

-Vamos.- me aparté de él y con una sonrisa salí del ascensor para ir a la habitación de Aaron y Ethan. Aaron me pisaba los talones. Me paré en la puerta y antes de abrirla, él volvió a posar sus labios por mi cuello.

Abrí con cuidado la puerta para no despertarlos y los dos caminamos de puntillas, agarrados de la mano. Todo estaba muy oscuro y Aaron caminó por delante de mi para subir las persianas. El suelo estaba lleno de botellas de cerveza y algunas de ginebra y ron. Ethan estaba durmiendo en el suelo con sólo un boxer y Lele estaba en una de las camas, en una postura poco cómoda. Me acerqué a mi amiga mientras mi compañero iba hasta mi hermanastro.

-Vamos Lele, buenos días, despiértate.- la rogué, moviéndola el brazo delicadamente.- que nos tenemos que ir.

-Déjame un rato más.- mi amiga se movió y me dio la espalda.

-No Lele, vamos a la ducha ya.- ordené yo. Eché un ojo a Aaron que había levantado a Ethan del suelo y estaban los dos mirando a la nada.- Chicos a la ducha, que para eso tenéis dos baños.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2018 ⏰

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Típico* (Francisco Lachowski & Barbara Palvin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora