-¿Qué pasó?
-Míralo tú mismo –José Luis le tiende la caja con todas las foto a Magdiel, él mira las fotos una por una, cada vez más asombrado, por suerte yo no quise verlas todas. Esta mañana cuando me desperté, Johan ya no estaba, solo encontré la sabana doblaba en el sillón con una nota que decía "Lo siento" cosa que agradezco porque no sé si sería capaz de verlo.
-¿Seguros que esto es verdad? Digo, sabes que no me gusta estar de su parte por cómo te ha tratado, pero puede ser un montaje.
-Lo confronte –Comento con voz temblorosa.
-Y ¿Puedes crees que el muy hijo de puta primero lo negó, luego se lo confirmo de una manera nada agradable y por último se puso a llorar como un bebe pidiéndole perdón? –José Luis esta notoriamente molesto y no lo culpo, yo estoy igual cada vez que recuerdo sus palabras.
-¿Quién más sabe de esto?
-Aparte del imbécil, solo los dos y ahora tú.
-¿Eso incluye lo del bebé?
-No, lo del bebe solo lo sabemos ella y yo, y ahora tu; pero eso no es lo importante, lo importante aquí es que él le está haciendo daño a Ellen, ayer ya fueron dos noches en las que se ha aparecido borracho, dos noches en las que le ha dicho lo que hizo con la maldita de Vanessa y luego le pide perdón ¡¿Qué diablos le pasa?! ¡¿Cómo coño le haces eso a alguien?!
-Cálmate –Pide Magdiel viendo la forma en la que tiemblo y mis ojos comienzan a cristalizarse- La estas alterando –José Luis voltea a verme y respira profundo.- Ellen, escucha, quiero ayudarte, pero necesito que te dejes ¿Ok? –Asiento algo aturdida- Bien. José Luis, necesito que llames a Jesús y le digas que venga. Ellen, ven conmigo –Me toma de la mano y me lleva como una niña pequeña hasta el cuarto- Te vamos a sacar de aquí hoy mismo, te vas conmigo; todavía no sé a dónde, pero nos vamos de aquí, él te está haciendo daño y en tu estado necesitas estar tranquila y llevar un embarazo sin estrés. Déjale una nota donde le hagas saber que no debe buscarte, dile lo del bebe, a pesar de todo tiene derecho a saberlo; tomate tu tiempo, nosotros nos encargamos de todo –Asiento y Magdiel sale para dejarme sola; tomo un bolígrafo y hojas de papel y me siento en mi escritorio a escribir. Una hora después, José Luis entra con el pequeño hombrecito que al verme corre hasta mí y me abraza.
-Tía, tía, tía –Comienza a cantar entusiasmado y yo rio abrazándolo.
-Mi vida, ¿Qué tal estas?
-Bien, muy bien.
-Ya hablas más claro –Comento acariciando su mejilla.
-Tío Ma... Mad -Frunce el ceño al darse cuenta que no sabe decir bien el nombre.
-¿Tío Magdiel?
-Si –Sonríe alegre por haberlo sacado de su apuro- Él me enseño –Le sonrío de vuelta, feliz porque este aprendiendo algo.
-Escucha Ellen, es importante que estés bien con lo que vamos a hacer –Magdiel y Jesús aparecen por la puerta- Quiero que entiendas que literalmente vas a desaparecer –Asiento- Bien, te vas a ir con Magdiel a Alemania, él va a cuidar de ti y eso tú lo sabes. Jesús y yo nos quedaremos aquí para evitar que te encuentren, nos haremos cargos de tu empresa y nos veremos en seis meses, no creas que voy a estar mucho tiempo sin verte –Sonreímos.
-Ten –Magdiel me tiende una bolsa con una pequeña caja dentro- Es un celular nuevo, vamos a destruir el que tienes o si prefieres déjalo; igual, Jesús te dará un nuevo Mac porque te pueden rastrear con el que tienes.
-Te estas tomando esto en serio ¿Eh?
-Te amo Elle, no quiero que nos encuentren, te quiero lejos de él, ya bastante daño te hizo.
-Magdiel yo...
-No, no digas nada, aprenderé a vivir con ello. Solo, vamos a sacarte de aquí.
-Está bien.
-Listo, ¿Ya empacaste?
-No.
-Tenemos hora y media, démonos prisa. – Duramos alrededor de una hora empacando y ahora vamos camino al aeropuerto.
-¿Puedo preguntar por qué Jesús está en esto? Sin ofender –Miro de reojo a Jesús.
-Tiene los contactos apropiados, conoce Alemania y es más efectivo que yo consiguiendo un tiquete de avión para ya.
-Ellen... -Jesús se gira hacia mí- Mil disculpas, no sé qué me paso, teníamos un trato y lo rompí. De verdad lo siento. Te lo compensare evitando que te encuentre.
-Gra... Gracias.
-Estarás bien, te lo prometo –Magdiel toma mi mano, bajo la vista hasta el pequeño amor de mi vida que duerme en mis piernas y dejo un beso en su cabellera negra. Llegamos al aeropuerto justo faltando quince minutos para que los pasajeros comiencen a abordar. Una vez en la puerta me vuelvo hacia José Luis y Jesús, voy hasta ellos y los abrazo, dejo un beso en la mejilla del niño, que aun duerme.
-Sabes que te quiero como un hermano –Me dirijo a José Luis- Y sé que un tiempo no nos podemos ver, por eso quiero pedirte que te cuides mucho y que cuides de él, haz que sea un hombrecito de bien, me van a hacer mucha falta. Gracias, gracias a los dos –Digo mirando a Jesús también- Les prometo que les devolveré el favor, cuenten conmigo –Ahora los dos me abrazan fuerte y rompemos a llorar.
-Ya, ya –Nos interrumpe Magdiel- Ni que no la fueran a volver a ver.
-Más te vale que la cuides –Le advierte José Luis.
-Eso hare. Nos vemosen seis meses –Nos despedimos de José Luis y Jesús y abordamos el avión. Unavez que el avión despega, miro todo lo que dejo atrás nuevamente, mientraspienso en mi vida, en mi bebe y en la carta para Johan...
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Estarás en Mí
Romansa¿Qué más se puede pedir a la vida? Ellen tiene 25 años y esta a punto de levantar su empresa, tiene amigos incondicionales que la apoyan y se puede decir que es feliz, pero... Esta sumergida en una relación, si es que así se le puede llamar, con Je...