Mi abuelita siempre me decía: "No hay que confiar en los sueños porque pueden ser muy peligrosos cuando se vuelven realidad, pero aún más, no hay que confiar en los deseos, sobre todo los deseos del alma, esas son las fuerzas oscuras más peligrosas del mundo"; sin embargo, a pesar del tiempo esa frase habitaba en mi mente y jamás la había comprendido. Hasta ahora...
Otoño: Octubre: Actualidad
No sé dónde estoy, qué hago aquí o cómo llegué
Por más que busco un defecto nada parece un sueño.
Esto es real.
Estoy agitada y el pecho me arde de tanto correr, siento como una presión se apodera de mi interior a causa del humo que respiro, provocando que en cada inhalación se me haga más difícil respirar.
En el aire, noto un hedor putrefacto que me resulta insoportable.
Miro a todos lados buscando el origen de los sonidos que se apoderan del espacio. Escucho gritos mezclados con pánico y dolor, escucho las suplicas de la gente que pide piedad por su vida, escucho el llanto de los niños y el sollozo de las mujeres, escucho el choque retumbante de metales y escucho explosiones por todos lados.
Lo escucho todo, pero no veo nada.
La gruesa nube plateada frente a mis ojos me impide ver más allá, pero lo poco que veo mezclado con la combinación de todos los sonidos que me envuelven me provoca escalofríos.
Veo volar brazas ardientes que se apagan y se pierden en la oscuridad.
El cielo esta oscuro y por culpa del humo que ocupa toda la superficie, no puedo descifrar a qué hora del día es.
Por el ambiente rojizo y el calor que se siente puede que sea de día, o tal vez es de noche y el fuego resplandece con su naranja y rojo chillante en la gran cortina de humo.
Siento la cabeza mareada y el cuerpo agotado.
Por las aberturas de la bata desgarrada que llevo puesta, puedo ver mi piel herida, tengo las piernas y los brazos rasguñados, las manchas de sangre y tizne que cubren la bata me hacen lucir igual o peor de cómo me siento, el cuerpo me duele con cada movimiento que hago y siento los pies completamente destrozados.
Lo pienso dos veces antes de detenerme, aunque no quiera tengo que recobrar un poco de fuerzas, llevo corriendo horas y no encuentro una salida.
Me detengo junto a unas enormes rocas que me brindan un poco de protección ante el caos que se vive, apoyo la mano en una de las roca y dejo salir un suspiro profundo, queriendo inhalar todo el aire que me sea posible para poder continuar en mi búsqueda de la salida, sin embargo, mi descanso acaba cuando segundos después mi mano toca un líquido adherido a la roca, que comienza a deslizarse por mi brazo, con la mirada extrañada recorro la vista desde mi mano hacia la parte superior de la roca, pero inmediatamente retiro la mano cuando descubro lo que es.
Sangre
Mis ojos se encuentran con unos ojos oscuros, más oscuros incluso que la noche misma, lanzándome una mirada petrificante.
Sobre la piedra hay un hombre acostado, la cabeza y los brazos le cuelgan al aire, su cuello muestra una grave herida y la sangre escurre por su rostro, en su pecho tiene una flecha incrustada que atraviesa por encima de su corazón.
No hace falta que lo investigue, sé que está muerto.
Me llevo las manos a la boca para evitar gritar y comienzo a retroceder rápidamente, el estómago se me revuelve tan solo de ver la asquerosa escena, el olor a sarro de la sangre del hombre que hay en mi mano me provoca nauseas, me limpio las manos con la bata y me giro para no mirar y volver a correr.
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Atrapasueños "El Comienzo de una Pesadilla"
Misterio / Suspenso¿Qué pasaría si te enteras que la historia de la humanidad ha sido modificada, que tú no eres lo que aparentas, que nadie de los que conoces son lo que aparentan, que existen mundos paralelos al nuestro, que la raza humana está siendo acechada por l...